lunes, 11 de mayo de 2015

Salvador García Soto - El día después… del 7 de junio

Faltan 27 días para las votaciones federales y locales del próximo 7 de junio y en medio del fragor de las campañas, con una reñida contienda por el poder —marcada por guerra sucia, espionaje y violencia creciente en algunas regiones— no pocos empiezan a preguntarse qué clase de escenarios y prospectiva se vivirán después de estos comicios.

Y las predicciones van desde elecciones impugnadas y procesos que terminarán en los tribunales en algunos estados, hasta la pérdida de la mayoría simple del PRI y sus partidos satélite en la Cámara de Diputados, junto al crecimiento de la oposición en San Lázaro, pasando también por jornadas comiciales agitadas por la violencia en Guerrero, Oaxaca y Michoacán, y por una recomposición de fuerzas en la vida política de la República ante la emergencia de nuevos actores como Morena, la fragmentación del voto de izquierda y la posible pérdida de registro de algunos partidos.







El futuro inmediato después del 7 de junio traerá también definiciones aplazadas en el gobierno de Enrique Peña Nieto. Según le vaya a su partido, se prevé que haga, ahora sí, ajustes de gran calado a su gabinete que modifiquen incluso su diseño original basado en dos supersecretarios: el de Hacienda, Luis Videgaray, y el de Gobernación, Miguel Osorio Chong.

De esté último, Osorio Chong, su nombre empieza a mencionarse con insistencia como una de las opciones que el presidente considera para relevar a César Camacho de la presidencia nacional del PRI. Cuando todos se preguntan si el CEN priísta sería para el diputado Manlio Fabio Beltrones, resulta que en Los Pinos consideran que el titular de Gobernación y operador político de confianza del presidente podría encabezar el partido tricolor con miras a preparar la sucesión presidencial de 2018 que, para efectos prácticos, arranca en cuanto pasen las elecciones intermedias.

El envío de Osorio al PRI sería la primera señal de que el presidente tomaría el control anticipado de una sucesión que, en medio de la crisis de imagen y credibilidad que ha golpeado al gobierno, se antoja mucho más que complicada. El grupo gobernante buscaría que el proceso sucesorio no se le salga de control y que la debilidad que le achacan a Peña sus detractores no le impida decidir la designación del candidato priísta a la Presidencia.

Pero de confirmarse el movimiento de Osorio, que significaría una recomposición del gabinete, la pregunta que surge es la misma que se repite desde hace algunos meses en los corrillos políticos: ¿Qué pasaría con Manlio Fabio Beltrones y a dónde iría después del 30 de agosto próximo que concluye la LXII Legislatura en San Lázaro? Curiosamente eso, que inquieta a tantos, no es algo que preocupe en demasía al sonorense que, cuando se le ha preguntado sobre el tema, afirma: “Yo no estoy buscando chamba, por mí que no se preocupen”, dice para dejar en claro que no aceptaría ni la Secretaría de Gobernación, a donde muchos lo visualizan, ni cualquier otra posición por mero chambismo.

Beltrones sí manifiesta interés en el CEN del PRI, pero se muestra consciente de que esa posición necesariamente pasa por el aval de Los Pinos. Y aunque su relación personal con el presidente es cercana y abierta, su problema no es con el jefe, sino con el grupo cercano que rodea a Peña Nieto —léase Nuño y Videgaray— donde, a pesar del impecable trabajo político que hizo a favor del peñismo y sus reformas en el Congreso, no dejan de verlo con desconfianza y recelo. Y sigue entonces la pregunta: si Peña quiere a Osorio en el PRI ¿a dónde irá Beltrones?

NOTAS INDISCRETAS… En los más altos círculos de la Sedena, la pregunta sobre la filtración que hizo fracasar el operativo para capturar a Nemesio Oseguera, líder del Cártel Jalisco Nuevo Generación, tiene respuesta clara y directa: “Fueron los mandos de la Policía Federal en Jalisco” los que dieron el aviso al Mencho, según se lee en el “Reporte de los 13 puntos” que circula al más alto nivel de la Defensa. De esa manera explican por qué, cuando la operación de captura estaba programada para las 4 de la tarde de ese 1 de mayo, se tuvo que adelantar cuando a las 8:30 de la mañana Nemesio recibió el “pitazo” y emprendió la huida desde su guarida en las montañas del sur de Jalisco. La precipitación hizo que el comandante del Ejército que iba al mando cometiera un error garrafal: ordenó suspender el helicóptero en el aire y que tres Gafes descendieran a rapel, momento que los sicarios aprovecharon para disparar contra la aeronave con el lanzacohetes y derribarla. Así ocurrió el golpe histórico del narco a la Defensa Nacional… Los dados abren con Escalera. La semana promete.



sgarciasoto@hotmail.com



Leído en  http://periodicocorreo.com.mx/serpientes-y-escaleras-11-mayo-2015/

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