viernes, 1 de abril de 2016

Impronta Gatuna

Dioses, demonios e hijos adoptivos, se podría decir a grandes rasgos que estas son las etapas que ha recorrido el gato durante su existencia. El gato o gato doméstico (Felis silvestris catus) comunmente llamado minino, michi, bicho, etc. es una subespecie de mamífero carnívoro de la familia Felidae. El gato está en convivencia cercana al ser humano desde hace unos 9500 años, el gato junto con el perro son las mascotas preferidas en los hogares, el gato se caracteriza principalmente por su simplicidad, no requiere gran esfuerzo en su cuidado, el gato hace su vida, no necesitamos sacarlo a pasear, socializarlo, ni entrenarlo, solo requiere un tazón de agua, otro para la comida y un lugar para sus necesidades fisilógicas, es un animal independiente, limpio, compacto, tranquilo, dormilón de día, activo de noche, de carácter esquivo con los extraños, pero cariñoso con los conocidos, más no es demandante de cariño y atención como los perros, ellos viven y dejan vivir. Aunque hay sus esepciones como en todo, (he tenido gatos encimosos y codependientes.)

Hay muchas razas, algunas sin pelo o incluso sin cola, como resultado de mutaciones genéticas y años de manipulación artificial, y existen en una amplia variedad de colores. Son depredadores por naturaleza, siendo sus presas más conocidas los ratones, aves pequeñas, reptiles e insectos, pero son capaces de cazar especies de mayor tamaño como conejos. ardillas, etc. Se comunican por medio de maullidos, ronroneos, olores y lenguaje corporal.














Filogénesis felina


proailurus
Asi como dentro de cada perro hay un lobo, dentro de cada gato  hay un león, según estudios publicados en 2007 en la revista Nature los ancestros considerados más cercanos al los antepasados del gato serían el proailurus (pequeño carnívoro europeo y arborícola aparecido hace 40 millones de años) y el pseudaelurus que vivía hace de 9 a 20 millones de años en Europa y en Asia Durante el oligoceno, los félidos se repartieron en dos subfamilias. La primera era de la clase Nimravidae, y la segunda de la Felidae. De esta última surgen durante el oligoceno los proailurus que se diversificaron y expandieron por áfrica y ámerica llenas de presas herbívoras, para su alimentación y subsitencia.

pseudaelurus
Los gatos comenzaron a separarse de las lineas salvajes hace 130,000 a 100,000 años, estos decienden de un grupo de gatas salvajes que se asociaron con el hombre en Oriente Medio hace unos 10,000 años, esas gatas salvajes empezaron a convivir con los humanos atraidas por los ratones que parasitaban a la especie humana, ellas seguian engendrando crias con gatos salvajes pero criandolos en condiciones sedentarias lo que modificaba sus habitos.


Características para la caza

Los felinos varían en forma y tamaño, pero la mayoría comparten rasgos como:
- Son corredores rápidos y ágiles
- Oído y vista agudos
- Un sentido del olfato muy desarrollado
- Garras retractiles afiladas que usan para lanzarse sobre la presa, defenderse y trepar (excepto el guapardo)
- Dientes afilados y potentes mandíbulas para desgarrar y masticar, van directo al cuello de la presa para dañar su médula espinal y provocar asfixia.
- Espina dorsal flexible y largas extremidades, aunadas con unas claviculas chicas que aumentan su velocidad y zancada, que fácilitan atrapar desde el lugar en el que asechan.

Historia de los gatos

La historia comienza en el antiguo Egipto, a partir del tercer milenio antes de Cristo, donde eran venerados, hasta el punto de hacer ceremonias y entierros lujosos en su muerte. La domesticación del felino en Egipto duró milenios, y estaba prohibido sacar a los gatos del país. Los fenicios consiguieron criar sus propios gatos, y se extendieron primero por China y luego por Europa.

