Por lo pronto, al Presidente habrá que darle el beneficio de la duda en las respuestas que a la medianoche del martes pasado le dio a un grupo de comunicadores, bajo una premisa indiscutible: las reformas ya eran inaplazables. Algunas contestaciones de Peña enarcaron cejas y de ahí que analicemos algunas de ellas.
Reforma Energética. “¿Cuándo dejará de tener el precio que hoy tiene el petróleo? No lo sé. No soy adivino, y no puedo predecir eso”, dijo Peña sobre el oro negro. No fijó ni año ni fecha para que las gasolinas mexicanas bajen de precio, como millones esperan con la Reforma Energética. La respuesta podría darse en la competencia ante las firmas extranjeras que llegarán a nuestro país. A eso se le apuesta.
Sobre la luz, Peña Nieto sí asumió un compromiso: bajarán las polémicas tarifas eléctricas —aumentadas en algunas zonas de manera indiscriminada durante el calderonismo tras la extinción de LyFC—, pues al usar gas natural para generar electricidad, se tendrá un precio de producción menor. “Va a bajar la luz porque la producción de luz, utilizando gas natural, permitirá un costo de producción menor que impactará la tarifa de luz que se tiene”, dijo Peña Nieto.
Registremos la promesa presidencial.
Corrupción. “No es un tema exclusivo de México, es un tema casi humano, que ha estado en la historia de la humanidad… yo sí creo que hay un tema cultural que ha provocado corrupción”, encuadra el Presidente. Hay una regla elemental: sobre corrupción es
riesgoso generalizar.
Si México es considerado por Transparencia Internacional (TI) como uno de los países más corruptos de América Latina, por debajo de Barbados o de Chile (Archivos del poder. Mexicorrupción. 19/VII/2013), ello no engloba que sea un problema cultural, porque la cultura es universal y no puede encapsularse en una tabla única. Es diversa. Y es un tema que le duele al PRI. Allí están varios emblemas de la corrupción en México, mas no en el mundo.
Ingresos. “Hoy, el ingreso per cápita (por cabeza) es del orden de los 15 mil dólares por año en el país, yo estimo que podamos estar muy por encima de eso… nuestra proyección es que tendremos una mejora en el ingreso per cápita”, aseguró Peña Nieto. A cambio actual del dólar, decretó ingreso promedio del mexicano de 200 mil pesos al año. Aquí las cifras varían.
Por ello, recurrimos a los especialistas: de acuerdo a una ecuación del CIDAC, encabezado por Luis Rubio, y tomando como base estimaciones del Banco Mundial, cálculos del INEGI y dividiendo el PIB entre la población, resulta que el ingreso per cápita real de los mexicanos es, en promedio, de diez mil 307 dólares anuales. La diferencia es de 35 por ciento. Es decir: alrededor de 125 mil pesos al año, unos diez mil pesos mensuales. Ese sería el ingreso en términos reales. Consideremos que en México, alrededor de cinco millones de trabajadores perciben el salario mínimo: 65 pesos diarios promedio.
El juicio. “Dejaré que la historia establezca el juicio sobre lo que se hizo en cada gestión”, señala Peña Nieto.
Como cada Presidente, no es ajeno a ese tema que obsesiona al ser humano y el poder: el juicio de la historia. ¿Por qué con el PAN no se hicieron las reformas y con el PRI sí? “Logramos converger el interés de todos por hacer cambios de fondo”, señaló.
A querer o no, es un punto para este gobierno: sentar a la mesa a la oposición para sacar adelante las reformas. Y que nadie se asuste: es la negociación la base de la política universal. Que los partidos opositores no sean contrapeso real y efectivo al presidencialismo, es otro cantar que ya hemos analizado en esta columna.
Reforma Educativa. “¿En cuántos años (será diferente el perfil educativo de los jóvenes)? No lo podría precisar”, respondió Peña Nieto. Ese es un tema que preocupa porque la Reforma Educativa aún no se consolida y así lo deja entrever el propio Presidente.
Es una evaluación presidencial que nos arroja algunas cuerdas sobre el futuro del país, pero que mantiene incertidumbre y no certeza.
Dejemos que el tiempo hable.
Es Peña Nieto y su juicio ante la historia.
Twitter: @_martinmoreno
Leído en http://www.excelsior.com.mx/opinion/martin-moreno/2014/08/22/977546
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