viernes, 4 de marzo de 2016

UN POEMA DE:

Una manzana,
en la mañana,
y otra en la cena,
alegra mi alma,
y calma mis penas.
 
Oda a la manzana

A ti, manzana,
quiero
celebrarte
llenándome
con tu nombre
la boca,
comiéndote.

Siempre
eres nueva como nada
o nadie,
siempre
recién caída
del Paraíso:
plena
y pura
mejilla arrebolada
de la aurora!
Qué difíciles
son
comparados
contigo
los frutos de la tierra,
las celulares uvas,
los mangos
tenebrosos,
las huesudas
ciruelas, los higos
submarinos:
tú eres pomada pura,
pan fragante,
queso
de la vegetación.

Cuando mordemos
tu redonda inocencia
volvemos
por un instante
a ser
también recién creadas criaturas:
aún tenemos algo de manzana.

Yo quiero
una abundancia
total, la multiplicación
de tu familia,
quiero
una ciudad,
una república,
un río Mississipi
de manzanas,
y en sus orillas
quiero ver
a toda
la población
del mundo
unida, reunida,
en el acto más simple de la tierra:
mordiendo una manzana.

Pablo Neruda


Me pondré la manzana
Guillermo Tell no comprendió a su hijo
que un día se aburrió de la manzana en la cabeza
Carlos Varela

Me pondré la manzana en la cabeza,
si aprendiste a tirar, en ti confío.

Y si aún no es el tiempo en que debías,
lo sabremos después de que dispares.

De cualquier modo,
me pondré la manzana en la cabeza.

Eduardo Langagne


El eterno femenino

Voy a ponerme a cantar
el muy famoso corrido
de un asunto que se llama
el eterno femenino,
y del que escriben los sabios
en libros y pergaminos.

La Biblia dice que Dios
cometió un gran desatino
cuando al hombre formó
con lodo medio podrido
y sin ninguna experiencia
le salió como ha salido

Un día que estaba durmiendo
en los prados del edén
Dios le quitó una costilla
para hacer a la mujer;
como ya le sabía el modo
resultó a todo meter.

Adán y Eva, desnudos,
iban de aquí para allá,
dándole nombre a las cosas,
que era misión principal:
“esta se llama jirafa
y aquel se llama alacrán.

Mientras Adán bautizaba
la pobre Eva se aburría
y fue a apoyarse a un árbol
donde una serpiente había
que le dijo:—gustas una?
y le dio manzana fina.

“Si la comes, averiguas
lo que va del bien al mal,
lo que debe preferir
lo que debe rechazar,
y la tomada de pelo
que te están queriendo dar”

Ni tarda ni perezosa
Eva la fruta mordió,
y al momento en su cabeza
un foquito se prendió;
y bajo esta nueva luz
el Paraíso contempló.

Con un poco de trabajo
esto podría mejorar;
construirnos una casita,
la comida cocinar,
quitar ese letrero
que nos prohíbe probar.

Pero Adán era muy flojo
y no la quiso ayudar;
porque además tenia miedo
del castigo de Jehová
que lo tenía amenazado
con lanzamiento ilegal.

Adán no entiende argumentos
no hay que discutir con el.
no nació para mandar
nació para obedecer.
No comerá manzana
si no le hago un pastel.

Te voy a dar la receta,
dijo a Eva la serpiente,
y también otros secretos
para seducir imbéciles
y para ganar amigos
e influir sobre la gente.

Por fin, como ustedes saben,
ocurrió lo que ocurrió,
y un arcángel con espada
del Paraíso arrojó
a Eva y Adán, desnudos,
como maldición de Dios.

Y desde entonces, señores,
no hubo mas que trabajar,
poblar de hombres el mundo
y si se acaba, empezar
llevando muy bien la cuenta
de lo que se hizo y se hará.

Adán marchaba llorando,
y mirando para atrás
un paraíso perdido
que no va a recuperar,
y Eva pensaba en la historia
que acababa de empezar.

Señores, pido perdón
y con esta me despido.
La serpiente va enredada
en los versos del corrido
en que se cuenta la hazaña
del eterno femenino

II

Voy a ponerme a cantar
el muy famoso corrido
de un asunto que se llama
el eterno femenino,
y del que escriben los sabios
en libros y pergaminos.

Unos dicen que perdió
a la humanidad entera
por comer una manzana
que los dioses le prohibieran
porque fue desde el principio
desobediente y rejega.

Por eso nacen sus hijos
entre gran pena y dolor;
y por eso no debe de entrar
al santuario del Señor,
ni a la cátedra del maestro
ni al taller del obrador.

Vuela, vuela palomita,
y salúdame al pasar
a Eva y a la Malinche,
a Sor Juana, a la Xtabay,
y a la Guadalupanita
si vas por el Tepeyac.

Porque me voy despidiendo
y no quisiera olvidar
a ninguna, aunque bien sé
que en un corrido vulgar
ni están todas las que son
ni son todas la que están.

Rosario Castellanos


La manzana de Adán

No soy eva
Afrodita
ni Minerva

Soy quien temes,
lo mismo que deseas

Mi piel
reedita
memorias
de caballeros
andantes...
en eterna discordia

Ante mi:
sangre,
ofrendas.
esclavos.

Por mi:
su épica lucha
febril sudor
punzante hambre

No soy Eva,
ni Afrodita,
ni Minerva

Soy quien vive en tu cuerpo de Adán
entre el amor y la guerra

Soy historia
y soy pérdida
Lo que evocas en tu viril dolor
de la miseria.

Soy y he sido
así habré de ser:
"Fruto prohibido"
que colapsa lo que eres.

Metafora que asfixia tu voz,
tu timbre, acento y sed.

Nudo que no desatas,
esfera que no disuelves
que ni espulsas
ni digieres.

Lo mismo vibro en tu silencio
llanto intenso
grito apotéotico
y devenir de tu palabra...

Soy cautiva-rehén
en el crisol de tu garganta

Media luna de mármol me custodia...
Hago pacto y alianza con
el púrpura vigía...
que suave humecta
la escultura de tus labios.

Tu boca se abre
el cielo se cierra...
te excluye, te exilia

No soy Eva,
Afrodita,
ni Minerva

En vano buscas el amparo,
esperas la indulgencia
Te adelantas al alba...
a la bondad de una lluvia
de rocío que depura...
Ayunas,
Comulgas
floto suspendida...
cálida, húmeda...

Soy
habré de ser
la que he sido:
Mítica manzana del edén
reminiscencia exclusiva del paraíso

...Por los siglos de los siglos...

Así sea

Amén

Nancy Torres







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