jueves, 29 de marzo de 2012

Marín - Con un probable "caballero consorte"


Si, como se sabe, a Felipe Calderón le dolió hasta el tuétano la muerte de su entrañable Juan Camilo Mouriño, la inimaginable de Francisco Blake (también como secretario de Gobernación) parece haberle sido aún más estrujante.   
De todo lo que el Presidente habló ayer (incluido su precoz balance de sexenio en el Auditorio), lo que más me impresionó fue la manera en que, durante la edición especial de Tercer Grado, recordó cuando se lo informaron, y evocó a Blake niño acompañando a su padre jardinero a trabajar en casas (quizá de mexicanos) en California, o a él mismo transmitiendo la devastadora noticia a la viuda y a los hijos.
Lo importante, estoy seguro, no necesariamente es periodístico y, sin dudar de que el trajín presidencial incluyó borbotones de afirmaciones, reflexiones y cifras importantes, vale la pena dejar constancia del Calderón doliente que vi ante la batería de periodistas que coordina el doctor Leopoldo Gómez.
Eso sí, mucho más importante y periodístico a la vez, el Calderón que acepta su probable conversión en“caballero consorte de la Presidenta Margarita…”.

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