Alfonso Reyes ( 1889 - 1959 ) |
El veredicto
La mujer del fotógrafo era joven y muy bonita.
Yo había ido en busca de mis fotos de pasaporte, pero ella no me lo quería creer
__ No, usted es el cobrador del alquiler, ¿verdad?
__ No señora, soy un cliente. Llame usted a su esposo y se convencerá.
__ Mi esposo no está aquí. Estoy enteramente sola por toda la tarde. Usted viene por el alquiler, ¿verdad?
Su pregunta se volvía un poco angustiosa. Comprendí, y comprendí su angustia: una vez dispuesta al sacrificio, prefería que todo sucediera con una persona presentable y afable.
__ ¿Verdad que usted es el cobrador?
__ Sí– le dije resuelto a todo–, pero hablaremos hoy de otra cosa.
Me pareció lo más piadoso. Con todo, no quise dejarla engañada y al despedirme le dije:
__ Mira, yo no soy el cobrador. Pero aquí está el precio de la renta, para que no tengas que sufrir en manos de la casualidad.
Se lo conté después a un amigo que me juzgó muy mal:
__ ¡ Qué fraude! Vas a condenarte por eso.
Pero el Diablo, que nos oia dijo:
__ No, se salvará
Leído en http://librosalacalle.com/archivo/2005/pdf/alfonso_reyes.pdf
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