El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas defendió ayer la integridad y dignidad de las fuerzas armadas.
“No deben ser expuestas”, dijo al recibir la Belisario Domínguez, a la lucha contra la delincuencia (tarea propia de policías), la cual corresponde a las autoridades civiles y al ámbito de la seguridad pública.
Si bien es absurdo que se pueda prescindir hoy de los militares en el combate al crimen, conviene atender a Cárdenas cuando previene del riesgo de que las bandas infiltren y contaminen al Ejército y la Marina, como evidentemente lo han hecho con policías municipales, estatales y federales.
Por eso mismo, la refrigerada nueva Ley de Seguridad Nacional debe distinguir con claridad entre seguridadpública, interior y nacional.
Urge acelerar la conformación de policías eficientes, equipadas, muy bien pagadas y subordinadas a la autoridad civil, pero se impone desde ahora proteger y preservar la integridad de las fuerzas armadas como lo que son: la última línea de defensa del Estado.
Lo mismo en http://impreso.milenio.com/node/9052024
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