Pero hay muchas preguntas que ayer quedaron en el aire: ¿por qué hacerlo antes y no después de las elecciones del próximo 1 de julio?, ¿por qué movilizar a 10 mil burócratas hasta el Auditorio Nacional para justificar ante ellos las decisiones que ha tomado durante el sexenio?, ¿por qué no, simplemente, dirigir un mensaje a la nación en sus tiempos oficiales de televisión y radio?, ¿por qué, incluso, como muchos lo interpretaron, despedirse en marzo y no hasta el próximo 30 de noviembre, que es cuando termina su mandato?
Ese informe, donde por enésima ocasión justificó su la guerra contra el crimen organizado, se interpretó como el inicio del ocaso … el de un Presidente necesitado de reconocimiento, de reflectores –como el que lo siguió todo el tiempo en el Auditorio Nacional–, que siente que el poder se le escapa. Pero también, políticamente, se leyó como un burdo acto electoral y muy costoso, por cierto; un espaldarazo para su partido, el PAN, pues en el recinto se transmitieron imágenes de 2006, cuando el propio Calderón hizo su campaña presidencial, y por tanto, todo el tiempo, se destacó el logo del blanquiazul, además de las frases “Vivir Mejor”.
Un asunto que llamó la atención de los periodistas es que los invitados al acto asistieron prácticamente uniformados: todos con corbata azul. Por si fuera poco, para llenar el Auditorio, se registró el acarreo de miles burócratas, que fueron transportados en camiones desde distintos puntos de la Ciudad de México. Por ejemplo, funcionarias de la Procuraduría General de la República dijeron a la prensa que fueron avisadas del evento martes y que se les ofreció el transporte. La Secretaría de Relaciones Exteriores trasladó en seis autobuses a su personal y lo mismo hicieron otras dependencias. Y no sólo eso. Los organizadores del evento también acarrearon a beneficiarios de programas sociales federal: mujeres indígenas de Milpa Alta e incluso campesinos del estado de Hidalgo, por ejemplo.
Las crónicas periodísticas del evento coinciden en que el informe del Presidente fue un gran show. Calderón fue tratado como un rockstar… claro, por sus propios empleados. Estuvo arropado por su esposa, Margarita Zavala Gómez del Campo, sus hijos, todos los integrantes del gabinete, el líder del PAN, Gustavo Madero Muñoz, y algunos gobernadores panistas. En su mensaje de 101 minutos destacó que México está mejor que en 2006 y se comprometió a terminar su mandato con un país “más humano, más seguro, más limpio y más justo”.
Su acto de promoción fue redondo, aunque políticamente ha dejado un muy mal sabor de boca por los excesos. Si partir del 30 de marzo las leyes mexicanas no le permiten dar cuenta de su gestión, para no inferir en la campaña electoral que culminará con los comicios del 1de julio, bien pudo esperar hasta después de las elecciones para organizarse un “homenaje” como el de ayer. Pero no. “Calderón está en campaña”, como publicó la revista británica The Economist a principios de este mes. Y esa campaña incluye la de su partido, la de su candidata –aunque de esto se duda– y la propia, claro, porque ese show innecesario también muestra que su ocaso está ya a la vuelta de la esquina.
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Por supuesto, y luego de revisar todos los elementos que incluyó el mini informe de Felipe Calderón Hinojosa, el PRI y el PRD informaron que denunciarán al Presidente de la República ante el IFE, por violar la veda electoral. Sebastián Lerdo de Tejada, representante del PRI en el IFE, y Camerino Márquez Madrid, del PRD, anunciaron en la sesión ordinaria del Consejo General del IFE, que dicho informe fue “a propósito de nada”, además de “ilegal e impertinente”. Márquez Madrid destacó que Calderón rompió la equidad en la contienda electoral, e hizo un llamado a la autoridad electoral para que se mantenga bajo vigilancia todas las promociones del gobierno federal. “El acontecimiento del día de hoy [miércoles 28 de marzo] en el Auditorio Nacional viene a ser un elemento que pone en riesgo la equidad de la contienda electoral, toda vez que ha sido transmitido en cadena nacional por diferentes medios de la televisión y la radio que nos genera y nos agravia total y absolutamente a otros partidos”, afirmó Márquez. Se verá, entonces, si esta denuncia –que ambos representantes consideraron como “un agravio a todos los partidos”– es resuelta por el IFE y si llega la sanción para el Jefe del Ejecutivo federal.
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Por lo visto, algunos líderes de la Iglesia católica también andan en campaña. Entusiasmado todavía por la visita de Benedicto XVI y en una celebración con motivo de su cumpleaños número 79, el cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, aprovechó para llamar a los fieles a que, en las elecciones de julio, razonen el voto y no se vayan por una “cara bonita o el copete más levantado”, aunque aclaró que no señalaba a nadie en especial. De acuerdo con un reporte del diario El Informador, el polémico cardenal –quien ha sido impulsor de gobernadores panistas de Jalisco desde 1991, cuando ese partido se adueñó de la plaza– pidió también que antes de elegir por quién votarán, los ciudadanos analicen la capacidad de los candidatos, así como su moral y trayectoria: “Que se fijen qué traen dentro de la cabeza y qué capacidad tienen de servirle al pueblo”, expresó el arzobispo, quien desde su trinchera también pretende llevar agua a su molino.
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http://www.sinembargo.mx/opinion/29-03-2012/5959
Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/29-03-2012/5959. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX
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