Los antiguos egipcios usaban para llamar al gato la onomatopeya « miou», cuya transcripción es miw en masculino y miwt para el femenino (el español usa también este tipo de onomatopeya, que se encuentra en el verbo maullar). Se convirtió en un animal de compañía apreciado por su dulzura, su gracia y su indolencia, pero sobre todo por ser un animal protector. Al cazar pequeños roedores, protege los silos donde los egipcios guardaban su cosecha (sobre todo el trigo), recurso vital para este pueblo de agricultores. Al cazar ratas, el gato elimina un vector de enfermedades graves (como la peste). Además, al cazar serpientes venenosas alrededor de los hogares donde vivia.

Antes del gato los  sacerdotes consagraban sus atenciones al león, pero éste era feroz y pesado, y el gato no tuvo problemas para imponerse. Aunque en esa época no estaba perfectamente domesticado, se mostraba al menos más dócil. Además, los sacerdotes señalaron que con el paso de las generaciones, el pequeño felino aceptaba cada vez mejor al hombre y se dejaba incluso acariciar.

Cualquiera que ha observado detenidamente el ojo felino no puede evitar el darse cuenta como la pupila se abre (dilata) o se cierra (comprime) en respuesta a la luz. Este hecho no escapó de los antiguos egipcios quienes lo relacionaron con las fases de la luna, una asociacion que ligó al gato aun mas a la noche. Una vez que hicieron esta asociacion, eventualmente transfirieron a el gato el poder de la luna para controlar las mareas, el clima, la plantacion y las cosechas.

En tal forma los egipcios tomaron a su unica especia nocturna domesticada, le transfirieron las cualidades de el sol y de la luna, y lo hicieron un simbolo de la luz en la oscuridad. Asi sus gatos estuvieran tranquilamente descansando a su lado o hurgando en la noche, los egipcios creian que los gatos los protegian de los peligros de la oscuridad.

La primera consagración del gato tuvo lugar cuando la diosa Bastet, símbolo de la fecundidad y de la belleza, se representó con una cabeza de gato. La diosa simbolizaba la luz, el calor y la energía solar, pero también, debido a sus rasgos felinos, representaba el misterio, la noche y la luna. Además, se pensaba que ayudaba a la fecundidad de hombres y animales, que curaba enfermedades y que velaba las almas de los muertos. Así se puede entender que las leyes del faraón impusieran una protección rigurosa para los gatos. Quien matara a uno de los pequeños felinos se arriesgaba a la pena de muerte. Se cuenta que un dignatario romano que mató accidentalmente a un gato fue linchado por la población a pesar de la petición de calma del faraón, deseoso sobre todo de que Roma no interviniese en su territorio.

El culto y la preocupación por el bienestar del gato se transmitirá de padre a hijo. Los funerales de los gatos se colmaban de todos los honores de estado y la familia a la que pertenecía guardaba luto y se afeitaba las cejas. Cuanto más rica era la familia, más importantes eran los funerales y más suntuoso era el sarcófago. Acompañaban al gato ratones embalsamados. En 1890 se descubrieron en Tell Basta, la antigua Bubastis, en otro tiempo capital de Egipto, más de 300 000 momias de gatos. Estaban aún guardadas en sus pequeños cofres de madera esculpida o rodeadas de juncos colorados y entrelazados. Los cuerpos estaban envueltos en bandas de colores ricos y variados, y tenían la cara cubierta con una máscara sobre la que se podía distinguir el hocico, los ojos, las orejas y los bigotes.

Grecia y antigua Roma

Según la leyenda, los egipcios rechazaban las peticiones apremiantes de los griegos para comerciar con los gatos, a los que veneraban como a dioses. Los griegos decidieron entonces robar los gatos. Cogieron al menos seis parejas y las llevaron a Grecia. Algunos meses después nacieron las primeras camadas, y algunos años después, los criadores pudieron vender gatos a los Romanos, a los Galos y a los celtas. La especie se extendió poco a poco por todos los países mediterráneos. La acogida del gato fue más bien moderada. Aunque no los adoraban como los egipcios, los griegos adoptaron al animal, reconociendo su don como cazador, pero reconociendo también que era más agradable para la convivencia, ya que era más bonito, refinado, dócil y limpio que las mofetas y las garduñas. El gato se usaba a veces como animal de compañía, aunque los griegos preferían al perro. El gato era en principio un juguete, un regalo caro traído de Egipto para ofrecerlo a las cortesanas.

