Seguimos sumergiéndonos en aguas internacionales, donde la ley, en silencio pretende ser escuchada. La semana pasada el drama era la SOPA, y el vaticinio de perder el Internet como lo conocemos. El mundo virtual reaccionó, y al final el pseudocolectivo colapsó el resultado. La SOPA abortó misión, no sin dejar precedente: la locura existente sirvió para hacer una movida estratégica en contra de uno de los sitios que por excelencia “compartía” información, música y videos, “violando los derechos de autor”.
Recuerden: Con la SOPA improcedente, aún existe allí un vacío legal. Oficialmente Megaupload NO comete piratería, sino que le daba la oportunidad a los usuarios de compartir contenidos. Tal cual sucede con el ejemplo que ponía la vez pasada: compras una película original en DV o Bluray, invitas a unos amigos a verla en casa, y luego se la prestas a la vecina. Ellos no pagaron por la información. No hay fines de lucro en esto, y tú estás prestando un disco por el que pagaste. ¿Estás cometiendo un acto de robo de derechos de autor? No es así.
Pero analicemos los hechos, y comentemos:
Megaupload era un sitio web de alojamiento de archivos, disponible en 18 idiomas, fue fundado el 21 de marzo de 2005, por Megaupload Limited, Hong Kong. El dominio megaupload.com, para 2008 tenía más 10 millones de visitas. El servicio básico, descargas gratuitas, con espera, permitía a los usuarios subir archivos de hasta 1024 MB. Para descargar más de 1GB debía pagarse, y el usuario registrado podía descargar archivos de 100 GB que estuvieran almacenados en esta red de archivos almacenados.
Cualquier archivo subido por anónimos, expiraba si no había descargas en menos de 21 días. Los usuarios debían llenar un texto basado en CAPTCHA al descargar un archivo.
Los usuarios libres deben esperar 45 segundos en la cola de la descarga (Los usuarios registrados tenían que esperar 25 segundos) y una cierta cantidad de tiempo entre las transferencias después de una cierta cantidad de megabytes se ha descargado. Mediante pago se podía obtener una cuenta premium, que otorga una amplia gama de privilegios.
MegaUpload también ejecuta MegaVideo, un sitio de video streaming flash videos, similares a YouTube. Dentro de Megavideo, había un sitio porno ligado también a él, Megaporn.
El fundador y dueño de Megaupload, un tal Mr. Schmidt, hombre de polémicos 36 años, ahora resulta apresado. Su historial delictivo tiene trayectoria, en 1998 recibió una condena de 2 años por crackear una red empresaria y abusar del servicio telefónico. EN 2001 hizo una jugada digna del mítico Gordon Gekko en la película de Oliver Stone: toma un sitio en quiebra, Letsbuyit, Schmidt compra baratísimas las acciones, e inicia el rumor en los medios, y en el mundo financiero que inyectará 50 millones de euros. –dinero, que por supuesto, era imaginario.
Las acciones subieron, al venderlas se embolsó 1,5 millones de euros de ganancia. En los ochentas este hubiera sido un empresario arriesgado y exitoso, en el nuevo milenio se le agregaron 20 meses de sentencia por uso de información privilegiada y tuvo que pagar una fianza de 100 mil euros.
Vaya, la información en la red buscándole todos los trapitos sucios al señor, raya en lo absurdo, al incluso acusar al tipo por sus excentricidades, como ofrecer recompensa por la cabeza de Bin Laden y registrar sus placas con nombres como “Dios”, “Culpable” y “Buscado”. Encontré un sitio que incluso se queja por sus tickets de exceso de velocidad.
Ahora, la acusación con la que el FBI cerró las operaciones de Megaupload son principalmente por la piratería. Como el vacío legal de compartir archivos aún no define lo que hacía este sitio ilegal. (Varios sitios más hacen exactamente lo mismo, y no los han cerrado). Utilizaron de pretexto un video que Megaupload subió promoviendo su sitio, con unos raperos famosos.
En esto me llama la atención que los artistas accedieron a grabar el promocional, y fue la disquera la que demandó por el uso ilegal de la imagen de sus cantantes. Por lo que investigué, ese fue el pretexto.
Ahora, como comenté, Megaupload opera en Hong Kong. No tiene servidores en EU. Las acusaciones de lavado de dinero, no las encontré justificadas en ningún lado. Asumo que el FBI no hace acusaciones sin ton ni son, y si bien los argumentos no son de dominio público, seguro existen. Pero toda esta historia suena un poco enredada. ¿No creen? Aquí pueden ver las acusaciones contra el sitio, con el sello clausurado del FBI:
Así que se crea el gran revuelo por SOPA, al día siguiente, se cierra Megaupload y se descarta el mal remedo de ley. Una sincronicidad –y ¿casualidad? ó causalidad- en tiempo impresionante. Ahora, lo nuevo, hay un tercer partido en este juego. Los anonymous. Temibles hackers anarquistas cuya lucha y trinchera es su poderío virtual.
Algunos los llaman terroristas, otros, heróicos luchadores por la libertad. A mí en lo personal me provocan una sensación de vacío muy desagradable. Ante ellos, me siento terriblemente vulnerable. No me gustan aquellos que no respetan la privacidad de este universo. Para todos en el tablero, el fin justifica los medios, y eso, tampoco me agrada.
Los anonymous entonces, toman fuerza y primero, hackean páginas con información confidencial del FBI, luego en venganza, subir un sitio gratuito que sustituya a Megaupload. Resuelven subir a la red toda la información de Sony con acceso gratuito a los usuarios.
Así que queda las preguntas en el tintero…
¿El FBI tiene jurisdicción virtual en Hong Kong?
¿El cierre de Megaupload obedece realmente a el justo castigo de una empresa que violaba los derechos de autor, o de nuevo, fue un pretexto?
¿La reacción de Anonymous es justificable? ¿Es la anarquía el camino? ¿O que los gringos se tomen en serio su papel de policías del mundo, esta vez en Internet?
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