jueves, 16 de junio de 2016

Raymundo Riva Palacio - Los maestros rebeldes

Todas las movilizaciones y paros académicos que había realizado la Sección 22 en sus casi 36 años de vida, habían causado que toda una generación de niños y niñas en la primaria perdiera ocho años de clases.

1er. TIEMPO: EL OXÍGENO PÚBLICO PARA LA SECCIÓN 22. La historia del poder de la Sección 22 del magisterio, la cabeza de la Coordinadora, que es la disidencia del magisterio, no puede verse sin el apoyo y el control de tres gobernadores priistas. Heladio Ramírez, que llegó al poder en 1986 y fue el primero en darle concesiones importantes como el control sobre la educación en el estado, y el manejo de plazas y dineros. Luego vino José Murat, que empezó a gobernar en 1998, y que como parte de un arreglo para la gobernabilidad, liberó a 11 miembros de la Sección 22 a quien su antecesor, Diódoro Carrasco, hoy uno de los operadores políticos del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, había encarcelado, acusados de haber participado en un ataque a una guarnición militar en Huatulco, atribuida al Ejército Popular Revolucionario (EPR) . Después llegó Ulises Ruiz, que dos años después de haber asumido la gubernatura en 2004, un movimiento magisterial buscó derrocarlo.









La dirigencia de los maestros disidentes se prestó a intereses políticos de un ex gobernador y del entonces secretario de Gobernación foxista, Carlos Abascal, quienes compartían el objetivo de verlo caer. En 2005, los maestros, la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), con el apoyo de algunas células del EPR, manipulados por Murat a través del ex líder taxista Flavio Sosa, una de las cabezas de esa rebelión urbana que recibía instrucciones directas de él, tomaron la capital para forzar la salida de Ruiz. El gobernador Ruiz, que también conocía las correas de transmisión de la disidencia magisterial, envió a su lugarteniente, Jorge Franco, secretario general de Gobierno, a realizar la negociación. Fue con Enrique Rueda, quien era secretario general de la Sección 22, quien tenía abierta una averiguación previa en la PGR por haber sido uno de los cuadros del EPR que años antes habían puesto bombas en Oaxaca. Pero no fue esa acusación con la que lo persuadieron a desinflar el movimiento y que Ruiz sobreviviera. Rueda se esfumó en 2007 con un boleto de ida únicamente para Australia y 20 millones de pesos en la bolsa, que salieron de los dineros ocultos que manejaba Franco. La historia del poder público asociado a los maestros no terminaría ahí, como se ha visto en los últimos años.

2do. TIEMPO: LÍDER MAGISTERIAL RICO, MAESTROS POBRES. Poco antes de ser relevado de su cargo, un informe confidencial llegó al escritorio del entonces secretario de Educación, Emilio Chuayffet. Todas las movilizaciones y paros académicos que había realizado la Sección 22 en sus casi 36 años de vida, habían causado que toda una generación de niños y niñas en la primaria perdiera ocho años de clases. Eran los tiempos en que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto negociaba con los líderes de la disidencia magisterial con la idea de que apoyarían la Reforma Educativa. La cabeza negociadora era Rubén Núñez, un maestro normalista que salió de la Región de la Costa, y que por el acuerdo de dirigencia rotativa, le tocaba en ese momento la dirección a esa, una de las siete regiones en Oaxaca. Núñez enfrentó el desafío de Francisco Villalobos, líder en otras de las regiones, y para frenarlo, recibió el apoyo de la Unión de Trabajadores de la Educación, el ala más radical de la disidencia magisterial vinculada con el Frente Popular Revolucionario, que es el brazo sindical del EPR en el estado. Núñez, como un muro de contención de Villalobos, considerado un cuadro político con astucia, inteligente y muy agresivo, recibió varios apoyos subrepticios. El principal fue del gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, quien financió su ascenso a la secretaría general de la Sección 22 con la intervención de un ex líder, cercano a él, Gabriel Chiñas, y de Carmen Vázquez, apodada La Jicayán, maestra de preescolar, una de las figuras más radicales de la disidencia en Oaxaca y que organizó el grupo de choque magisterial llamado Los Pozoleros, quienes intentaron el boicot electoral y el desalojo de militares de las juntas distritales en las elecciones federales de 2015. Núñez ganaba más de 140 mil pesos mensuales de manera irregular, y las autoridades lo sabían. Nunca hicieron nada, ni siquiera la semana pasada, cuando lo capturaron por otras razones: lavado de dinero, producto, según la Procuraduría General de la República (PGR), de créditos a maestros con tasas hasta de 180 por ciento, asociado con ETESA, una empresa con más de 15 años de operar, dirigida por Héctor Peredo y su hija Jessica, casada con el diputado de Nueva Alianza, Bernardo Quezada, quien en un solo día, en 2008, compró 11 propiedades en Miami con un pago de seis millones de dólares en efectivo. Los negocios ocultos de un maestro pobre, que resultó rico.

3er. TIEMPO: LOS CAMINOS SIEMPRE PASAN POR CASA OAXACA. Desde marzo del año pasado había conflictos en la cúpula de la Sección 22 de Oaxaca, cuando comenzaron a circular dos panfletos anónimos en contra de Francisco Villalobos, su secretario de Organización, donde lo acusaban de corrupción y usar su cargo para enriquecerse. Villalobos es el hombre radical de la Sección 22, que proviene de la región de los Valles Centrales, y que por su alta membresía es la que aporta el músculo y la permanencia a las movilizaciones y los plantones. Villalobos siempre contaba con el respaldo de las regiones de la Cañada y la Costa, que son las más beligerantes y violentas. Villalobos llegó al cargo después de perder la secretaría general ante Rubén Núñez, apoyado por el gobernador Gabino Cué, con el apoyo, paradójicamente, de Jesús Martínez Álvarez, cuando era secretario general de Gobierno de su pupilo, a quien ayudó a crecer en la política estatal. En ese entonces Martínez Álvarez y Cué, que llegaron a Oaxaca para concretar uno de sus objetivos de vida política, ya habían empezado a separarse. El alumno ya no le hacía caso al maestro, y el maestro lo resentía. Pero que cada uno respaldara a diferente líder de la disidencia magisterial, sólo podría explicarse en un estado tan enredado en su vida pública como Oaxaca. Villalobos tenía otros padrinos. El más, Fredy López Rosado había sido director de la Escuela Normal Urbana en el Istmo, uno de los cuadros más ideológicos de la disidencia magisterial, muy cercano al ex gobernador José Murat y el 5 de junio perdió en las urnas la alcaldía de Ixtepec. Como Núñez, Villalobos tiene ranchos, vehículos y dinero. Pero al igual que el secretario general de la Sección, no está acusado de ello ni de enriquecimiento inexplicable. Las imputaciones van por otro delitos, no vaya a ser que si enfilan correctamente, Murat, Ruiz y Cué salgan afectados. Eso sí que no.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

@rivapa



Leído en http://www.ejecentral.com.mx/los-maestros-rebeldes/



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