MI VERDADERA OPINIÓN SOBRE LA REFORMA CIUDADANA Y SUS SEGUIDORES.
Por Tepozteco.
Indudablemente, mi
opinión y la de los pocos foristas que siguen participando en este espacio son
muy diferentes. Cada vez que expreso mi punto de vista, la respuesta siempre
viene acompañada de múltiples ofensas a mi persona, a pesar de insistir sobre
la manera adecuada de polemizar: argumentar respetando al interlocutor y de
aclararles que tengo el mismo derecho que ellos a exponer mis puntos de vista;
viéndome obligado, continuamente, a responder como corresponde. Aunque no tengo
ningún problema en contestarles de la misma manera y de exhibir sus
limitaciones, el resultado es ya más un pleito que un debate, por consiguiente,
lo más sano es que yo deje de participar y los demás se queden, muy felices, al
coincidir plenamente en sus ideas.
Nuestro país tiene
actualmente una gran cantidad de problemas, tantos que, ningún Gobierno, por
más eficiente que fuera, podría resolver, ni siquiera, una buena de ellos, la
solución substancial requerirá varios sexenios, si es que se continúa por el
mismo camino. Algunos problemas son muy graves y añejos, como la corrupción y
la pobreza de gran parte de la población.
La propaganda negativa, con muy diversos fines, algunos de ellos
encaminados a generar hasta una revolución, inunda las noticias y las redes
sociales, al grado que, es muy difícil determinar el grado de veracidad que
pudiera contener cada información que se difunde..
Los problemas, como ya lo he indicado, solamente se pueden valorar y comparar si conocemos su medición en cifras numéricas (elaboradas por organismos especializados y responsables), las cuales, afortunadamente están suficientemente accesibles para cualquier ciudadano común y corriente que se preocupe por consultarlas periódicamente, La percepción personal de los problemas es eminentemente subjetiva e inútil para valorarlos.
Los problemas, como ya lo he indicado, solamente se pueden valorar y comparar si conocemos su medición en cifras numéricas (elaboradas por organismos especializados y responsables), las cuales, afortunadamente están suficientemente accesibles para cualquier ciudadano común y corriente que se preocupe por consultarlas periódicamente, La percepción personal de los problemas es eminentemente subjetiva e inútil para valorarlos.
Si todos estuviéramos
preocupados por la situación de nuestro país, y por saber si los problemas más
graves están disminuyendo o se están agravando, las cifras que he presentado,
en varias ocasiones, serían conocidas por todos y no ha existirían discusiones
al respecto. Sin embargo, no solamente las desconocen, sino, al presentárselas,
se aferran a sus ideas, acusándome de tratar de defender, a toda costa, a la Administración
actual.
Si me dicen por ejemplo,
que el desempleo ha aumentado, sencillamente, les demuestro con las mediciones
respectivas que es falso lo que afirman, lo cual, de ninguna manera me coloca
como un defensor a ultranza (como me catalogan), sencillamente, exhibe su
ignorancia y su falta de responsabilidad, que los convierte en cautivos de la
propaganda tendenciosa.
Apoyado en los
indicadores más importantes, en mi opinión, nuestro país sí está progresando,
aunque no como quisiéramos, debido a los grandes retos que enfrenta, a la crisis
mundial actual y a la disminución drástica del valor de venta de los barriles
de petróleo.
La opinión de quienes me
critican es exactamente la contraria, al grado de que se están agrupando para
una elaborar “Reforma Ciudadana”, para provocar un cambio colosal que, según mi
pronóstico, se convertirá tan solo en un muro de lamentos; al no tener ni la
menor idea ni la preparación requerida para aportar realmente soluciones a los
problemas que se han enumerado, ni tampoco los medios para interesar a un número suficiente de
ciudadanos, por lo tanto, seguirán, prácticamente solos, compartiendo sus frustraciones.
Reconozco, eso sí, que es
muy grande el número de quienes
comparten sus ideas equivocadas y le están haciendo mucho daño a nuestra patria
aunque, por el momento, pocos actúen violentamente, siendo muy difícil predecir
lo que sucederá próximamente.
Yo, por lo pronto, dejaré
de importunarlos, que la pasen muy bien y les expreso mis mejores deseos para asimilen con entereza el próximo fracaso de su
pretendida Reforma.
Un cordial saludo para
todos.
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