Y es que tienen razón miles o millones de ciudadanos agraviados por el Reglamento de Tránsito y el No Circula, que han provocado enojo apenas comparado con el malestar causado por la contingencia ambiental del 15 al 17 de marzo.
En esa ocasión, como recuerdan, también miles o millones de ciudadanos mentaron madre contra los gobiernos capitalino y federal por el descuidado en el control del medio ambiente. Y también en este caso asistió la razón a los ciudadanos molestos, ya que, sin duda, existió un descuido.
Pero la verdadera curiosidad es que no pocos ciudadanos exhibieron la peculiar esquizofrenia de una sociedad inconforme con todo y de todo, alentada por las intolerantes redes sociales que –cual Chimoltrufia– así como dicen una cosa, dicen otra.
Pero la esquizofrenia social es aún más patente cuando se escucha a los inconformes criticar a Mancera –sea por la contaminación, tránsito de los mil diablos y/o por el endurecido no circula–, por las “torpes medidas” que, según dicen, lo llevarán a perder la candidatura presidencial.
Y es que en comederos o centros de grilla se escucha el clásico: “¡Qué pendejo Mancera, no puede tomar esas decisiones suicidas; ya perdió la candidatura presidencial!”.
Y por eso preguntamos: ¿qué dirían esos mismos ciudadanos enojados y que “pendejean” a Mancera, si el jefe de Gobierno se fuera por la fácil de ignorar el peligro de la contaminación? ¿No sería un gobernante irresponsable que estaría anteponiendo sus intereses políticos a la salud pública de los capitalinos?
Lo cierto es que Mancera tiene razón. Hace lo que un verdadero estadista: anteponer la salud de los ciudadanos a todo proyecto político. Lo demás, las posiciones radicales y ofensivas no son más que esquizofrenia social, intolerancia en redes y estupidez ciudadana.
Y si Mancera militara en un partido y le importaran más su aspiración presidencial que la salud ciudadana, no habría tomado las siguientes decisiones:
1.- Seguro no habría promovido el “no circula” endurecido. 2.- Seguro en su momento no habría autorizado el aumento en la tarifa del Metro. 3.- No habría avalado el nuevo Reglamento de Tránsito. 4.- Seguro no habría cerrado la Línea 12 del Metro. 5.- No habría promovido la iniciativa para regular la mariguana. 6.- No habría impulsado y reculado en proyectos como el Corredor Chapultepec o la Rueda de la Fortuna de Chapultepec. 7.- No habría roto con su antecesor, Marcelo Ebrard. 8.- No habría relegado a René Bejarano y 9.- No se habría distanciado de los “Chuchos”.
Y es que todas esas decisiones han tenido un alto costo político y de imagen y han sido tomadas por un gobernante que no tiene frente a sus ojos la prioridad de 2018. ¿Qué no es eso lo que reclaman miles de ciudadanos que se quejan de que los gobernantes usan como trampolín político el puesto público?
¿No será que el problema del DF son –somos– en buena medida los ciudadanos?
Pero además, a Mancera le estalló en las manos el petardo de la contingencia ambiental, pero AMLO y Marcelo Ebrard apostaron al automóvil, más que al transporte público; el PAN en la Ciudad de México apostó al populismo del amparo contra el “no circula”, y Morena invierte todo su capital en hacer fracasar el gobierno de Mancera, sin importar la salud ciudadana.
¿No es la contaminación culpa de todos?
Al tiempo.
Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/mancera-tiene-razon-con-el-no-circula-1459933690
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