miércoles, 23 de noviembre de 2011

Columna sugerida por Alexjandro-----------------------> Faltan más líderes sociales



Alexjandro nos recomienda esta columna que circula por internet en http://www.sinembargo.mx y que reflexiona sobre la apatía de la sociedad en cuestiones sociales.


FALTAN MÁS LÍDERES SOCIALES 

¿Será cierto lo que reza el dicho popular: “el que no tranza, no avanza”? ¿Será 
que más que un dicho es un estilo de vida en México? Para expertos sobre el 
tema, como Sergio Aguayo y Yoshio Ávila, la poca participación ciudadana es una 
de las razones por las que los políticos han podido hacer y deshacer a sus 
anchas. Sin embargo, esto no puede ser un destino manifiesto. Ambos, junto con 
luchadores sociales de la talla de Javier Sicilia, coinciden en que, cada vez 
más, aparecen líderes sociales que contribuyen al cambio. Pero falta, pues en 
México uno de cada cinco mexicanos participan a través de la sociedad 
organizada, mientras que en los países escandinavos 70% de la ciudadanía 
participa en esos grupos. La apatía y el pavor por la violencia impiden a la 
sociedad para que no haya empoderamiento ciudadano, pero sin duda la cultura 
ciudadana ha mejorado. “Un ciudadano se construye a partir de su inclusión en la 
sociedad”, afirma Aguayo... y eso no lo podemos pasar por alto 


Por: Alfonso Castañeda    Fecha:  noviembre 21, 2011 - 00:11  |  Un comentario

Rosa tiene una tienda modesta al sur del estado de Puebla. “No tenía dinero para 
surtirla”, confiesa. Pero en las elecciones de 2010 llegó su vecina y le susurró 
algo en el oído. Parecía un golpe de suerte. Segundos después, cuenta, llamó a 
sus dos hijas y las apuró: “Corran, en casa de Lilí regalan despensas. Apúrense 
porque se acaban y ya no tenemos mercancía”. Su vecina era funcionaria en la 
Presidencia Municipal y “compraba los votos para su candidato”.

Rosa confiesa este episodio, y reconoce: “Lo he hecho cuando se puede. Sé que es 
feo, pero es el dinero del pueblo. De que lo roben ellos, a que lo utilicemos 
nosotros… mejor nosotros”. Cuenta que en su comunidad se reparten despensas, 
incluso dinero por barrer y adornar los salones y plazas durante los mítines de 
campaña, comprometen su voto a cambio de un beneficio personal. La historia de 
Rosa es una de miles, quizá de millones en el país.

Para el analista Sergio Aguayo tiene que ver con “la debilidad de los partidos 
políticos y el descontento social. La gente se siente desilusionada porque en 
México los partidos políticos y los funcionarios públicos no representan sus 
intereses. Hay un vacío”. Sin embargo, Rosa vota según sus necesidades 
personales: “Mi hija necesita una plaza en el magisterio y hay amigos que están 
en campaña, si voto por ellos me pueden ayudar. De todos modos, los políticos 
son iguales”, dice. Esto, al sur de Puebla. Aunque en Oaxaca se venden plazas en 
más de 120 mil pesos.

El Sistema de Aguas de la Ciudad de México precisó que se retiran más de 40 
toneladas diarias de basura en la capital del país, allí donde recibe el agua de 
los principales colectores y canales. La Comisión Federal de Electricidad 
advierte que millones de hogares y comerciantes “se cuelgan” del alumbrado 
público, por lo que México pierde más de 20 mil millones de pesos al año debido 
al robo de electricidad. La Policía Federal informó que más de un millón 600 mil 
infracciones de 2006 a 2010 se contabilizaron en las carreteras federales de la 
nación. Y de éstas, sólo un 50% se pagan.

La lista de negligencias ciudadanas es larga. Millones de acciones negativas que 
le acarrean más problemas al país. Aunque la queja siempre señala a la clase 
política del país, ¿cuál es el papel de los ciudadanos? ¿La sociedad mexicana 
tiene el gobierno que se merece? ¿Será cierto lo que reza el dicho popular: “el 
que no tranza, no avanza”?


El poeta del silencio

Hay un antes y un después en la vida de Javier Sicilia. Antes, su nombre no era 
tan conocido como ahora. Tenía sus lectores, tanto en ensayos como en poesía. 
Vivía en Cuernavaca con su familia, y desde ahí redactaba artículos que 
criticaban a la clase política, el catolicismo dogmático y proponía rutas para 
una mejor democracia. De ahí se desprende su nuevo libro Estamos hasta la madre. 
En 2009 recibió el Premio Aguascalientes, por su trabajo poético.

Antes del 28 de marzo de 2011, su principal arma era la palabra escrita. Pero 
tras la muerte de Juan Francisco, su hijo, Sicilia salió a las calles del país 
para manifestar su rabia e indignación. Ya no tenía metáforas para expresar el 
dolor que le quemaba dentro. “Te tienen que matar un hijo para darte cuenta de 
cómo está el país. Sería lamentable que muchos mexicanos hiciéramos valer 
nuestra ciudadanía cuando te asesinen a tu hijo. Yo, desde entonces, no paro”, y 
se le dibuja una sonrisa triste.

El dirigente de Movimiento por la Paz es otro a partir de esa fecha. Recorre el 
país donde sus ojos recogen las crueles imágenes de la violencia y la barbarie. 
Narra la escena de una camioneta en Veracruz, “con montones de cuerpos sin vida. 
A eso hemos llegado”.


