domingo, 18 de diciembre de 2011

Álvaro Cueva - Peña Nieto, la señora y Ninel Conde


Un acierto que le preguntaran al pre-candidato del PRI el precio de la tortilla. Ésas son las cosas que mejor retratan a un político, los temas que verdaderamente le pegan a la gente.

Ilustración: Mario Fuantos
Y cuando todos pensábamos que Enrique Peña Nieto había aprendido la lección después de su descalabro en la FIL, ¡zas!, que nos sale con lo de “yo no soy la señora de la casa”.
Esto ya no es una cuestión superficial, es algo sumamente delicado, un tema como para que las cúpulas más altas del PRI se organicen y discutan.
¿Por qué? Porque hay temas de color y temas fundamentales. Lo del precio de la tortilla no era un chiste, era y es algo que cualquier candidato a la Presidencia de la República debe conocer.
Porque además de que el señor no se supo la respuesta, mostró, sin que nadie se lo pidiera, una posición asquerosamente sexista.
Porque dicen, los que saben, que las elecciones las definen las mujeres, y yo no creo que después de que don Enrique las dejó tan mal paradas, ellas lo sigan viendo tan guapo y tan simpático como antes.
Porque Josefina Vázquez Mota, del PAN, del partido que millones de personas pensaban castigar en 2012 por culpa de Felipe Calderón, aprovechó esa declaración a su favor, para pintarse como una precandidata inteligente, diferente, ideal. ¡Peña Nieto la catapultó!
No, pero espérese, también hay otras razones para reflexionar sobre esto. A mí las que más me inquietan son el PRI, los medios y los políticos.
El PRI tiene muy mala fama, pero jamás ha sido un partido de gente estúpida, ni de personas ignorantes ni de personajes chistosos. Jamás.
Por más que hago memoria, no recuerdo a algún candidato o a algún mandatario priista diciendo algo tan terrible como “no soy la señora de la casa”.
Me acuerdo del presidente que iba a defender al peso como un perro, del que asumía la responsabilidad histórica de la matanza de Tlatelolco y del que afirmaba que México ya no era un país del tercer mundo.
Pero ninguno de ellos había caído tan bajo. Las frases bobas eran para la gente de otros partidos, para personajes folclóricos como Vicente Fox.
¡Cuidado! Si el PRI pierde su distancia, lo va a perder todo, porque entonces sí no va a haber ninguna diferencia entre su supuesta experiencia y la improvisación de los demás, porque entonces sí su gente va a estar a un nivel tan rascuache como la de cualquier otro partido.
¿Para qué querría el pueblo votar por sus candidatos? ¿Qué podría esperar de ellos que no le pudieran dar los demás?
¿Ahora entiende la gravedad de lo que está sucediendo con las declaraciones de Enrique Peña Nieto?
Esto nos obliga a pensar en lo que está pasando con los medios. Yo creo que fue un acierto monumental que Salvador Camarena le preguntara al precandidato del PRI el precio de la tortilla.
Ésas son las cosas que mejor retratan a un político, los temas que verdaderamente le pegan a la gente, un periodismo más actual, más humano, más de redes sociales, más del siglo XXI.
Lo penoso fue la respuesta de don Enrique y, en general, la poca preparación que están mostrando nuestros políticos para manejarse ante la sociedad.
Entre que no saben, entre que se ofenden y entre que no les da pena, nuestro futuro pinta negro, muy negro. Y a las pruebas me remito: ¿ya vio usted el spot de Mario Delgado con Ninel Conde?
Mario Delgado es el secretario de Educación del Gobierno del Distrito Federal. Ninel, una mujer con fama de babosa, una de las figuras públicas más atacadas de la internet.
Ambos se juntaron para hacer un spot dizque para concientizar a la población sobre lo que está pasando con el bullying (el acoso).
La verdad es que se trata de una campaña de promoción personal de don Mario.
El spot está espantoso, pésimo en términos editoriales, nefasto desde la perspectiva de la producción. Si el señor Delgado cree que con eso salvará muchas vidas, que vaya comprando miles de ataúdes porque se va a poner peor.
La razón es muy simple, no se puede combatir un conflicto social apoyándolo. No vamos a acabar con elbullying invitando al pueblo a atacar a Ninel Conde.
Y luego platicamos del bajísimo nivel cultural que un secretario, que debería ser la cúspide de la educación, nos está reflejando al colgarse de un personaje así para hacerse publicidad.
¡Mario dice en su spot que Ninel es un ejemplo! ¡Y lo dicen en serio!
Ésta es la categoría de nuestros políticos. No es un problema nada más de Enrique Peña Nieto o del PRI. Es de muchos, de casi todos. ¿A usted no le da miedo?
¡Atrévase a opinar!


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