jueves, 30 de abril de 2015

Francisco Martín Moreno - ¿Mancera? ¡un incapaz!

A Ebrard, estoy absolutamente convencido, le va a faltar vida para acabar de arrepentirse en su soledad de haber apoyado con tanta intensidad y éxito la candidatura de Miguel Ángel Mancera como Jefe de Gobierno de la capital de la República, sin duda alguna, una de las urbes más pobladas y complejas del planeta tierra. Si bien es cierto que Ebrard estará arrepentido, no es menos cierto que el electorado capitalino lo estará aún más de haber depositado su voto a favor un individuo sin la menor experiencia urbana, un experto en derecho que como la mayoría de sus antecesores ni siquiera había tenido experiencia como presidente municipal… Por esa razón la ciudad se encuentra en condiciones tan patéticas y lamentables.






No se requiere la experiencia propia de un alcalde para comprobar el escandaloso fracaso de Mancera como operador del DF. Las calles de la ciudad de México cuentan con más agujeros que las de la Bagdad recién bombardeada por la aviación norteamericana. Los capitalinos tenemos que destinar una parte enorme de nuestro presupuesto para la compra de llantas durante la temporada de lluvias sin que se evite caer en hoyancos por donde pueden precipitarse más de 25 automóviles. En los jardines públicos se puede observar un crecimiento de la yerba superior al de la sabana de Tanzania. La policía de tránsito capitalina asalta a los ciudadanos de día y de noche, sólo que en la mañana cambia la indumentaria del ladrón para usar elegantes uniformes ya desprovistos del disfraz de los bandidos. Después de los legisladores capitalinos, la policía del DF es la institución más despreciable del país. Las delegaciones del Distrito Federal están “administradas” por auténticas pandillas dedicadas a esquilmar a toda aquella persona que tramite alguna instancia ante “autoridades” que carecen del menor escrúpulo y que utilizan sus cargos públicos para hacer negocios privados. Cualquier gestión cuenta con su propia tarifa y de no acceder a la petición de estos siniestros personajes simplemente no se podrá contar con la autorización respectiva. Son cuevas de ladrones. Por supuesto que lo son, basta con ver las cuotas que los constructores de casas habitación tienen que pagar para poder iniciar la construcción de sus proyectos. Dichos funcionarios (delincuentes) cobran hasta 50 mil pesos en efectivo por cada vivienda, además de los sobornos para obtener los derechos del agua, entre otros menesteres no menos corruptos. ¿Lo sabe Mancera? Si lo sabe y no hace nada, malo, muy malo y si no lo sabe, peor…

Dichos empresarios tienen que obtener facturas apócrifas para poder deducir las mordidas, o sea que la misma supuesta autoridad está induciendo a los contribuyentes a la comisión de delitos. Una maravilla, ¿no?

Desde el infausto arribo de Mancera los amados chilangos hemos asistido a una creciente parálisis de la ciudad que muy pronto nos conducirá a la inmovilidad total. Cada día se inyectan más automóviles y, sin embargo, por ningún lado se ven las vialidades modernas ingeniosas y audaces que se requieren para el transporte público, para ya ni hablar del servicio de pasajeros, otra ruindad.

Ebrard dejó quebrado al DF, pero además la dejó en manos de un incapaz… Lo peor de todo es que la catastrófica gestión de Mancera le colocará al PRI la jefatura de gobierno en charola de plata… ¡Horror! ¿Otro horror? Sí, claro: Mancera no se descarta como candidato presidencial… ¿Qué…?

(Continuará…)



Leído en http://www.vanguardia.com.mx/columnas-manceraunincapaz-2310832.html

fmartinmoreno@yahoo.com


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.