–A usted le mataron a su hijo. Ha dicho que ya no puede sentir más dolor que 
ése. Desde entonces se ha movilizado, ¿tenemos que pasar por una experiencia tan 
dolorosa para que la sociedad reaccione?

–Ojalá que no. Hay mucha gente en el país que sí hace cosas. La palabra, no es 
tanto reacción, sino acción. Es lo contrario a la apatía. Darnos cuenta que este 
país es nuestro y que podemos hacer mucho por él. Que esos cabrones –los 
políticos y narcos– escuchen nuestra voz, que no nos vean como parte de su 
mercado.


–Habla de apatía, pero también existe el pavor. ¿No es el pavor lo que se 
necesita para tener a una sociedad más cabizbaja, más devaluada… menos 
ciudadanizada?

–El pavor detiene. Inmoviliza. Pero también hay un límite por parte de la 
sociedad: que se lo crean. Que se crean la idea de que no pueden hacer nada. A 
mí me mataron a mi hijo, a muchas familias las han mutilado, y nos organizamos. 
Llega un punto tan doloroso que ya no puedes más que levantarte y exigir tus 
derechos. Hoy, como ciudadano, ya no puedes cruzarte de brazos –su voz es 
mesurada, pero habla con ímpetu, convencido de lo que dice.


Se le dan algunos ejemplos de personas que, tras la tragedia, encaran a los 
responsables. El caso de los padres de los niños muertos y heridos en la 
Guardería ABC, de los jóvenes asesinados en una fiesta de Ciudad Juárez… él 
mismo. Se le pregunta qué sintió cuando tuvo en frente a Felipe Calderón.

Ya se sabe qué le dijo y qué le respondió el Presidente, ¿pero qué sintió? 
Sicilia suspira: “No tengo nada personal contra él. Tenía la necesidad de 
decirle lo que pensaba. Luego fue una honda tristeza. Hay impotencia. Él es 
corresponsable, pero no es el único”.


–¿Qué se necesita para que un ciudadano ejerza sus derechos?

–Que no tenga miedo.


–¿Usted tiene miedo?

–Muchísimo. Pero no voy a parar. Creo que es válido tener miedo, pero es peor 
quedarse inmovilizado.


–Dice que ha dejado de escribir poesía… ¿es cierto?

–Sí. Con la muerte de Juan Francisco no tengo más nada que decir. La poesía es 
palabra. Y lo contrario a la palabra es silencio… Soy silencio. Pero como 
ciudadano, tengo derecho a alzar la voz.


San Honesto… líbranos de todo mal

Luisa Gloria Mota vivió 10 años en Estados Unidos, donde estudiaba. Escuchaba de 
sus compañeros que México era un país atestado de corrupción. Al final de la 
carrera, Luisa Gloria tenía que realizar un proyecto que contribuyera, a través 
del diseño gráfico, a detonar cambios sustanciales en su sociedad. Regresó a 
México, elaboró un cuestionario sobre corrupción “y un 90% de los entrevistados 
respondieron que habían sido corruptos. Les pregunté de qué manera podrían 
erradicar la corrupción y su respuesta fue: con un milagro”.

El resultado de esa inquietud fue Factoría de Santos, cuya misión es que la 
gente se dé cuenta “que el milagro está en cada uno de nosotros. Que somos el 
cambio”, dice Luisa Gloria. Ella, después de meditar a propósito de las 
respuestas de los encuestados, creó a San Honesto, el santo de la corrupción. La 
imagen de un indígena rodeado de elementos luminosos, mexicanos y cuya misión 
sea que las personas se vean reflejadas en esta imagen. El rostro de San Honesto 
lleva un espejo en su rostro “para que nos veamos en él. Cada uno lleva a ese 
San Honesto. Es importante saber que sí podemos tener acciones positivas”.

Factoría de Santos (http://www.factoriadesantos.com/) ha creado, además de San 
Honesto, a Santa Tolerancia y próximamente hará su aparición Santa Congruencia. 
Estas imágenes, desligadas de lo religioso, están diseñadas para que las 
personas hagan sus propios milagros e impulsen al país, pero desde una postura 
personal. A Luisa Gloria no le interesa presentarse como la dueña de estas 
imágenes. Ella las creó para quienes las quieran hacer propias. Trabaja, 
conjuntamente, con artesanos y organizaciones que crean en el cambio positivo y 
la transformación.

“Hemos recibido propuestas de partidos políticos para que estas imágenes se 
utilicen en sus campañas, pero sin decirte nombres, les respondimos que no. 
Estos Santos son de todos”, Luisa Gloria está segura de lo que dice. Tanto así 
que su proyecto se ha extendido hasta Venezuela, donde San Honesto ya es el 
reflejo de cambios.

Factoría de Santos produce playeras, imágenes de barro, plástico y escapularios. 
Aunque no evangelizan, Luisa Gloria cree que la gente se acerca a estos santos 
por iniciativa propia: “Hay que rezarles con acciones diarias, positivas. La 
corrupción puede acabarse con la responsabilidad de las personas. Hay que creer 
en uno mismo”. Cualquier punto negativo de los ciudadanos, la joven diseñadora 
lo esquiva. No le interesa hablar del lado oscuro de México, sino de la 
transformación “y eso comienza por uno mismo. Todos somos honestos, sólo hay que 
reconocerlo día a día”.