Se cuenta que una joven griega, que tenía muchas ganas de tener un gato egipcio, rompió con su prometido ya que éste se negaba a ir a Egipto a buscarle uno, y se buscó un novio nuevo que sí aceptó.

El gato en Roma no era un animal cercano al hombre. El equivalente al gato para ellos era la comadreja, ejemplo de ello es que en las fábulas de ësopo no aparece el gato. Aunque al principio solo las familias ricas pudieron tener uno, este animal era tan prolífico que poco a poco todos los romanos que quisieron pudieron tener uno. Este pequeño felino fue muy bien acogido entre los soldados romanos, llegando a llevarlos incluso en muchas campañas. Durante estas campañas muchos gatos fueron “quedándose” por el camino, lo que ayudó a la propagación de este animal por toda la Roma Antigua.





China

Asia emprende muy buenas relaciones comerciales con Europa. El gato se intercambia con finas sedas y de esta forma llega a China. Los primeros rastros de gato que se encuentran en China datan de la dinastía Han, alrededor de 1000 años a. C.

El animal fue acogido calurosamente, por su belleza y su don cazando ratones. Se convierte en símbolo de paz, de fortuna y de serenidad de la familia. En esta época, el gato es un animal doméstico reservado a las mujeres, se le da el poder de atraer la buena suerte y de alejar a los demonios con la ayuda de sus ojos brillantes. La divinidad agreste Li-Show tenía la apariencia de un gato.






Japón

Gato Bobtail
Los gatos llegaron a Japón en el siglo VI al mismo tiempo que la doctrina budista, pero su introducción real data del 19 septiembre de 999, fecha del aniversario del emperador Ichijo, al que le regalaron un gato por sus trece años. La imagen del gato evolucionó mucho en Japón, donde será considerado a veces portador de buena suerte por su pelaje de concha de tortuga, y otras veces maléfico por su cola ahorquillada. El éxito del gato es tan importante en el país que una ley del siglo XVIII prohibió el encarcelamiento y el comercio del animal. Algunas historias cuentan que los japoneses mimaban tanto a sus gatos que éstos dejaron de cazar ratones, que llegaron a proliferar hasta tal punto que los japoneses tuvieron que pintar gatos en las paredes de sus casas para cazar a los roedores.

Santuario gatuno

Existe una isla dedicada a rendir culto a los gatos, se trata de  Tashirojima, una pequeña isla perteneciente a la prefectura de Miyagi en la viven cientos de  gatos que son tratados como auténticos dioses por el apenas centenar de personas que habitan en la isla y que creen firmemente que dar de comer a los gatos trae buena suerte, salud y riqueza.

Todo comenzó  cuando la principal actividad económica de Tashirojima era la cría de los gusanos de seda, la cual se vio amenazada por una plaga de ratones, y para tratar de controlar de una forma ecológica  (que no dañara las orugas) a la plaga de ratones, recurrieron al gato, convirtiendo la isla en un paraiso para los gatos callejeros, una isla sin perros (prohibido turistear con perro), donde son alimentados, cuidados como Dioses, donde hasta tienen un santuario cuya fachada es gatuna.
 El comercio de Seda cultivada decayó con el tiempo, y ahora básicamente se dedican a la pesca, y los gatos son los encargados de "limpiar" el desperdicio.

Los habitantes de Tashirojima no solo alimentan a los mininos para atraer la fortuna a sus vidas, sino que velan por su comodidad y vigilan que ningún turista o pescador que se aproxime a la isla traiga un perro consigo. Su fascinación por estos animales es tan grande que los consideran una especie de dioses. Por ello, han construido un santuario para rendirles culto, cuya fachada imita la figura de un gato.

