martes, 5 de abril de 2016

Vicente Bello - Lozoya Austin, Hank, Hinojosa, Caro Quintero, Yáñez, Salinas Pliego…

Con la revelación que se ha conocido como Los Papeles de Panamá, el Congreso mexicano tiene ante sí la obligatoriedad de asumir el trabajo mayor que la Constitución le ha otorgado, la de ejercer la función de Control Político, y, con ello, ponerse a investigar y hacer que se cumpla la rendición de cuentas. Pero, ¿lo hará?

Uno de los grupos parlamentarios en el Congreso de la Unión que se toma más en serio el papel de opositor, Morena, ha admitido desde ayer que la cosa no será nada fácil, porque el PRI ya se aprestaba desde temprano a construir un bloque granítico que contenga, a toda costa, lo que presumen los opositores que es un asunto grave de evasión de impuestos, lavado de dinero y ocultamiento de actividades delictivas en gran escala, Morena, en voz de Rocío Nahle García, anunció que hoy solicitará al Pleno la creación de una comisión especial que dé seguimiento a los mexicanos que, en Los Papeles de Panamá, fueron descubiertos prácticamente con las manos en la masa. Y no son cualquier hijo de vecino. Al contrario, son unos verdaderos hijos del dinero… Con el que suelen hablarse de tú.












Todos ellos tienen el común denominador de estar estrechamente relacionados con políticos encumbradísimos, del tamaño de Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso. Pero, ¿qué de qué se trata con esto que han dado en llamar Panama Papers, que primero publicó un diario alemán, seguido por cientos de todo el mundo?

Panama Papers es una filtración de los archivos secretos de un despacho panameño llamado Mossak Fonseca que tiene por razón de ser la evasión de impuestos y el ocultamiento de fortunas de clientes de todo el mundo.

A decir de las agencias que han catapultado la noticia histórica, la filtración fue de 11.5 millones de registros del despacho panameño Mossak Fonseca. Y los clientes encuerados de dicha consultora son 132. Pero qué clientes: Todos, absolutamente, tiene que ver con individuos poderosísimos, que hacen suponer de entrada que no serían más que puros prestanombres de estos.

Vladimir Putin, el dictador de Rusia disfrazado de presidente, está en la picota. Aunque no está mencionado directamente, tiene a un amigo íntimo, dedicado a músico, metido entre la clientela de Mossak Fonseca con una montaña de dinero a su nombre. Y así también hay españoles por supuesto, cercanísimos a la Corona. Y árabes. Y el presidente Argentino. Y… ¿Quién, quiénes están de México? Pues adivine, respetada lectora, respetado lector. De México están nada menos que personajes ligadísimos al presidente Enrique Peña Nieto y al secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso.

Ahí le van los nombres: Juan Armando Hinojosa Cantú y Emilio Lozoya Austin. Hinojosa es nada menos que uno de los hombres más consentidos de México, pues el Grupo Empresarial de su propiedad Higa tiene actualmente –según ha denunciado Rocío Nahle, coordinadora del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados- “más de 60 mil millones de pesos del erario público” por concepto de adjudicación directa de diversas obras públicas en el país.

Y enumeró Rocío: “Grupo Higa, tan solo lo que nos dice la auditoría del 2014, está metido en el proyecto del Acueducto de Monterrey 6, en la ampliación del Hangar Presidencial, en el Museo del Barroco, el Hospital de Zumpango, en unas obras de la Universidad Autónoma del Estado de México y en vialidades del Estado de México, en el ISSSTE Tlatelolco y en un sinfín de obras que se le han adjudicado en forma directa”.

A Juan Armando Hinojosa, en Los Papeles de Panamá, se le adjudica un movimiento por 100 millones de dólares precisamente un día después de que, en 2014, se supo de la existencia de la casa blanca, conocida así la residencia de Enrique Peña Nieto y su esposa en las Lomas de Chapultepec, y a la que la oposición calificó ya de Monumento a la Corrupción en México.

Emilio Lozoya Austin fue el director general de Petróleos Mexicanos hasta febrero de este año. Fue uno de los artífices y promotores centrales de la reforma energética, que en julio de 2014 hizo posible el PRI junto con el PAN, Pvem, Panal –y el consentimiento encubierto del Prd- y también el director que firmó contratos contrarios a la causa de la paraestatal, como los que signó con Oceanografía, cuyo ex propietario, Amado Yáñez, también figura en la lista de Panama Papers. Oceanografía timó a Pemex y a Banamex.

En el resto de mexicanos que se menciona, están Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, Carlos Hank Rohn, hijo de uno de los capitanes del Grupo Atlacomulco Carlos Hank González, y al que pertenece el actual presidente Enrique Peña Nieto. Y no menos famosos como el narcotraficante Rafael Caro Quintero.

Con los Papeles de Panamá, veremos, una vez más, de qué está hecho el Congreso mexicano. Un Congreso desprestigiado a más no poder. De hecho, la Legislatura actual es una de las más subordinadas a los intereses que administra el Ejecutivo federal. No es ocioso cuando hay quienes tildan a las Cámaras de Diputados y de Senadores como meras Oficialías de Partes de la Presidencia de la República.

Para conformar una comisión investigadora, como la que dijo Nahle que solicitará hoy al Pleno, se requerían solamente 128 diputados. Un derecho de Minoría contemplado por la Ley Orgánica del Congreso y por la Constitución.

El trajinar del PRI este día muy probablemente va a consistir en bloquear a ultranza esta solicitud, incluso cuando la ley permitiría la creación de dicha comisión con tan solo 128 legisladores en pro.



Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/lozoya-austin-hank-hinojosa-caro-quintero-yanez-salinas-pliego-1459837295



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