El que no tranza, no avanza

Esta frase, para los mexicanos, parece más un estilo de vida que un mero dicho 
popular. La Encuesta Nacional de Corrupción y Buen Gobierno de 2010, elaborada 
por Transparencia México, indica que el año pasado se cometieron 200 millones de 
actos de corrupción brindados por autoridades de los tres niveles de gobierno y 
algunos por el sector privado. Se encuestaron 15 mil 326 hogares en todo el 
país.

El resultado también es desalentador en términos económicos: se destinaron más 
de 32 mil millones de pesos en “mordidas”. O en cifras más precisas, por 
“mordida”, cada hogar mexicano gastó 165 pesos en 2010, es decir, 14% de su 
ingreso total. Las entidades con mayores casos de corrupción fueron, en primer 
lugar, el Distrito Federal, seguido por el estado de México y Guerrero, 
respectivamente.

Sin embargo, Sergio Aguayo considera que “si la sociedad está apática es debido 
a tantos años de gobiernos autoritarios. Hay una separación muy clara entre lo 
público y lo privado, esa brecha genera un gran distanciamiento entre la clase 
política y los ciudadanos. Para una democracia, el papel ciudadano es clave, 
transformador, pero hay debilidad y desprestigio en los partidos políticos”.

Al respecto, Yoshio Ávila tiene un punto más positivo, también romántico pero 
realista. Es acapulqueño, egresado de la carrera de Ciencias Políticas del 
Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y uno de los integrantes de la 
organización civil Oficio Político. Para él es importante resaltar que en el 
país “hay millones de personas contribuyendo positivamente. No todo es tan 
catastrófico como se cree”. Le apuesta a la participación ciudadana. Será por 
eso que hace dos años convocó a varias universidades a nivel nacional para 
generar debate y crear propuestas. La respuesta fue:

“Un total de 36 universidades del país participaron en estas mesas de debates. 
Todo salió de nuestro bolsillo. Lo iniciamos con las redes sociales, pero 
también fui a algunas universidades de otros estados y así fue como se hizo 
posible esto. Uno de los objetivos era demostrar que los jóvenes no somos el 
sector apático del país. Tenemos propuestas. No estamos de acuerdo con muchas 
decisiones que se toman, pero creo que sí hay políticos que hacen su trabajo, no 
sólo funcionarios públicos corruptos”.

Al doctor Sergio Aguayo le preocupa la poca participación ciudadana. Coincide 
con Yoshio Ávila en que sí hay líderes sociales que contribuyen al cambio, pero: 
“En México uno de cada cinco mexicanos participan a través de la sociedad 
organizada. En países escandinavos es 70% de la ciudadanía la que participa en 
esos grupos. Esto quiere decir que nos falta mucho”. Se le pregunta al 
especialista lo mismo que a Javier Sicilia, si tiene que ver la apatía y el 
pavor en la sociedad para que no haya empoderamiento ciudadano…

“Sí, también. Pero no podemos soslayar que tampoco ha mejorado la cultura 
ciudadana. El descontento es mayor. Sí hay una responsabilidad muy fuerte en la 
sociedad. Se nota en los cambios democráticos, cuando la participación de la 
gente en asuntos políticos está presente. Un ciudadano se construye a partir de 
su inclusión en la sociedad”, apuntala.

Y Yoshio Ávila lo reafirma con sus acciones. Tiene varias propuestas por 
exponer. Reuniones con expertos, estudiantes con iniciativa, medios de 
comunicación y víctimas. Al joven politólogo no le interesan los sátrapas del 
país, sino los funcionarios públicos que tienen un trabajo y una agenda 
política. Está seguro que sí los hay.

“Creo, que en la medida en que tengamos mejores ciudadanos, tendremos mejores 
políticos”, dice el integrante de Oficio Político.

Rosa, para volver al inicio, asegura que no siempre se deja corromper: “Pero ya 
lo dije: es dinero del pueblo. No me siento mal. Son nuestros impuestos”. Ella 
está en la lista negra de los ciudadanos no ejemplares, pero Yoshio Ávila invita 
a que los medios también se detengan en los buenos resultados, en los ciudadanos 
comprometidos. “No niego que haya un alto índice de corrupción. Tampoco, que los 
políticos tengan una pésima imagen, a mí me interesa que haya más personas 
empujando temas en la opinión pública. Si queremos una mejor clase política, 
tenemos que crear mejores ciudadanos”, finaliza.


