martes, 9 de septiembre de 2014

Eduardo Ruiz Healy - Toledo y Cué, dos perredistas que causan llanto

Mauricio Toledo es un político perredista, hijo de un comunista chileno que salió por piernas de su país después del golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 con que el sanguinario Augusto Pinochet acabó con el corrupto gobierno de Salvador Allende. El hijo de refugiados chilenos aparentemente no heredó la honestidad de Allende pero sí la falta de la misma que caracterizó a tantos de sus colaboradores. No en balde su gestión se ha caracterizado por múltiples acusaciones sobre la supuesta voracidad que muestra para cobrar comisiones y hacer negocios.

La muestra más reciente de la corrupción de Toledo quedó en evidencia ayer cuando la versión digital de Reporte Índigo señaló que “Mauricio Toledo, otro perredista, delegado en Coyoacán, también atiende a sus amigos: por ejemplo, Alex Syntek, el 15 de septiembre ofrecerá una audición de una hora, por la que cobrará nada más 2 millones de pesos. Es decir, el joven Syntek ganará 33 mil 333 pesos por minuto”.








La nota de Reporte Índigo no debería ser motivo de escándalo si no fuera porque, de acuerdo a un promotor de artistas con quien hablé ayer, me dijo que Syntek generalmente cobra entre 450,000 y 500,000 por presentación. Es decir, una cuarta parte de lo que pagaremos todos los mexicanos cortesía del dizque socialista Toledo.


La pregunta obligada es: ¿quién se embolsará el millón y medio de pesos que aparentemente no cobrará Syntek?

Toledo es un político que no causa risa sino llanto. Muchos como él han contribuido a la ruina nacional y al desprestigio de la clase política.

Gabino Cué Monteagudo es un político de izquierda que ganó la gubernatura de Oaxaca en las elecciones de julio de 2010 como candidato de una coalición de los partidos PAN, PRD, Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano) y PT. Antes, en julio de 2006 ganó una senaduría por Oaxaca, postulado por los partidos PRD, PT y Convergencia. Dos años antes perdió la elección para gobernador de su estado, siendo candidato por esos mismos tres partidos, frente al tristemente celebre priísta Ulises Ruiz. Y aún antes, en 2002, ganó la presidencia municipal municipal de la
ciudad Oaxaca como candidato del Partido Convergencia.

Lo que tal vez muchos no recuerdan es que Cué fue un distinguido militante del PRI hasta que renunció en 2002 después de que éste no le dio la candidatura a la presidencia municipal de Oaxaca. Tan distinguido que de 1992 a 2002 fue asesor y secretario técnico del gobernador entonces priísta de Oaxaca, Diódoro Carrasco Altamirano (quien abandonó al PRI en 2006). En la Secretaría de Gobernación, cuando Carrasco fue secretario (1999 a 2000), consecutivamente fue secretario técnico de la subsecretaria de Gobierno, secretario particular de Carrasco y subsecretario de Comunicación Social.

Oaxaca se ha ido directamente al diablo durante su gestión.

Pero Cué ni se inmuta. Hace unos días alguien lo fotografió en el Cantabar ubicado en el centro histórico de Oaxaca. El gobernador, micrófono en su mano derecha, cantaba feliz mientras que con su mano izquierda rodeaba la cintura de una guapa mujer (foto que puede verse en el timeline de @ruizhealy). Al verlo, parecería que no tiene un solo problema en el mundo y tal vez no lo tenga, ya que los problemas son los que les toca enfrentar a su infortunados gobernados.
Toledo y Cué son dos políticos de la izquierda mexicana que dan pena ajena y hacen llorar a muchos.


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