Las protestas y la inconformidad expresadas por mujeres priistas ante el fallo de la Comisión de Honor y Justicia de su partido, que se negó a expulsar a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, y sólo dictó una “suspensión” al exdirigente acusado de manejar una red de prostitución en el PRI capitalino, evidencian que detrás de esa decisión no hubo un análisis estatutario real de la gravedad de esas acusaciones y que, más bien, desde la cúpula del viejo partido se decidió proteger a tan cuestionable personaje al que repudian sus compañeras de partido.
Nueva Izquierda y sus aliados se quedaron con el PRD, mientras que Morena de AMLO aglutinó a muchos de los sectores contestatarios dispuestos a jalar la liga al máximo dentro de un marco legal rara vez aplicado, y donde el caudillo sabe bien hasta donde forzar.
Uno de los problemas ancestrales de la izquierda mexicana ha sido su fragmentación y la descalificación de todos aquellos quienes difieren del argumento dominante en una u otra organización. Desde las épocas cuando el Partido Comunista estaba proscrito y era perseguido por subversivo, la satanización de los diferentes dentro o fuera del partido era la constante de un sectarismo que era peor que la propia represión de los gobiernos priistas. Trostkistas, estalinistas, maoístas y revolucionarios de todo tipo hacían de la izquierda mexicana un grupo sin mayor trascendencia fuera de los espacios intelectuales y universitarios.
La creación del PRD, uniendo a la izquierda marxista con el nacionalismo revolucionario de Cárdenas y Muñoz Ledo, le dio principio de realidad al discurso que seguía soñando con la revolución proletaria en mayor o menor medida. El modelo de caudillos de Cárdenas y López Obrador funcionó como aglutinador de un pensamiento que giraba más en torno a la voluntad de los líderes supremos, que a un proyecto de izquierda novedoso y ajeno a los dogmas del estatismo priista de antaño. Los fracasos electorales de 2006 y 2012 culminaron de nuevo con la fractura total de la izquierda en función de la imposibilidad de conciliar los proyectos individuales con una visión de partido unido.
Nueva Izquierda y sus aliados se quedaron con el PRD, mientras que Morena de AMLO aglutinó a muchos de los sectores contestatarios dispuestos a jalar la liga al máximo dentro de un marco legal rara vez aplicado, y donde el caudillo sabe bien hasta donde forzar. Tanto los bejaranos como el PT buscan sobrevivir, unos dentro del PRD y los otros buscando apoyo de donde sea para mantener el registro. Algo similar le ocurre a Movimiento Ciudadano, la franquicia de Dante Delgado que ha logrado aglutinar a una serie de políticos desplazados y a otros personajes de dudosa procedencia. Así, desde Marcelo Ebrard hasta Hipólito Mora, pasando por el ex panista de la ultraderecha y ex priista Manuel Espino, este partido intenta no desaparecer al incorporar lo que sea en términos de fuerza político–electoral sin importar principio, ideología, o siquiera un poco de pudor. Todo con tal de mantener el negocio.
Para el PRD y Morena, la elección de junio se presenta como el desafío por conseguir el voto de la izquierda y con ello otorgar a uno o a otro la representatividad de este sector del electorado rumbo al 2018. Un PRD sin caudillos, y con la necesidad de demostrar a sus afiliados lo efectivo que resulta el intentar transitar hacia una socialdemocracia moderna, se las verá en las urnas con el voto de los grupos corporativos que fijaron la agenda del partido durante mucho tiempo, y que ahora en Morena tienen la posibilidad de seguir en esta línea de confrontación que les permite aglutinar a los descontentos por el daño ocasionado a estas organizaciones. Por lo pronto la izquierda quedará dividida al menos en dos.
Quien mantenga el liderato podrá imponer condiciones para la carrera presidencial, en donde la izquierda tendrá que resolver si la unidad es posible, o de plano cada uno tendrá que correr por su lado en busca del voto más allá de sus electores cautivos. Esto es lo que se juega en junio.
Leído en http://periodicocorreo.com.mx/invitado-30-marzo-2015/
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