El problema principal de la isla es la escaces de humanos jóvenes, más del 80 por ciento de los habitantes de Tashirojima tiene más de 65 años y solo uno, menos de 45, por lo que el Gobierno nipón la ha declarado en peligro de extinción de población humana, la promueven como destino turístico dedicado al gato. Y todo aquel humano jóven que sea amante fervoroso del Dios Amo Gato tiene las puertas habiertas para recidir ahí. Ya saben.

India

En la India, el gato es honrado como en Egipto, y la diosa de la fecundidad, Satí, tiene la apariencia de un gato, igual que Bastet. Hay pequeñas estatuas hechas de cerámica que muestran esta honra. Se instalaban en ellas pequeñas lámparas de aceite para asustar a los ratones por la noche, de la misma forma que los ojos del gato se iluminan por la noche. Esta facultad se usó también para alejar a los malos espíritus.

Los budistas aprecian la capacidad de meditación del gato, sin embargo, éste no forma parte de los cánones del budismo. Ésta exclusión resulta de un incidente sucedido a un gato que se quedó dormido durante los funerales de Buda.







Una leyenda budista sobre gatos

En el sureste asiático existía una rama del budismo que creía que cuando una persona que había alcanzado los máximos niveles de espiritualidad fallecía, su alma se albergaba en el cuerpo de un gato y permanecía de esta forma hasta que el animal moría. Sólo despues de esto, el alma de la persona podía ocupar un lugar eterno en el paraíso.

Esta creencia se obtuvo a través de los rollos manuscritos en Tailandia conocidos como “Libro de los poemas del gato”.

Por aquella época, las familias tailandesas, durante el ritual de enterramiento de una persona, se introducía un gato vivo en las tumbas, dejando un pequeño espacio para que pudiera salir por allí. Cuando el gato lograba salir, se consideraba que el alma del difunto ya había pasado a habitar el cuerpo del gato.

Los felinos y la cultura en México

Nuestra cultura no puede quedar excenta de la influencia felina, pero concentrada en los grandes felinos como el jaguar al que se le denominaba Ocelot, y era conciderado el rey de los animales. En Tenochtitlán los líderes militares de mayor rango, los guerreros mas importantes y feroces vestían capas, tocados y mascaras hechas de plumas y piel de jaguar y eran llamados los caballeros jaguar, cuyo título seria "Tlacochcalcatl", jefe de casa de armas.

Los emperadores aztecas no solamente se adornaban con capas, sandalias, y utilizaban insignias hechas de jaguares; tenían también el privilegio exclusivo de utilizar en los tronos, tapetes y cojines hechos de piel de jaguar, todo como símbolo de autoridad . Para los aztecas, el jaguar fue el disfraz de Tezcatlipoca, el dios responsables de guiar a Quetzalcóatl la serpiente emplumada quien enseñó e introdujo la práctica de los sacrificios humanos.

En la cultura Maya , el jaguar era denominado Balaam o Chac y era símbolo de poder. La gente que utiliza vestimentas de jaguar es una persona con autoridad en la sociedad, por lo general representada en los códices. El Dios del Sol, se transformaba en jaguar para poder viajar durante la noche por el mundo de los muertos.

La piel moteada del felino, representaba las estrellas. Las ruinas Mayas de Yucatán presentan elaboradas imágenes del jaguar. Para los Mayas, el sol jaguar dominaba la noche y el día, el sol jaguar al caer la tarde luchaba contra Xilbalban ( el inframundo ) durante la noche, venciéndolo y saliendo una vez mas al día siguiente.

Una historia Maya dice que el final de la tierra vendrá cuando los jaguares asciendan del inframundo para devorar el sol y la luna y tal vez el universo... y un eclipse es una muestra del evento final. La palabra Chilam se aplicaba a una clase de sacerdotes que eran oráculos, adivinos y profetas, mientras que la palabra Balam traducida como Jaguar, indica algo misterioso y oculto.

