Un pesimista, dicen, es un optimista informado. Esto lo digo en relación con mi última columna del año recién fallecido, donde documenté mi desconfianza sobre el porvenir de la patria y en la que me declaré melancólico anónimo. Mi confesión suscitó la conmiseración de algunos lectores hacia mi persona, efecto lejano a mi intención al momento de escribirla.
Sí, terminé el año en un estado de melancolía que se disipó, en gran parte, por el proceso de describir y hacer pública mi condición anímica.
Acabé de extirpar el mal, al menos por el momento, al convencerme de la sabiduría que entraña la conseja popular -germen del importamadrismo mexicano- que a la letra dice: “Si tu mal tiene remedio, ¿de qué te preocupas? Y si no tiene remedio, ¿para qué te preocupas?”
Aquí estoy recibiendo a pies juntos al 2012 que nos embiste. El marrajo será mundialmente difícil, sin duda. Pero esto no debe ser óbice para afrontarlo con entusiasmo -Dios conmigo, ¿quién contra mí?-. Me propongo vivir el año que estrenamos con alegría, en el entendido que en relación con el tiempo infinito vivimos tres días y llevamos dos y medio.
El encuentro
El último día del año, restablecido del abatimiento, mi optimismo subió de intensidad al grado de afiliarme a la superstición de iniciar el año con calzones rojos para el amor o amarillos para el dinero. En búsqueda de tal prenda, para ponérmela en la noche, acudí a un tianguis. Podría haber ido a un centro comercial, pero preferí el tianguis porque ahí los calzones son de bajo precio, cosa que me permite alburear, con todo respeto, a los lectores.
Caminaba entre los puestos, ensimismado con el pensamiento de ver una luz al final del túnel. No es la luz del final de un túnel mi niño -escuché una voz femenina- es la luz del tren que se aproxima, ojalá y no nos arrolle. Voltee: a mi lado estaba una mujer cuarentona, entrada en carnes. Sonrió. ¿A qué se refiere? -inquirí. Vamos nene -me dijo la señora torturadora de básculas- me referí a lo que venías pensando. Soy psíquica, adivino el pensamiento -me dio su tarjeta. Leí: Mona Valladares, bruja ecléctica. Vudú. Santería.
Magia blanca. Magia negra. Leo tarot, manos, café, runas, caracoles y recórcholis. Soy intérprete del I Ching y también de Agustín -aquí me interrumpe para cantar: Si tienes un hondo penar, piensa en mí, etcétera, etcétera. Sí, sí -la callé- entendí a la primera que se trata de Agustín Lara. Y usted debió suponer que comprendí la referencia si, como dice, adivina el pensamiento. Es que soy aficionada al canto -se justificó... Me dejó continuar con la lectura de su tarjeta de presentación: Curo cuarzos, ojos de venado y de pescado -podóloga-. Hago amarres y limpias a domicilio y por Internet. Adivino tu futuro, te ayudo a vivir tu presente y callo tu pasado. Aplican restricciones. Me guardé la tarjeta, le di las gracias, la dejé.
Me siguió a distancia por el tianguis. Caminé sin atreverme a pensar mal de la pinche gordita porque, la verdad, si me apantalló cuando le atinó a mi pensamiento. Qué tal -me dije- si pasa por mi mente la idea de mandarla a la chingada. Apenas pensé lo anterior, se acercó para decirme: No hay pex, mi niño de oro, piensa libre. Para eso ya estábamos frente al puesto de ropa interior. Dubitativo entre el amor o el dinero, ella resolvió la incógnita: Cómprate unos bicolor, amor y dinero a partes iguales. Los vende mi hija. Me llevó dos puestos adelante. Con 20 años y 40 kilos menos que su madre, la hija, es guapa. ¿Qué quieres -preguntó- amor por adelante y dinero por atrás? Lo del amor por adelante me gusta -le contesté-, pero lo del dinero por atrás me suena a que soy alcancía. Mona me aconsejó comprar un calzón rojo por adelante y por atrás -para que el amor te llegue en la modalidad de tu preferencia- y anchas franjas laterales amarillas -para que el dinero entre por las bolsas izquierda y derecha -expresó la bruja.
