Carlos Marín. |
Todo el proceso que se le instruyó, según él, estuvo viciado por un “efecto corruptor”, consistente en “exponer ante los medios de comunicación a personas acusadas por la comisión de delitos”.
De aprobar tal planteamiento (y muy lejos de garantizar la impartición de justicia), la Suprema Corte legalizará el uso de un sofisma para que muchos criminales obtengan su libertad:
O qué, ¿tal “efecto corruptor” menoscabó el criterio de los jueces y magistrados (débiles mentales a merced de “montajes” de los medios) que en distintas instancias y durante siete años juzgaron a Cassez como secuestradora y la sentenciaron a 60 años de cárcel?
El ministro, por lo visto, ignora que en los videos del “efecto corruptor” aparece la señora sosteniendo ¡siempre! ser inocente y, peor, que las imágenes televisivas no forman parte de su expediente.
cmarin@milenio.com
Leído en: http://impreso.milenio.com/node/9130191
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