Termina la semana sin que Julián Rodríguez Rosales, presidente municipal electo de Tuzantla, ni Fausto Vallejo, gobernador electo de Michoacán, den una explicación sobre las grabaciones difundidas el lunes en Milenio Televisión. No lo han hecho, a pesar de que las huellas son alarmantes.
¿Precaución, miedo, inteligencia política? Parece que Julián se ha puesto a buen resguardo, confiando en el tiempo, o en que se imponga el desdén centralista de que Tuzantla es un pinche pueblito.
Nuestro compañero Francisco García Davish pudo sacarle ayer un par de frases a Fausto Vallejo, quien también había optado por apartarse. Dijo: “No voy a dar ninguna declaración, porque así lo decidió mi partido; es un acuerdo que yo tengo que respetar y respetaré; es el partido la única instancia autorizada para abordar este caso y yo lo voy a respetar”.
Es decir, no es asunto suyo, sino del PRI. “Me reporté contigo por educación y porque no me ando escondiendo de nada ni de nadie”, le aclaró Fausto a García Davish. “Yo no tengo nada que esconder, pero el partido acordó que sólo él fijará posicionamientos”.
Y el PRI parece estar apostando a que el tema se diluya. El PRI michoacano y el nacional. Tuzantla no es tema para Enrique Peña Nieto ni Humberto Moreira.
Total, es un pinche pueblito.
Lo mismo en http://www.vanguardia.com.mx/%C2%BFparapenanietoymoreirasetratadeunpinchepueblito?-1155708-columna.html
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