Estadistas derrotados---------------------------------> Juan Ignacio Zavala



Ahora resulta que todos los que se bajan de una contienda electoral lo hacen porque tienen “una visión de estadista” y saben anteponer a sus “legítimos derechos” personales el bien de la organización a la que pertenecen. De esa manera quien perdería con una gigantesca diferencia imposible de remontar resulta ser alguien que estaba cerca del tan ansiado y codiciado triunfo, pero que de pronto decidió que no. Que lo mejor era no enfrentarse al puntero porque competir llevaría al partido inevitablemente a la división. La competencia democrática como generadora de división y quebrantadora de la unidad, mejor el candidato de unidad.
La semana pasada vimos cómo Ebrard hacía a un lado sus ambiciones porque el hare krishna de López Obrador le ganó por una respuesta a interrogantes que se hicieron a un determinado número de personas. El tan aplaudido hombre que necesitaba la izquierda moderna en México, el que le iba a dar la vuelta a López Obrador para encabezar una propuesta seria y adecuada para el país, el político profesional que llevaría a la izquierda hacia el centro, se jugó la candidatura en una ruleta de cinco preguntas. Atrás quedó la ilusión de tener por parte de la izquierda algunas ideas. Eso sí, Marcelo se hizo merecedor de aplausos y de vivas por parte de los pejistas, que lo catalogaban como un mísero traidor, y ahora lo ven como hombre de una sola pieza y de verticalidad inquebrantable.
En el caso del PRI pasó algo similar. Durante meses se perfiló una campaña para colocar a Manlio Fabio Beltrones como un hombre de virtudes insospechadas para la cosa pública, un hombre todo talento y entrega, con una visión de Estado pocas veces vistas por estas azotadas regiones del planeta.
Organizó foros y debates, se constituyó en la opción inteligente del PRI (lo que le auguraba una derrota demoledora, pues no es precisamente el fuerte de ese instituto) y llamó a que cambiáramos de tipo de régimen, que diseñáramos la construcción de mayorías para tener gobiernos efectivos. Escribió un libro con sus propuestas y no le importaba, según decía, la distancia tan grande con su único contrincante.
Sin duda Manlio es un tipo con suerte. El presidente de su partido le evitó el espectáculo de la derrota. Humberto Moreira, como muchos en el PRI, no pueden evitar hacer trampa al entrar en una contienda, ni falsificar algún documento o robarse unas fichas de inscripción. Parece que el líder tricolor está nervioso de que no llegue Peña y le hizo una convocatoria a modo que Beltrones, por supuesto, rechazó. Luego decidió abandonar la contienda en aras de la unidad. Salirse de la competencia, dijo, es su “aportación a la victoria”.
Por supuesto Manlio se ha ganado una serie de alabanzas: la persona correcta que sabe tener la mira en alto, el hombre que sabe la solución, no sólo los problemas; el hombre generoso que quiere ser parte de todos y no el que camina solitario. (“… porque él nos ha enseñado que en política nos hace falta más generosidad y menos mezquindad”, dijo uno de sus colegas senadores). Con ese tipo de lecciones impactantes para sus compañeros, Beltrones se hace a un lado y deja al priismo en la necesidad de conseguir un patiño para competir.
Lo que son las cosas: tanto en la izquierda como en el PRI, los que están catalogados como estadistas visionarios, como motores de cambio, como hombres talentosos y generosos, no serán los candidatos.

¿Tiene el PAN que definir ya a su candidato?--------------------> Leo Zuckermann


Ahora que Beltrones ha declinado participar en la contienda interna del PRI, Peña automáticamente se ha convertido en el candidato presidencial de ese partido. Ya tenemos, entonces, a dos de los tres nombres que aparecerán en la boleta en julio del año próximo: López Obrador, por los tres partidos de izquierda, y Peña por el PRI, el PVEM y el Panal. Sólo falta por definir el tercero que aparecerá bajo el emblema del PAN.

La decisión está entre Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel y Ernesto Cordero. Las precampañas, como lo contempla la ley, comenzarán el 18 de diciembre. Si los tres aspirantes permanecen en la contienda, habrá una primera ronda de votación el 5 de febrero sólo entre militantes y adherentes del PAN (alrededor de un millón 700 mil ciudadanos, aunque este padrón tiene deficiencias). Si uno de los aspirantes obtiene 50% de los votos o un mínimo de 37% de los sufragios más una ventaja de 5% sobre el segundo lugar, el PAN tendrá candidato presidencial ese día. De lo contrario, seguiría la precampaña y habrá una segunda vuelta electoral el 19 de febrero. Ahí ganará el aspirante que tenga más votos. La regla también contempla que, si uno de los aspirantes declina en el camino, y permanecen dos, sólo habrá una vuelta electoral el 19 de febrero.

Esas son las reglas y, como he reiterado en varias ocasiones, en una elección partidista interna, cerrada a la militancia, todo puede suceder. Las encuestas sirven de poco porque gana el aspirante que aglutine más liderazgos regionales con capacidad de movilizar a la militancia el día de la elección. Es una elección que se conquista más por trabajo de "tierra" (movilización) que de "aire" (mercadotecnia). Por eso, aunque las encuestas demuestren que Vázquez va arriba en las preferencias entre simpatizantes panistas, que es una población diferente a la militancia del partido, puede haber sorpresas como lo vimos hace seis años cuando Calderón le ganó a Creel.

Salvo una diferencia donde sí pesan las encuestas. Josefina ha logrado posicionarse como la candidata que le daría más pelea a Peña y a AMLO. Si los panistas fueran racionales, tratando de maximizar las probabilidades de ganar en 2012, la elegirían a ella. Sin embargo, sabemos que los partidos luego no se comportan tan racionales que digamos. Ahí está, por ejemplo, el caso del PRD: aunque Ebrard era una mejor opción para atraer votantes más allá de la izquierda, los perredistas se inclinaron por López Obrador.

¿Le conviene al PAN adelantar su decisión y lanzar ya a su candidato?

Debe haber voces nerviosas en Acción Nacional que piensen que, mientras ellos están peleándose, los otros dos partidos grandes ya tienen a sus candidatos y están en pleno proceso de unificación. De ahí que consideren que lo mejor es que dos de los tres aspirantes declinen y haya candidato. El problema es quién. ¿Josefina que va arriba en las encuestas? ¿Creel que lleva seis años trabajando por participar en la contienda presidencial? ¿Cordero que tiene apoyos importantes dentro del gobierno? No parece sencillo que alguien se baje. Mucho menos que dos.

