Por Tepozteco.
No cabe duda que mis puntos de vista son muy poco compartidos por la gran mayoría de los que siguen participando en este foro; para mí (y para muchos otros mexicanos, ajenos a este sitio) las elecciones del 7 de junio harán historia y representan un ejemplo de lo que se puede lograr con el voto, y un punto de partida para seguir ejerciéndolo de manera inteligente y efectiva, como complemento de los movimientos y agrupaciones ciudadanas previos, tendientes a colocar a los mejores candidatos, independientes o de partidos, al obligarlos a escoger buenos elementos para poder competir con posibilidades de triunfo.
El día posterior a estos comicios debía haber sido un día festivo para todos los mexicanos, al haber encontrado (por fin) la fórmula para combatir a la partidocracia; sin embargo, al leer los cometarios de varios foristas en contestación a la columna “¿Cómo les fue…?, escrita por uno de ellos, no había expresiones de alegría, más bien de desaliento, como lo expresó eduardoantonio: “Lejos de festejar…entristece”. Todo porque volvió a salir triunfador en Michoacán un candidato perredista: Silvano Aureoles, sin tomar en cuenta la calidad del candidato y de que no gobiernan los partidos sino las personas elegidas. Entre paréntesis, me quedé esperando a lectura de su acostumbrado Lamento Ciudadano de todos los jueves. Normalmente no me interesa mucho lo que exprese pero, en esta ocasión, sí deseaba saber cómo había asimilado el cambio ocurrido.
La calidad de los candidatos es lo que cuenta para esperar un buen gobierno, como es el caso también de Xóchitl Gálvez, postulada por el PAN pero, hubiera ganado representando a cualquier otro partido.
El saldo de estas elecciones fue muy positivo, los tres principales partidos van de bajada en número de votos, con respecto a las elecciones anteriores, dos de ellos en plena crisis. Un buen signo, porque su preocupación principal deberá ser la de corregir errores .
No creo necesario repetir los otros ejemplos positivos de esta elección. Casi podría asegurar que el próximo gobernador de Jalisco no pertenecerá a ningunos de los tres principales partidos, a menos que, cambien radicalmente.
Una vez más, el voto nulo mantuvo su insignificante porcentaje para lograr algún cambio, aunque sí para beneficiar al PT y al PRI, al primero para evitar, dependiendo de los cómputos distritales, perder su registro, a nivel nacional y, al segundo lo ayudaron a completar una mayoría en la Cámara de Diputados (con el apoyo de los dos partidos que usualmente lo acompañan). En lugar de anular su voto, bien podían haber votado por otros candidatos a diputados, en fin, nadie sabe (aunque debiera) para quien trabaja.
Un cordial saludo a todos los foristas.
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