lunes, 27 de febrero de 2012

CON DEL REAL, MEDINA LES TAPÓ LA BOCA.

por: Carlos Marín.

Sin disminuir la trascendencia que, para mal, han tenido los desatinos del gobernador de Nuevo León en el nombramiento de secretarios de Seguridad Pública, sorprende el reincidente activismo político de una facción del empresariado neoleonés.
Por lo visto, ajeno al insolente “ultimátum” que una parte de su gremio dio a Rodrigo Medina tras la fuga de 29 y asesinato de 44 en el penal de Apodaca, Lorenzo Zambrano reprochó, sí, la “mediocridad” en el área de seguridad estatal pero, al preguntársele si también consideraba que el mandatario debía irse a su casa, el presidente y director de Cemex cortó de manera tajante: “Ya dije lo que pensaba…”.
A diferencia de sus coleguitas locales del Consejo Cívico de Instituciones, la Cámara de la Industria de la Transformación y la Confederación Patronal que, a través de Eugenio Clariond Rangel, advirtieron que le hacían “la última llamada al gobierno del estado…”, Zambrano más bien reconoció los esfuerzos realizados:
“Hemos avanzado en algunas partes; hay otras como la que acabamos de ver, que muestran que tenemos mucho que hacer todavía. Mientras no haya personas claramente capaces y responsables de las áreas de seguridad en Nuevo León, no vamos a avanzar con la rapidez que debiéramos. Hay áreas que han ido bien, como es la creación de la nueva Fuerza Civil, y otras que están avanzando razonablemente, pero yo diría que falta muchísimo en la capacidad de que haya consecuencias inmediatas a fallas, diría fallas menores; fallas que no se manifiestan con la brutalidad como se manifestó lo del Cereso” (la cárcel de Apodaca), declaró.
El prominente empresario ha de saber muy bien de lo que habla. No de otra manera se explica que, responsable y generosamente, haya privado en dos ocasiones a su corporativo de los servicios (en México y el mundo) del ingeniero Jorge Tello Peón, el irreprochable ex director general del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, para permitirle incorporarse como secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Seguridad Pública, y después, hasta la fecha, como asesor del gobernador en tan especializada materia.
La inquina del grupo empresarial que promueve la salida de Medina delata la cachaza con que sus voceros difunden, inclusive, imágenes de narcopancartas aparecidas en vialidades de Monterrey donde se afirma que el gobernador “obedece” a jefes de organizaciones criminales, en pago porque dizque le financiaron su campaña.
Son los mismos que soñaban con que el ex secretario de Gobierno de José Natividad González Parás, Rogelio Cerda, fuera gobernador, pero que cayó tanto por la descomposición del estado, como por una investigación ministerial sobre sus hermanos por supuestas implicaciones en el negocio de casinos.
El nombramiento como nuevo secretario de Seguridad Pública del divisionario Javier del Real Magallanes, ex comandante de la Cuarta Región Militar (que comprende otras entidades, pero tiene su sede en Nuevo León) y ex subsecretario de la SSP de Genaro García Luna, moja la pólvora de la “última llamada” de los golpistasregios.
cmarin@milenio.com




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