Lo cual me lleva a pensar que en el PAN sí habrá precampaña y competencia real para elegir a su candidato presidencial. Y esto puede tener un efecto positivo para los panistas. Porque si se aplica la regla de que sólo recibirán spots de radio y televisión aquellos partidos donde sí haya competencia real, es decir, dos o más aspirantes contendiendo por la candidatura, pues tendremos muchas semanas a los panistas en los medios electrónicos, mientras que Peña y AMLO tendrán que estar fuera del aire hasta el 30 de marzo en que comienza la campaña presidencial. A menos, desde luego, que éstos pongan a un patiño para simular una dizque precampaña inexistente. Pero también creo que esta simulación no les conviene; se va a ver muy mal: indigna de alguien que quiere gobernar al país.

En suma, sólo falta conocer a un candidato en la boleta. Y esta dilación, si la juegan bien los panistas, podría operar a su favor.

Lo mismo en http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&seccion=opinion&cat=11&id_nota=787076

AMLO quiere el dinero de nuestra Afore-------------------> Carlos Mota



Juzgue cada quien. La coalición PRD, PT y Movimiento Ciudadano, de Andrés Manuel López Obrador, acaba de proponer en su plan de gobierno que el Estado tome el control de la mitad del dinero que estamos todos ahorrando en nuestra Afore. La mitad completa, toda, para el gobierno. ¿Para qué la quiere? Para invertir en infraestructura energética, señala el documento registrado ante el IFE.
En la actualidad el dinero de nuestra Afore, es decir, el de nuestro retiro, es administrado por empresas privadas que se ciñen a estándares de inversión sumamente estrictos. Tienen comités y sus decisiones de inversión operan con límites. Por ejemplo, la Afore número 5 (de los trabajadores de 26 años) cuenta con más holgura para invertir en instrumentos de renta variable, y con ello tratar de ganar más rendimiento. Por el contrario, la Afore número uno (de las personas de mayor edad), invierte bajo parámetros de menor riesgo.
Las Afore han hecho un muy buen trabajo de administración de nuestro ahorro. Alrededor de 60 por ciento del dinero se destina a comprar instrumentos financieros emitidos por el gobierno; es decir, nuestro ahorro ya está financiando las necesidades de flujo del gobierno. Lo hace bajo parámetros internacionales y con procesos estándares. En otras palabras: nosotros compramos bonos del gobierno mexicano a través de nuestra Afore, tal como lo hace algún extranjero al que le apetece el mismo bono.
El proyecto de AMLO dice: “De esta manera un 50% de los fondos continuarán en las Afores y el otro 50% restante los manejará el Estado, bajo la figura jurídica más conveniente para proteger a los pensionados. Uno de los objetivos de esta reforma sería liberar recursos para la inversión en infraestructura del sector energético”.
A la fecha hay un billón 600 mil millones de pesos acumulados en dinero de los trabajadores mexicanos en las Afore. AMLO quiere la mitad, por ley, a disposición de su posible gobierno. En lugar de cobrar más impuestos, aumentar la base gravable, o invitar a inversionistas a invertir en energía, desea que los ciudadanos financiemos los negocios energéticos que decida emprender su gobierno. Y como la gente no le entiende a la Afore…

Moreira se entregó--------------------------------> Raymundo Riva Palacio



Humberto Moreira, el líder nacional del PRI, regaló su cabeza a Enrique Peña Nieto para que la salve. Moreira perdió el rumbo y el control, y depositó su destino al frente del PRI en manos de quien en septiembre quería sacrificarlo, a costa de coartar las aspiraciones presidenciales de Manlio Fabio Beltrones que, paradójicamente, fue quien evitó que el mexiquense bailara lo pasara por la guillotina. ¿Qué sucedió? Para entender lo que pasa hoy dentro del PRI, hay que recordar dos momentos:

1.- En septiembre pasado, el equipo de Peña Nieto pensaba que Moreira se tenía que ir porque “no se había confesado lo suficiente”. Es decir, después del escándalo por enriquecimiento inexplicable de su colaborador cercano Vicente Chaires, y la falsificación de documentos para justificar el endeudamiento de Coahuila cuando fue gobernador, se había convertido en un lastre para sus objetivos.

El 11 de septiembre se reunió el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, incluidos 19 gobernadores para analizar el proceso electoral y establecer un control de daños ante la cargada por Peña Nieto. En ese cónclave, varios gobernadores, con el veracruzano Javier Duarte y el líder de la CTM, Joaquín Gamboa Pascoe a la cabeza, quisieron dar un albazo, y por aclamación ungir al mexiquense como candidato presidencial.

2.- El albazo fue sofocado, pero eso no evitaba que le cortaran la cabeza a Moreira. El equipo de Peña Nieto cabildeó su sustituto, y rechazaron que lo remplazara Cristina Díaz, la secretaria general. Si se iba el presidente, dijeron, también la secretaria general, que habían llegado como fórmula. De esa forma ascendería el secretario de Organización Ricardo Aguilar, enviado por Peña Nieto al PRI como cuña de los dirigentes.

La suerte de Moreira fue discutida por Peña Nieto y Beltrones. El primero no lo quería y el senador dijo que si se iba Moreira tendría que subir Díaz. Ella no significa nada para nadie, dijo el mexiquense, a lo que el senador respondió que su mismo equipo la había colocado en el cargo. Beltrones propuso que asumiera la presidencia Emilio Gamboa, dirigente del Sector Popular del partido y amigo de ambos, que también la había buscado en su momento. Peña Nieto no lo aceptó y Moreira salvó su pellejo político.