Al despedirnos la esotérica dama del clembuterol me pidió un favor: Lee esta carta, mi niño de orozuz, en ella están contenidas mis predicciones para el 2012. Sólo incluyen a nuestro querido México, concretamente a la vida política. Mis augurios están basados en la deducción que hice del Códice Desdre y del Calendario Maya. Comencé a formular el cuestionamiento relativo al fin del mundo el 21 de diciembre. Mona se adelantó para aclararme: No será el fin del mundo como han malinterpretado algunos, sino de un ciclo y el principio de una nueva era que pariremos con dolor.
La carta
La epístola de la bruja Mona: confusa, barroca, naif y delirante relación de acontecimientos que, según su interpretación del Códice Dresder (CD) y del Calendario Maya (CM), ocurrirán en nuestro territorio en el 2012, evidentemente fue escrita bajo el influjo de alguna extraña sustancia. No me hago responsable de lo que leerán a continuación:
Enero: En oposición al paso de Venus sobre el Sol que aparece en el jeroglífico de la página 21 del CD, surge el glifo de Júpiter, lo que señala que se prolongará el baño de sangre. Al final del uinal pop y comienzo del uinal uo (CM) 20 de enero del Calendario Gregoriano, el Presidente de la República (FCH) decretará que el 2012 sea el Año Nacional de la Lectura. Todos los precandidatos, entre ellos hay un glifo con figura de mujer, manifestarán su acuerdo con el decreto. Al glifo copetón (CD) del anverso de la página 22 se le mira contemplando a través de un aparato unos glifos menores, letras minúsculas. En mi interpretación es Enrique Peña Nieto (EPN) que declarará que de acuerdo con lo estipulado en el decreto presidencial de ahora en adelante leerá todos sus discursos a través del teleprompter. Subirán las ventas del Libro Vaquero y del Sensacional de Narcos.
Febrero: Al comenzar el mes, uinal zip (CM), los mayas celebraban el pocam, de esto dilucido que el día 5 se violará la Constitución más de lo acostumbrado para festejar su día. Un glifo que representa un pejelagarto en la parte inferior y opuesta de la página 23 coincide con la festividad Ibcil Ixchel (CM). Deduzco que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) hará un mitin para celebrar el Día del Amor. Al día siguiente, en el PAN una mujer será sacrificada y un cordero elevado a los altares, lo sé porque la figura de mujer con los precandidatos, aparece en la página 24 (CD) con una flor marchita incrustada en la nariz. Se convocará a elecciones para alcalde de Morelia, así interpreto un glifo que guarda gran parecido con Amalia Mendoza La Tariácuri página 23 (CD). Algunos politólogos vislumbrarán que se cocina la Operación Morelia por Moreira. Un dislate del glifo copetón, el último día del mes, Luna creciente, dirá: “Aunque el año sea bisiesto, lo que significa que hay que dormir dos siestas, en el PRI no nos dormiremos en nuestros laureles”.
Marzo: Meses zotz y zec, (CM). EPN bajará en las encuestas. Los puntos que perderá serán cachados por AMLO. Eso representa para mí el glifo del pejelagarto con una especie de manopla newman de primera base que veo en la lámina 26 inferior izquierda (CD). Por más que busco a Ernesto Cordero (EC) en el CD y en el CM, no lo veo. El día del equinoccio de primavera, dedicado a Kukulkán, la deidad más importante de los mayas, en la capital del país desfilarán grupos anticlericales gritando: “Arriba Juárez”. La hija de un encumbrado político comentará en su Twitter: “¡Que nacos, les gusta Juan Gabriel!”. Dos días después, así lo señala el CD con el glifo de un Sumo Sacerdote extranjero en la parte superior derecha de la lámina 32 llegará al Aeropuerto del Bajío, Benedicto XVI.
Se acabó el espacio. Sólo alcancé a transcribir las predicciones de la bruja Mona para un poco menos del primer trimestre del año que empezamos. Consultaré con la Dirección de El Economista si es conveniente publicar los pronósticos del final de marzo y los nueve meses restantes. Están alucinantes. Si la respuesta es que siga con la transcripción, le sigo el jueves.
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