Como en el tema de Mecano, los gobiernos priístas recibieron recientemente tres heridas que deberían ser mortales, de no ser porque los dinosaurios nunca mueren.
Se publicaron en Sinembargo tres notas que me parecen elocuentes.
La primera: sobre el acarreo presidencial para el festejo de Independencia en el zócalo capitalino.
Aún en los peores momentos, la fiesta de independencia era un día para hacer a un lado el desprecio al gobernante. Nobles agachones, los ciudadanos acudían a la plaza principal a manifestar su fervor patrio. Con Zedillo y su horror de diciembre; con el noble Bruto y sus dislates; con el pelele presidencial y su "como sea que haiga llegado a la presidencia".
El pasado 15 de septiembre, la noble tradición del acarreo tricolor resultó insuficiente para cubrir las apariencias. La nota de Sinembargo detalla el fiasco. Para documentar nuestro optimismo se incluye una cordial pero amenazante carta de autoridades de Coacalco en la que se "invita" al personal a acudir al zócalo, bajo pena de recibir sanción. ¡Esto si que está en nuestros "genes culturales"!
http://www.sinembargo.mx/15-09-2015/1487027
La segunda nota es más bien la columna de Alejandro Páez Varela sobre Mordor. El término corresponde al siniestro emporio del sátrapa Sardon, cariñosamente apodado "El Aborrecido", de la saga "El Señor de los Anillos". ¿A quién te recuerda por estos lares?
Alejandro señala haber escuchado a alguien, hablar así del estado de México, aunque en realidad todo México es territorio Mordor.
El mexiquense Mordor, des-gobernado por Eruviel "Chapitas" Avila "...tiene montones de pobres y a nivel nacional, es casi lo mismo:
el número absoluto de mexicanos en pobreza aumentó de los 53.3 millones
que había en 2012 a los 55.3 millones que se contabilizaron al 2014, es
decir, 2 millones de personas más. Poco menos de la mitad. Como Mordor.
Mordor tiene sus constructoras de Estado (hechas con préstamos de los
bancos del Estado e infladas con contratos del Estado) y nosotros
también: que Grupo Higa, que OHL, que San Román. Son las mismas. Las
mismas de la “casa blanca” y la de Malinalco y Dios sabe cuántas más.
Mordor tiene a Apolinar Mena, titular de obras que renunció por el
escándalo de corrupción con OHL y que acaba de reintegrarse al gobierno
de Eruviel Ávila. A nivel nacional, todos tenemos a Gerardo Ruiz
Esparza, vinculado en las mismas grabaciones pero que ni siquiera debió
renunciar: sigue en su puesto.
Ahora, desde el Estado, Infraiber, la
empresa que se quejó de presunta corrupción de OHL, es víctima de una
gran venganza que opera la Procuraduría General de la República (PGR)."
La última es más bien doble: el diario británico The Economist publica una nota Gobiernos de AL, entre ellos México, tienen muy molesta a la gente Es definitivamente un contraste radical respecto de aquella portada del muñequito del pastel que llegaba a "salvar a México". En el mismo sitio aparece otra nota sobre la afirmación de la ONG que llevó a la destitución del presidente guatemalteco Pérez Molina: la clave del proceso se encuentra en la protesta social y en la ley.
En México, la ley es letra muerta, asesinada a manos del poder judicial. Respecto a la protesta social, hay zoquetes que afirman que "criticar es muy fácil pero no lleva a nada. Lo que hace falta es apoyar al presidente".
!Ni cómo ayudarlos¡
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