El triunfo en Michoacán le dio el espacio a Moreira para volver a planear su estrategia de permanencia -o salida- del PRI en sus propios términos. Para estos efectos, en la última semana dejó claro que escogió entregar su destino a los deseos de Peña Nieto. Lo primero que hizo fue moldear la convocatoria de registro de precandidatos presidenciales al gusto de Peña Nieto, para permitir que gobernadores y dirigentes sectoriales se pronunciaran por él, con lo cual eliminó el candado que impedía formalmente la línea y la cargada, que llevó a Beltrones a retirarse de la contienda.

Casi en paralelo, firmó la coalición con los partidos Verde y Nueva Alianza – una votación en donde los priístas con mayor autonomía fueron excluidos pese a ser miembros de la Comisión Permanente-, mediante la cual, en armonía con los deseos de Peña Nieto, entregó posiciones a los nuevos aliados a cambio de sacrificar a los propios priístas.

El choque con Beltrones y con priístas en cuando menos cuatro estados -Chiapas, Jalisco, Puebla y Sinaloa- crece, pero Moreira todavía respira. En realidad, ya no es por él mismo sino por el oxígeno que artificialmente le da Peña Nieto, que lo ve como una pieza desechable y que en este momento, ante el choque con Beltrones y los priístas, sólo lo debe estar usando como un fusible quemado, en espera que termine de agotarse y buscar su relevo en el momento en que el mexiquense, no Moreira, lo decida.



Y Creel dice que no se baja-----------------> Carlos Puig



Santiago Creel no duda, no parpadea, ni se lo piensa: No me voy a bajar de la carrera por la candidatura del PAN, a finales de enero seguiré aquí. En el PAN no tenemos candidatos ni por declinación, ni por aclamación. Somos
demócratas.
Dice que no quiere discutir encuestas pero que no en todas va arriba Josefina Vázquez Mota, aunque no disputa que en todas va en tercer lugar Ernesto Cordero.
Por más que uno le pregunte, por donde sea que uno intente armar la pregunta para provocar una respuesta que al menos insinúe que en algún escenario pudiera tomar la decisión de renunciar a su aspiración, la respuesta del ex senador es no.
Le recuerdo de los elogios que se han llevado Marcelo Ebrard y Manlio Fabio Beltrones por dejar camino a otros mejor posicionados. Nada. “No se trata de ganar elogios”.
Dice Creel que no debe confundirse su bajo perfil público con falta de trabajo. Por eso, insiste, no se debe hacer mucho caso a las encuestas “hacia afuera”. Y en una cosa tiene razón, hoy no hay encuestas cuyo universo sea el millón setecientos mil mexicanos que están registrados en el padrón. Eso es diferente a “simpatizantes panistas”; porque hay muchos de esos que no están empadronados.
Creel dice que sus ejercicios con empadronados lo ponen en muy buen posición, por encima de Vázquez Mota. “Un tercio del partido está conmigo”, dice Creel convencido.
Creel dice que nadie le ha pedido que decline y que sostiene conversaciones recurrentes con sus dos adversarios. Es más, de Cordero, a quien dice “hasta ahora” haber conocido más, tiene una muy buen impresión.
“Nunca me atrevería a pedirle que declinara”, me dice cuando le planteo que el ex secretario de Hacienda está tercero en todas las encuestas.
Cree que PRI y PRD han cometido un error al haber decidido con tanta anticipación su candidato, porque “espero que tengan claro —dice— que han perdido su oportunidad de utilizar radio y televisión en tiempos de precampaña”.
Creo que si la competencia por obtener la candidatura del PAN a la Presidencia estuviera disponible en Las Vegas, nadie apostará por Santiago Creel. Con el calderonismo en contra, fue el primero en levantar la mano hacia la aventura que lo ha llevado a cientos de municipios y comités locales panistas. Sin dinero, sin estructura, sin organización, el otrora poderoso secretario de Gobernación parece estar destinado a por segunda vez quedar corto en su aspiración.
La decisión de seguir en la competencia podría resultar demasiado cara para un PAN urgido de enfrentar de tú a tú a sus adversarios.

Dando y dando-------------------------> Sergio Aguayo.



La metamorfosis semántica de Andrés Manuel López Obrador es el acontecimiento que sacude y reacomoda el tablero político. Revisémosla poniéndole antecedentes y dándole algo de contexto.

El 19 de enero de 2010 AMLO impartió una conferencia en El Colegio de México. En su presentación se apegó al guión de aquellos años y enumeró las maldades de la "mafia" para después anticipar que en 2012 sería diferente porque el pueblo ya estaba organizándose. El comentarista, Lorenzo Meyer, reaccionó con una pregunta bastante lógica: "cuando en el diagnóstico tú [AMLO] señalas que la televisión y los medios de comunicación están en manos de esta oligarquía [...] ¿Cómo se puede superar ese obstáculo?". López Obrador no respondió aquel día; empezó a hacerlo la semana pasada.

El miércoles 16 de noviembre López Obrador fue entrevistado en el Canal de las Estrellas y ofreció a Televisa "reconciliación" solicitándole, además, que se dieran ambos el "beneficio de la duda", para insistir luego que eran tiempos de unidad de "todos" los mexicanos. A pregunta expresa de Joaquín López Dóriga ratificó la llamativa frase con la cual había cerrado su discurso en la ceremonia donde quedó ungido como el candidato de las izquierdas: "vamos todos juntos -había dicho un día antes- sin odios ni rencores a construir una República amorosa". El sábado 19, AMLO le puso otra trabe a su nuevo edificio discursivo cuando aclaró que ya no quería hablar de las elecciones de 2006.

