martes, 5 de abril de 2016

Dan T - Los papelazos de Panamá

El otro día estaban cuatro amigos jugando al golf. Eran hombres de mucho dinero que habían construido sus fortunas a lo largo de los años, no siempre con los mejores métodos, porque ya se sabe que detrás de cada gran fortuna hay un crimen.

Pero, bueno, ellos en realidad eran personas decentes, de esas que aparecen regularmente en las páginas de sociales y muy pocas veces en las páginas de este, nuestro periódico. Han mezclado los negocios y la política, gracias a sus múltiples contactos, aunque siempre tratando de mantener esa imagen de limpieza y pulcritud que los acompaña a todas partes.

Uno de ellos pidió parar el juego porque necesitaba ir al baño. Los otros tres estuvieron de acuerdo y en lo que lo esperaban, se pusieron a platicar, orgullosos, de sus hijos:

-No es por presumir, pero a mi hijo le está yendo muy bien como agente de bolsa. Ha ganado tanto dinero este año y ya ven que es tan espléndido, que le regaló un condominio en Santa Fe a uno de sus amigos en apuros.









-Hombre, pues ahora que lo comentas, fíjense que mi hijo me pidió que lo apoyara para poner un negocio de importación de coches. Y le ha ido tan bien y ha ganado tanto dinero, que el otro día, de puro gusto, le regaló a uno de sus amigos un Porsche.

-Oigan, pues por lo que me dicen ustedes y mi hijo, la crisis económica ya pasó. Le heredé el negocio joyero y está ganado tanto dinero, que nomás por presumir a un amigo le regaló en su cumpleaños ¡un Rolex! y era de diamantes.

Justo en ese momento regresó el cuarto amigo del baño y los otros tres le preguntaron por su hijo:

-Pues la verdad, no sé qué decirles. Mi hijo es prostituto. Sí, se acuesta con hombres por dinero. Ah, pero eso sí: yo creo que es muy bueno en lo que hace, porque ya le reglaron un condominio en Santa Fe, un Porsche y hasta un Rolex de diamantes.

Yo por eso no soy rico. Bueno, por eso y también para que mi nombre no aparezca en los famosos Papeles de Panamá. Se trata de la investigación periodística más grande que te puedas imaginar. Participaron 300 reporteros de todo el mundo, quienes se dedicaron a revisar, uno por uno, millones de documentos de una firma de abogados de Panamá. En resumidas cuentas, es la historia de cómo millonarios de todo el mundo (incluidos reyes, presidentes, futbolistas y hasta la actriz mexicana Edith González) crearon empresas fantasma para esconder en ellas su dinero. Y no estamos hablando de mi quincena, sino de auténticamente millones y millones de dólares.

Nomás para que le vayas calculando el agua a los camotes, el empresario Juan Armando Hinojosa, el mismo que le vendió la casa blanca a “La Gaviota” en abonos chiquitos, aparece en esos documentos. Y ahí se revela que sacó de México ¡100 millones de dólares! y los fue a esconder en una cuenta muy discreta en las Islas Caimán, para que nadie pudiera encontrarlo, especialmente los que cobran impuestos.

En este momento dos cosas me inquietan. La primera, por supuesto, es que mi nombre pueda aparecer en los Panama Papers, y se revele que escondí en un paraíso fiscal mi colección completa de estampas del álbum Panini.

La otra cosa que me quita el sueño es ¿por qué diablos en los documentos no aparecen políticos mexicanos? Ha de ser porque todos son súper decentes. ¿O será porque esconden lo que se roban bajo el colchón? Seguramente es porque ni siquiera ahorran y todo se lo gastan.

¡Nos vemos el jueves!



Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/los-papelazos-de-panama-1459848266



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