lunes, 6 de julio de 2015

Eduardo Ruiz Healy - Oxi

De nuevo fallaron los encuestadores. Ahora se equivocaron en Grecia, donde hasta el sábado pasado las encuestas indicaban que existía un empate técnico entre los que votarían por el “sí” (NAI) y los que lo harían por el “no” (OXI) en el referéndum realizado ayer mediante el cual los griegos se pronunciaron a favor o en contra de aceptar las condiciones de recate económico impuestas por sus acreedores. Una encuesta de Bloomberg pronosticaba que el 43% votaría por el “no” y el 42.5% por el “sí”.

Los resultados del referéndum muestran que Bloomberg y los demás encuestadores se equivocaron rotundamente. Al final del día el OXI se impuso con el 61% de los votos emitidos por hombres y mujeres que evidentemente están hartos de vivir bajo las duras políticas de austeridad impuestas desde 2010 por los tres organismos que desde ese año le han prestado poco más de 220,000 millones de euros al gobierno griego para tratar de salvarlo de la bancarrota, organismos que popularmente son conocidos como la troika y que son la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)).







Ahora bien, el hecho de que 6 de cada 10 griegos haya dicho OXI no significa que a partir de ayer se resolvieron sus problemas. Nada más lejos de esto.

Para empezar, los bancos están descapitalizados. El dinero que tienen en sus bóvedas se agotará entre hoy y mañana a pesar de los controles de capital impuestos por el gobierno griego desde la semana pasada. A menos de que el BCE les envíe varias decenas de millones de euros durante las próximas 48 horas, sus cajeros automáticos se quedarán vacíos y nadie podrá retirar un solo euro de sus cuentas bancarias.

Sin dinero, las empresas griegas no podrán seguir abiertas. Desde ahora no disponen del efectivo para pagarle a sus empleados y proveedores. Sin euros, Grecia no puede seguir importando los altos volúmenes de medicamentos y alimentos que la población consume, entre otras muchos productos. Menos tiene la capacidad de adquirir el petróleo para mover su planta industrial y vehicular.

En pocas palabras, las cosas aparentemente se van a poner peor antes de que mejoren.

Al pedirle a los griegos que votarán por el OXI, el primer ministro Alexis Tsipras aseguró que a partir de hoy mismo estará negociando un nuevo plan de rescate con la troika. Sin embargo, esto se ve difícil en vista de que hoy se reúnen en París el presidente de Francia, François Hollande, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, y será hasta mañana cuando se junten en Bruselas los jefes de estado y/o gobierno de los países de la eurozona, reunión a la que no se sabe si ha sido invitado Tsipras, quien si bien goza de la confianza de la mayoría de sus conciudadanos perdió la de sus 18 colegas de la zona del euro.

En lo que a la crisis griega se refiere, nadie sabe a ciencia cierta que es lo que va ocurrir durante los próximos días y cualquier pronóstico es riesgoso. En este asunto se han equivocado los economistas, los encuestadores, los analistas, los políticos, los gobernantes de la eurozona y sus respectivos ministros de finanzas.

Lo único cierto es que ganó el OXI y ahora solo nos queda observar y esperar.

Sitio web: ruizhealytimes.com

e-mail: eduardoruizhealy@gmail.com

Twitter: @ruizhealy



Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=316861



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