Los llamados "Libros de Chilam Balam" son los libros sagrados de los sacerdotes Mayas.

Edad Media

El gato tiene buena reputación en la Europa de la baja Edad Media, sobre todo en el campo, donde los campesinos lo aprecian por su talento como cazador, en especial en las cuadras y en los almacenes. A pesar del juicio de la iglesia católica, que lo consideraba una criatura demoníaca, los conventos y los monasterios los usaban para acabar con los roedores. Los irlandeses creían incluso que los alimentos que entraban en contacto con un gato, al igual que con otros animales, ya no se podían comer y se volvían impuros. Las penitenciarías ponían castigos que iban desde el ayuno hasta varios días a dieta severa a base de pan y agua para los que comieran cualquier alimento o líquido que hubiera estado en contacto con un animal. De la misma manera, la iglesia desaprobó un exceso de familiaridad con los animales y en especial con el gato, que es el único animal que tenía acceso a toda la casa.

Las primeras persecuciones comenzaron en el Vº siglo, San Patricio y después el papa Gregorio Magno declararon su cariño hacia el gato. En esta época se pueden ver gatos en las representaciones de Santa Ágata y Santa Gertrudis. El gato se beneficiaba de cierto respeto en el siglo XI cuando llegaron a Europa las primeras hordas de ratas negras para devorar los cereales y la fruta.

En principio, la imagen de los gatos es positiva en el islam por el afecto que sentía Mahoma por ellos, ya que su gata Muezza lo salvó de la mordedura de una serpiente. Otra historia cuenta que un día Muezza se quedó dormida al lado del profeta en su cama. Cuando éste se tenía que levantar, como no quería despertar a la gata, cortó un trozo de su túnica, sobre la que reposaba el animal. Hay muchas otras historias sobre el gato en el Corán y, tradicionalmente, los musulmanes querían conservar a los gatos. Además, maltratar a un gato se consideraba un grave pecado en el islam.

Desgraciadamente, la renovación de los cultos paganos después de la peste negra y el resurgimiento del culto de Freyja, la diosa germano-escandinava de la fecundidad, hacia la mitad del siglo XIV, provocó la pérdida de los gatos, que desde entonces se asoció a cultos infernales, debido a su antigua adoración por parte de los paganos y sobre todo por el reflejo de la luz en sus ojos, que se creía que eran las llamas del infierno. En la simbología medieval, el gato se asociaba a la mala suerte y al mal, y dado que era negro, también se asociaba al disimulo y a la feminidad. Su comportamiento sexual muy expresivo, su gran necesidad de dormir, considerada pereza, y sus vagabundeos han contribuido a forjar una imagen negativa. Era el animal del diablo y de las brujas. Se le atribuían poderes sobrenaturales, como la facultad de tener siete vidas. En el caso de los gatos negros, color que se asociaba al diablo, una única mancha blanca en el pecho o en el cuello les concedía clemencia, ya que se consideraba que era una manifestación divina.

La inquisición, el Papa Inocencio VII y su edicto de 1484 hicieron que se sacrificaran gatos para las fiestas populares, lo que marcó un gran período de persecución para el felino.5 Este edicto tuvo un impacto importante en las clases populares y luego se extendió a la nobleza.

Se consideraba que el diablo se disfrazaba de gato en sus visitas a la tierra, y fue condenado al igual que sus maestros, los brujos y las brujas. Según ciertas fuentes, fueron muchos los que se quemaron vivos en las plazas públicas. Otras afirman, sin embargo, que las grandes investigaciones realizadas en los archivos invalidan esta hipótesis. Las condenas de gatos a la hoguera serán insignificantes al igual que las de gallos y se encontrarán más de sapos o de lobos.

En Inglaterra, bajo el reinado de María Tudor, se queman gatos como señal de la herejía protestante, mientras que bajo el de Isabel I, se queman como señal de la herejía católica.

