Pero ¿cómo se armó el golpe periodístico
más fuerte de los últimos años? Una vez que tuvo en sus manos el
expediente armado por agentes de inteligencia bajo las órdenes de
Marcelo Ebrard, la periodista Carmen Aristegui puso en marcha su gran
equipo de investigaciones para redondearlo y armar a partir de los
documentos un reportaje periodístico a profundidad. Hubo dos personas
que fungieron como enlaces entre Aristegui y Ebrard en los 4 meses que
duró la investigación: René Cervera fue encargado por el jefe de
Gobierno de llevar detalles, mientras que Rafael Cabrera, de la
plataforma de periodismo Conecctas y reportero del portal Animal
Político, fue el enlace de Aristegui.
Reporteros expertos en la Ley de
Transparencia, con Daniel Lizárraga a la cabeza, prepararon varias
solicitudes de información a la Presidencia de la República, a Función
Pública y al Estado Mayor Presidencial sobre la propiedad de Sierra
Gorda 156, al tiempo que iniciaron la búsqueda en fuentes públicas sobre
lo escrito o publicado de la casa. Así, según confirman miembros del
equipo de Aristegui a este columnista, encontraron las entrevistas que
TV Azteca realizó al arquitecto Miguel Aragonés, las fotos y planos de
la mansión en el portal Archdaily.com y la revista “Hola” con Angélica
Rivera en su portada de mayo de 2013 que reforzaron la investigación.
Parte de los millonarios contratos entre
el gobierno de Enrique Peña Nieto en el Estado de México (36 mil
millones de pesos durante su gobierno) venían en el informe de Ebrard y
otra parte fue investigada por los periodistas de Aristegui en portales
de Internet oficiales que publican esa información. Con los planos y
fotos publicadas de la casa en Internet se contrató a un especialista
que calculara el valor de la casa sin inspeccionarla físicamente. Con
toda esa información recopilada por sus fuentes e investigaciones
propias, el equipo llegó a una conclusión: Peña Nieto habría violado la
ley por no incluir información de la Casa Blanca en su declaración
patrimonial.
Además de la información recopilada en
el expediente inicial, Ebrard también proporcionó un “frente ciudadano”
para los reportajes. Verónica Belaunzarán, líder vecinal de Las Lomas,
se hizo presente entre las familias que protestaron por la presencia de
la familia Peña Nieto en su colonia. Belaunzarán fue vecina activista
contra la nueva ruta de aviones que sobrevuelan su colonia desde mayo
pasado y es hermana de Trinidad Belaunzarán, cercana colaboradora de
Víctor Hugo Romo, quien apoyaba a Ebrard en su candidatura a la
dirigencia del PRD.
Cuando la investigación de su equipo
estaba completa, Aristegui diseñó un plan para potenciar su difusión: el
primer golpe se daría en su portal de noticias “Aristeguinoticias.com”,
pero al mismo tiempo, para fortalecer el reportaje, buscó a Rafael
Rodríguez Castañeda, director de “Proceso” para que lo publicara en la
revista que comenzó a circular el 9 de noviembre. Pero una petición de
Ebrard era que el escándalo estallara internacionalmente, por lo que
Aristegui contactó a varios corresponsales extranjeros. Así fueron
convocados periodistas de AP, Reuters, Washington Post, Al Jazeera, New
York Times y WSJ a una reunión que tuvo lugar el 7 de noviembre al
mediodía cerca de MVS. Ahí Carmen compartió sus investigaciones a cambio
de que citaran al sitio “Aristeguinoticias.com”, y les dijo que lo
hacía con ellos porque ningún líder de opinión mexicano como López
Doriga, Ciro Gómez Leyva o Loret de Mola, le darían cabida debido a sus
fuertes compromisos y los de sus empresas con el gobierno.
Según corresponsales que asistieron a
esa reunión, Aristegui equiparó el escándalo de la Casa Blanca con el
affaire Watergate, que provocó la renuncia de Richard Nixon en los 70,
con base en dos consideraciones: que esa casa era producto de un soborno
a Peña, por los contratos que Hinojosa había recibido del gobierno del
Estado de México y los que recibía del gobierno federal ya como
presidente, y que Enrique Peña había violado la ley al no registrar los
bienes de su esposa en su declaración patrimonial. Esos, dijo, eran
motivos suficientes para que renunciara.
Armada la estrategia, con la información
en manos de “Proceso” y los corresponsales, al acuerdo se sumó el
portal “sin embargo.mx” del periodista Jorge Zepeda Patterson. Llegó el 8
de noviembre y la noticia estalló no sólo en México y a nivel
internacional sino que se volvió un trendign topic en las redes
sociales. Peña Nieto despegaba en el avión presidencial rumbo a Beijing
mientras aquí la opinión pública se incendiaba con escándalo de la Casa
Blanca de Las Lomas; a la crisis por los 43 normalistas desaparecidos de
Ayotzinapa, se sumaban ahora los señalamientos y sospechas de
corrupción del presidente y su familia. El golpe estaba dado y una
semana después, el 14 de noviembre, Carmen Aristegui publicaba en su
colaboración en el diario “Reforma”: “México debe estar preparado. No
quedan muchas dudas. Estamos ante la debacle del presidente Peña Nieto.
Una debacle temprana”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.