Una prosa sorpresiva pero predecible. Es absolutamente normal y legítimo que, después de afianzar una base en la izquierda o la derecha, los candidatos se deslicen hacia el centro para pescar a moderados e indecisos. En 2006 Ollanta Humala fue candidato a presidente de Perú con un discurso de izquierda biliosa. Perdió pero en 2011 rectificó, moderó fondo y forma y se alzó con la victoria (¡hasta Mario Vargas Llosa lo respaldó en su leída columna!).

López Obrador está inmerso en un desplazamiento similar y por lo pronto ya ofreció la reconciliación a Televisa, hace guiños a los empresarios y elogia la moderación. Ignoro si logrará convencerlos a todos pero por lo pronto está obligando a que se discuta sobre la autenticidad y el significado de la metamorfosis. De entrada, con unas cuantas acciones ya le quitó reflectores a la trilogía panista.

López Obrador está en una posición ideal para consolidarse como el candidato de las izquierdas cumplidoras y captar los votos o las abstenciones de algunos independientes y dubitativos (ya no tendrá como en 2006 la competencia de una Patricia Mercado o de la Otra Campaña). En estos tiempos de escepticismo ayudaría que llenara su verbo de contenido y demostrara en el aquí y el ahora que va en serio su reformismo. Es obvio que los gobiernos del PRD tienen vida propia y que hay una larga historia de distancias y desconfianzas entre AMLO y algunas corrientes perredistas. Aun así, es mucho lo que puede hacer.

Por ejemplo, el tabasqueño tiene a su favor que uno de sus principales aliados, Marcelo Ebrard, prometió quedarse a gobernar la estratégica capital y que a Marcelo conviene que Andrés Manuel avance y de ser posible triunfe. Uno de los temas que más irritan a las clases medias capitalinas es la corrupción, y la capital puede ser el campo de prueba de un combate a fondo contra ese cáncer que alcanza una de sus mejores expresiones en la especulación con el uso del suelo.

Otro sendero potencial para el Peje sería que utilizara su indudable influencia sobre algunas tribus perredistas para lograr que llenen sus cuotas de candidatos a puestos de elección popular poniendo como criterios el profesionalismo y el compromiso ético. Es lamentable en ocasiones el bajo nivel o la voracidad que demuestran. También ayudaría que se mostraran receptivos -él y su equipo- a los cuestionamientos y las dudas bien fundamentadas de la opinión pública.

Respeto a quienes ya tomaron la decisión de votar por AMLO. En mi caso prefiero arroparme en esta etapa inicial, en la propuesta que Andrés Manuel le hizo a Televisa: instalarme en el beneficio de la duda mientras el candidato de las izquierdas y sus aliados demuestran con hechos en el mundano presente lo que prometen para el etéreo futuro y para demostrarlo tienen una capital que es una caja de resonancia nacional.

En suma, mientras Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota están atrapados en telarañas de intereses creados; López Obrador tiene margen de maniobra para conquistar el voto independiente y moderado con hechos concretos y verificables. En lenguaje coloquial: dando y dando.



LA MISCELÁNEA

Pobre Coahuila. Está obligada a pagar las gigantescas hipotecas heredadas del folclórico Moreira mientras padece el asedio del crimen organizado. La semana pasada atentaron contra El Siglo de Torreón, un medio independiente que ante la impotencia gubernamental necesita de la solidaridad de un gremio acosado.


Comentarios: www.sergioaguayo.org; Twitter: @sergioaguayo; Facebook: SergioAguayoQuezada

Colaboró Rodrigo Peña González.



Leído en http://www.reforma.com/editoriales/nacional/635/1268551/ 

Uno de esos enemigos era Manlio-----------------------> Ciro Gómez



Quienes estuvieron dentro cuentan que fueron dos ovaciones de pie, de dos minutos cada una. El tributo de los senadores del PRI a su coordinador, Manlio Fabio Beltrones.
—Reconociéndole su decisión, valiente y congruente, de no buscar la candidatura del partido —cuenta uno de ellos, Francisco Labastida.
El también candidato del PRI a la Presidencia de la República en 2000 inicia un elogio a Beltrones que podría sintetizarse en esta frase: “El Manlio de hoy es un Manlio mejor, un Manlio que ha crecido y se ha superado”.
Aprovecho para retrotraer una historia que viví periodísticamente de cerca. La forma en que Labastida candidato marginó a Beltrones de su equipo en el 2000.
—Dudabas de él, dudaste de él, Francisco.
—Vamos a decir que dudé —concede—. Pero te voy a decir por qué dudé. Había gentes muy cercanas a mí, de todas mis confianzas, verbigracia Emilio Gamboa, que me decían que Manlio era un hombre al que indispensablemente debía tener cerca. Pero había una recomendación, una instrucción del presidente Zedillo de que no dejara que se me acercaran a los que consideraba sus enemigos.
—¿El presidente Zedillo consideraba a Manlio un enemigo?
—El presidente Zedillo consideraba a Manlio un enemigo.
—Buena nota, Francisco.
—Entonces, no es que yo dudara de Manlio.
—¿Era el peso de la opinión del Presidente?
—Me pidió que varias gentes que él consideraba sus enemigos no estuvieran cerca de mí. Me lo pidió claramente.
—Uno de esos enemigos era Manlio.
—Uno de esos enemigos era Manlio —ratifica Labastida.
De aquello hace más de 11 años. Y, por lo visto, más de un priista poderoso sigue viendo en Beltrones a un enemigo. Esté donde esté. Haga lo que haga.