La inquisición reunía en la misma hoguera a los herejes, a las brujas, a los asesinos y a los gatos en la noche de San Juan. En las grandes plazas de los municipios, los lugareños erigían hogueras en las que echaban a los gatos que habían capturado. Fue así como el gato estuvo ausente en la gran peste negra del siglo XIV. Las creencias duraron varios siglos, alimentadas por los hombres de la iglesia, los soberanos y los príncipes.

Sin embargo, el Renacimiento significó un cierto cambio en la suerte de los gatos, especialmente debido a su acción preventiva contra los roedores, devoradores de las cosechas. Habrá que esperar hasta 1648 para que el rey Luis XIV, gran amante de los gatos, prohibiera quemar a los gatos en la hoguera de la noche de San Juan, ya que calificaba esta tradición de bárbara y primitiva. Sin embargo, no fue hasta la revolución francesa cuando las hogueras se consideraron unánimemente supersticiones y actos de crueldad.



Los gatos en la Cultura y las artes

Los gatos siempre han sido fuente de inspiración para literatura, pintura, poesia, escultura, teatro, música, danza, tiras cómicas y dibujos animados. Se puede decir que el gato llego para invadirnos, nos gusten o no. Tratare de hacer una reseña de todas estas áreas,  con solo unas pequeñas muestras de cada rubro.

Empezemos por literatura y poesía:


Aquí podemos encontrar autores como García Lorca poeta miembro de la generación del 27,  a Pablo Neruda amante irredento de los animales, Jorge Luis Borges y su fascinacion por los felinos, y su amado Beppo,  Charles Baudelaire  y sus poemas al gato incluidos en las flores del mal de 1857;  T. S. Eliot y su libro de poemas Old Possum de 1939 que  musicalizo Andrew Lloyd Webber para la exitosa obra Cats, Edgar Allan Poe, Guy de Maupassant, ambos colocando al gato como un ser terrorifico, Colette como símbolos poderosos de necesidades intimas, Lewis Carrol y su Alicia en el país de las maravillas donde aparece  y desaparece el gato sonriente, Ernest Hemingway, Haruki Murakami, Charles Bukowski, Patricia Highsmith, Rudyard Kipling, Hermann Hesse que aunque su obra más famosa es el Lobo Estepario, era un enamorado de sus gatos, al grado de no poder concentrarse si desaparecían por días. Jean Paul Sartre y su gata Nada, que aquí entre nos creo que le inspiro el concepto del 'Ser en si'. En fin la lista sería interminable. Pero no podemos dejar de mensionar a Carlos Monsiváis, y mi favorito, Julio Cortázar y su escurridizo gato Theodoro, que lograba que sus ojos se humedecieran y hacerlo sentir como un imbécil sin su presencia.

Pintura,  y escultura

El gato a sido inmortalizado tanto en pintura como en esculturas por infinidad de artistas, por nombrar algunos:  Theophile-Alexandre Steinlen, Louis Wain, Pierre Bonnard, Pablo Picasso, William y Marguerite Zoranch, Jacques Nam, Orovida Camille Pissano, János Vaszary, período Meiji japonés, China S. XIX,  y  escultores como: Giacometti,  y Fernando Botero.

Leche matutina de Marguerite Zorach
Gatos psicóticos, Louis Wain


Gato lavándose  de William Zoranch




Gato, de Fernando Botero

Cine y caricaturas

Y por ai fuera poco encontrarnos los gatos en lo que leemos, admiramos, también los podemos disfrutar en el cine con películas inolvidables como Desayuno con diamantes, basada en un libro de Truman Capote (otro adorador gatuno), Me enamoré de una bruja, Austin Power, El gato con botas de Charles Perrault, Como perros y gatos, acá Más negro que la noche, los Aristogatos, y una larga lista de caricaturas televisivas que nunca me perdí ( y todavía veo ) como Tom y Jerry  (antes de que hablaran), Silvestre y Piolín, Garfield, El gato Félix, Don Gato y su pandilla,  y un largo excétera.


Que malitos somos!!!




Creo que he visto un gatito!!!



 Gatos en la política

En 1912 una campaña publicitaria postulo al gato Hank para el Senado del estado de Virginia, al cual describió como un candidato independiente, orgulloso, enérgico con una experiencia de vida única y de ideologías moderadas. Hank sabe sabe que la clave para un futuro próspero en EE. UU. está en la creación de nuevos puestos de trabajo. El apirante a representante tiene una historia probada de energía y determinación, que hacen de él el mejor candidato del estado de Virginia, aseguran sus partidarios. "Viajando por el estado he visto a personas reales, con problemas reales y no a conejillos de indias usados en experimentos políticos", dice en su sitio web oficial. Sin embargo, Matthew O’Leary, director de la campaña del felino, el candidato a senador tiene también algunos defectos: es perezoso y no infunde temor. Además, el gato tiene los mejores modales, ya que cuando ve una bolsa con comida apetitosa emplea todo tipo de artimañas para tenerla.

El Candigato Morris nacio en  Xalapa, Veracruz,  y se postuló para la presidencia municipal en 2013, su postulación fue díficil por ser algo nuevo en México, y para el IFE ahora INE, pero no se resignó, su campaña la hizo básicamente en redes sociales y se hizo viral. En poco tiempo alcanzó la fama mundial así como el odio de parte de los rivales humanos, los cuales constantemente mandaron perros a su casa para tratar de agarrarlo y acabar con él. Al final de la contienda como era de esperarse ganó la mafia en el poder, pero a base de puros complos, y calumnias, (le inventaros un lio amoroso con una tal gatita Lolita Asegún que trabajaba en Gatovisa), implicandolo en mil tranzas de las que sus adversarios gozan impunemnte, en fin, actualmente, haiga sido como haiga sido, gracias a sus millones de seguidores obtenidos en la campaña, logró convertirse en una respetada figura pública, apoyando causas humanitarias, protestas y demás manifestaciones y movimientos civiles en pro de un México mejor. Entre ello su campaña contra el IVA para el alimento de mascotas ( la cual también perdió por la mafia en el poder) y sus apariciones en universidades. También inició la ahora prestigiada entrega de premios "El harenero dorado" en el cual premia a los alcaldes por su excelente labor social.


El que si logro llegar al cargo de Alcalde electo y vitalicio de Talkeetna en Alaska es Stubbs, un gato al que postularon como candidato independiente siendo aún cachorro, y estando todavía dentro de una caja con sus hermanos  disfrutando de la leche materna, logro ser electo y lleva más de 15 años en el cargo, donde su comunidad lo califica como el mejor que han tenido, en sus propias palabras: "No sube impuestos, no interfiere con las empresas y es honesto", y a pesar de que pasea desnudo, duerme largas horas enfrente de todos, y se da arrumacos públicos.

Los residentes de Talkeetna no estaban contentos con ningún candidato humano durante las elecciones, por lo que votaron por Stubbs como 'candidato independiente'. Y ganó. Debido a que la región es un "distrito histórico", la alcaldía es más simbólica que funcional, dijo Andi Manning, presidente de la Cámara de Comercio de Talkeetna.

Pero el poder, al parecer, se le ha subido a Stubbs a la peluda cabeza. "Durante todo el día tengo que cuidar del alcalde. Es muy exigente", dijo Farrar Skye, empleado de la alcaldía. "Maulla y maulla y maulla, y exige que sea puesto en el mostrador, lejos de los turistas, y entonces toma una larga siesta". Pero casi todo el mundo está dispuesto a soportar el estilo de vida del alcalde, sobre todo porque es una gran atracción turística para la comunidad de 800 habitantes. Manning ha dicho que con frecuencia atrae a decenas de turistas que se encuentran en camino a otros destinos de Alaska, como el Monte McKinley. Stubbs tiene una página en Facebook donde tiene miles de seguidores. Se mantiene fiel a su comunidad, a menudo apareciendo en los negocios locales, aunque de forma inesperada.