A la final: Peña, AMLO y Cordero sin árbitro fiable --------------> José Carreño Carlón



Antes de las elecciones primarias a la mexicana, ya se da por seguro quiénes irán a la final: Peña Nieto por el PRI, tras la declinación de Beltrones; López Obrador por el PRD, tras la declinación previa de Ebrard, y Cordero por el PAN, por decisión del Presidente Calderón, pese a la ventaja en encuestas de Josefina Vázquez Mota. 
 
Lo que no es seguro es si el proceso electoral terminará o no reventado por la ausencia de un árbitro fiable, ahora que ha trascendido que dos consejeros del IFE impusieron pautas de radio y televisión de cumplimiento imposible, tanto por el propio IFE como por los medios. Y ahora también que el Presidente Calderón se ha reafirmado como parte beligerante, en detrimento de una última instancia política de conciliación que será requerida al paso de los meses venideros. 
 
Y si el conocimiento anticipado de quienes ganarán la elección interna en los partidos recuerda el conocimiento por adelantado que se tenía de quién ganaría la presidencial en el pasado, las reglas inobservables del IFE, notificadas a los medios públicos y privados, podrían ser la expresión actualizada de la no aceptación de la derrota como enfermedad crónica de la política mexicana. 
 
Perder, arrebatar, vender 
 
Y es que la imposición de normas imposibles de cumplir agrega supuestos de anulación de las elecciones, meta anhelada por quienes se perfilan como perdedores en esa antigua cultura política nacional. De los consejeros electorales a quienes se atribuyen las pautas impracticables, uno, Marco Antonio Baños, fue llevado al cargo por Manlio Fabio Beltrones, quien declinó a la candidatura presidencial con un texto cargado de mensajes equívocos de lealtad al PRI y de reproches apenas ocultos a su puntero presidencial. Mientras el otro, Alfredo Figueroa, comparte con Los Pinos la obsesión de descarrilar a Peña, empresa improbable en las urnas a partir del rezago del prospecto presidencial del Presidente. 
 
Y aquí encajaría el contenido de las pautas que ambos consejeros habrían elaborado contra los dictámenes técnicos del propio IFE y contra el resultado de la consulta ordenada por el Tribunal Electoral. Lo que estas disposiciones estarían ordenando, técnicamente, es una impracticable reconfiguración de la radiodifusión mexicana a realizar en tres semanas. Y lo que políticamente significaría para sus promotores es acumulación de normas no cumplidas que lleve a la anulación del proceso y a romper el juego para arrebatar el triunfo —o venderle caro un arreglo— al ganador. 
 
Nuevas variantes de la cultura política que sobrevivió a la extinción del viejo sistema de partido dominante, y que no permiten consolidar el nuevo sistema de alternancia plena en la presidencial. 
 
Escenarios del mal 
 
Ello deja hasta hoy tres escenarios ominosos: 
 
1. El Presidente Calderón no ceja en su empeño de seguir postergando la reanudación de la alternancia en la Presidencia, especialmente si el alternante es el PRI, y más específicamente Peña Nieto. Y si no logra destruir al priista con el discurso ya decantado que identifica los triunfos del PRI como producto de la intervención del crimen —más los recursos de los tribunales del Estado y de los tribunales de los medios que lo acompañan—, el Presidente tiene ahora la vía de escape de las pautas inobservables del IFE como una carta más para invalidar un triunfo de la oposición. 
 
2. El Gobierno federal no alcanza a tumbar a Peña y AMLO queda en segundo lugar, que le es suficiente para buscar imponerse en la movilización poselectoral sobre un puntero priista en la mira de Los Pinos y de un sector del propio PRI, si no hay arreglo menos equívoco con Beltrones. 
 
3. El Presidente Calderón no acierta a impedir la llegada de Peña a la Presidencia, pero sí a debilitarlo y obligarlo a aceptar las condiciones de quienes le vendieron la remoción de los obstáculos que antes le pusieron. 
 
Sí. Lo mismo que vivió el propio Calderón.

Arte, la letra de Miguel González Avelar---------------------> Carlos Marín



Abogado, ex diputado, ex senador, ex secretario de Educación, Miguel González Avelar murió ayer a los 74 años.
La erudición y trato fino; la buena música, la buena mesa y compañía, así como una esquizoide pero gozosa y contagiante obsesión por los palíndromos, hicieron de él un sibarita envidiable.
Constructor y descubridor de palabras y frases que leídas al revés dicen lo mismo, se dio el lujo de hacer una obra de teatro (La muerte de Adelita, que dirigió Héctor Azar), en la que hizo a Dios poner a Adán en LA RUTA NATURAL, o a Eva preguntar: ADAN, ¿SOMOS O NO SOMOS NADA?, y a él responder: YO SOCIAL Y LAICO SOY, a lo que ella replicó: SOMOS LAICOS, ADÁN, NADA SOCIAL SOMOS.
El epígrafe de uno de la decena de libros que escribió fue su mejor autorretrato:
ARTE, LA LETRA
SE VERLA AL REVES
Por todo lo que él fue y significó, un titipuchal de amigas y amigos acompañamos ayer a Lulú, a Tere y a sus entrañables hijos Miguel, Federico, Francisco y Nicolás en su dolor y en su llanto.

Certón de Hoy