Frases gatunas

Dentro de las expresiones populares de diversas civilizaciones el gato siempre ha ocupado un lugar interesante.

Dar gato por liebre - Proviene de la sospecha de que los vendedores u hosteleros cuando no tenían liebre o conejo servían gato...

Aquí hay gato encerrado -  En el siglo de XVI se utilizaban bolsas hechas con piel de gato para guardar dinero, que acabarían llamandose "gatos". De ahí vendría esta expresión, con el significado de un tesoro o secreto oculto a la mirada.

Buscar cinco pies al gato  Surgió esta expresión de la costumbre de agarrar de la cola a los gatos, refiriendose a esta como "quinto pie", pero  significando una busqueda de explicaciones rebuscadas sin demasiado fundamento.

De noche todos los gatos son pardos - Expresión en la que se refiere que en la oscuridad de la noche es más fácil ocultar defectos o situaciones. El gatopardismo implica una apariencia de cambio externa pero en lo interno (en lo oscurito) todo permanece igual.

Ponerle el cascabel al gato -  Se refiere a la fuerza de los más débiles para doblegar la voluntad de alguien más poderoso (siglo XIV)

El gato escondido y la cola de fuera -  Expresión que  indica al culpable de una situación ya que son muy evidentes las pruebas de su culpabilidad.

 Gato con guantes no caza ratones - Creerse superior

Caer de pie como los gatos - Ser ágil en resolver problemas

Cuando el gato no esta los ratones se divierten - Cuando prevalece el caos sobre el control

Defenderse como gato panza arriba - Defenderse con valentía

El gato te comió la lengua - Negarse a decir algo

Eso lo sabe hasta el gato - Vox populi

Gato escaldado del agua fría huye - La experiencia forma el carácter.

Habia cuatro gatos, o no hay ni un gato - Poca o nada de gente reunida.

Tener siete vidas como los gatos - Que se salva de situaciones difíciles.

Es como quitarle un pelo a un gato - Algo de poco valor o cantidad, que al quitarlo no se nota.

Jamás en el mismo plato, comen el ratón y el gato - No se pueden juntar cosas o caracteres totalmente opuestos

Cara de beato, uñas de gato  - Hipócresia


Conclusión


No obstante que las opiniones humanas  puedan ir de la adoración, al rechazo y la aceptación por los gatos, hasta a llegar a acaloradas discusiones sobre la idealización que se ha hecho de esta especie, a los gatos les importa una pura y dos con sal.

¿Por qué hay gente que ama tanto a los gatos se preguntan muchos? dicen que cada quién elige su mascota según sus necesidades, tal vez porque somos personas que amamos la tranquilidad, el individualismo, las relaciones no forzadas, nos desagrada la efusividad mal planeada, deseamos un mundo tranquilo, silencioso, sin escándalos, donde cada quién es lo que es sin que nadie se lo reproche,  en lo personal amo a los perros, los respeto y los apoyo lo más que puedo, pero mi forma de ser es más parecida al gato que a los perros, no soy confrontativa, tiendo más a la graciosa huida, tiendo a caer de patas, pero a la mera hora se enfrentarme, soy acertiva, y tengo las garras afiladas, pero bien guardadas para cuando sea extrictamente necesario y no quede de otra, adoro que sean tan libres los gatos porque en esa medida yo también soy libre, pero con su presencia tan ausente y lejana, adoro ese silencio acompañado, en fin, en pocas palabras soy devota de los gatos, deseo en otra vida ( si la hay ) ser un real gato, no una vil copia como soy ahora, más falsa que una moneda de tres pesos, porque no les llego ni a los talones, quisiera ser tan salvajes e impasibles como son ellos, quisiera su independencia y mandar todo a volar, vivir tranquila, sin política, sin sociedad. Un mundo ideal. Perfecto,  como son ellos.










Buen fin!!!


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