domingo, 1 de abril de 2012

Alemán - Josefina y AMLO, derrotados.



Seguramente algunos vecinos del condominio de abajo, “los abajo escribientes”, echarán mano de la intolerancia propia del tiempo electoral, luego de leer la presente entrega. Y, claro, ante la contundencia de la realidad político-electoral, a nadie debiera sorprender la proliferación del insulto, como único argumento de la fanaticada de azules y amarillos.

Y es que una vez iniciado el proceso electoral, los candidatos presidenciales de la derecha y la izquierda arrancan la contienda no sólo derrotados, sino con muy escasas posibilidades de alcanzar y hasta vencer al puntero, al priista Enrique Peña Nieto, quien, según todas las encuestas, sale del arrancadero con una ventaja de entre 18 y 20 puntos arriba de Josefina Vázquez Mota, y con casi 30 puntos de ventaja sobre el candidato de las izquierdas.

¿Quién, en su sano juicio, es capaz de creer que en 87 días efectivos de campaña, la señora Vázquez Mota y el señor López Obrador, pueden remontar con facilidad tales números? Está claro que los aspirantes presidenciales de la derecha y la izquierda deberán hacer mucho más que una campaña tradicional, si es que realmente aspiran a reducir la ventaja que los mantiene lejos del puntero.

Los salvará un milagro

Por esa razón, si apelamos a la sensatez, al sentido común y al realismo de los números que arrojan las encuestas, podemos decir que a 89 días del l de julio, la señora Vázquez Mota y el señor López Obrador, inician la carrera presidencial no sólo derrotados, sino con muy pocas posibilidades de salir del bache que hoy los tiene, literalmente, fuera de la contienda.

Y es que, como están las cosas, la señora Vázquez Mota tiene la obligación de remontar —si es que quiere alcanzar al puntero— por lo menos siete puntos porcentuales por mes, para alcanzar a Peña Nieto. Claro, en la lógica de que el candidato del PRI se mantenga en los números que hoy le dan las encuestas. Es decir, que la candidata del PAN está obligada a subir de manera consistente en las encuestas, en tanto que el candidato del PRI estaría obligado a no moverse.

Pero el asunto no se queda en eso. Existen muchos más elementos de análisis. ¿Es posible que, con el tipo de campaña que realiza la señora Vázquez Mota —una campaña plana, poco atractiva, que nomás no prende— su candidatura pudiera remontar en proporción de siete puntos porcentuales al mes? El realismo político dice que ese escenario es casi imposible. Claro, salvo un milagro. Sólo que debemos recordar que en política los milagros no existen.

Y el caso de López Obrador es aún peor. Remontar los casi 30 puntos de desventaja que tiene frente a Peña Nieto es igual a recuperar diez puntos porcentuales por mes, lo que se antoja aún más difícil que el caso de la señora Vázquez Mota. ¿Por qué? Porque el tabasqueño no sólo lleva una mayor desventaja, sino porque sus spots son aun menos atractivos, y porque su campaña camina sobre una montaña de mentiras.

Sin embargo, y a despecho de los seguidores de Enrique Peña Nieto, no todo está perdido para la señora Vázquez Mota y para el señor López Obrador. ¿Por qué? Porque a pesar de todos los inconvenientes que enfrentan los candidatos azul y amarillo, la elección presidencial de 2012 será ganada por aquel candidato que menos errores cometa.

Montiel, para golpear a Peña

Es decir que la ventaja del puntero priista no es definitiva. ¿Por qué? Porque en cualquier momento se podría producir un tropezón que haría caer el señor Peña Nieto. ¿Un tropezón como cuál? El pretexto es lo de menos. Lo importante sería el efecto que causaría una estrategia de golpeteo y persecución.

Hoy se sabe, por ejemplo, que tanto grupos vinculados al gobierno federal, como estrategas de AMLO, buscan desesperadamente un vínculo entre el escándalo que tiene abierto el ex gobernador, Arturo Montiel y su ex esposa de origen francés. ¿De qué estamos hablando? Elemental, que manos malévolas hacen todo lo posible por conseguir que la ex esposa de Montiel declare en contra de Peña Nieto en Francia, lo que podría ser un golpe demoledor contra el candidato presidencial del PRI.

Y claro, esa posibilidad cuenta, incluso, con una moneda de cambio para el gobierno francés —moneda nada descabellada— y que se llama Florence Cassez. ¿Qué tal el tamaño de las perversidades políticas y de las guerras de las que son capaces —por llegar al poder— los partidos en su ambición presidencial? Pero el recurso de la perversidad política tampoco es todo.

La otra alternativa que tienen los candidatos de la derecha y la izquierda es una alianza de facto —no una alianza formal y menos legal— que se podría pactar entre la señora Vázquez Mota y el señor López Obrador. ¿De qué estamos hablando? En realidad, de un recurso que no es nuevo y que ya le dio buenos resultados al PAN y a las izquierdas en estados como Sinaloa, Oaxaca y Puebla. Es decir, al recurso de las alianzas.

Resulta que entre los estrategas de azules y amarillos no se descarta la posibilidad de que Josefina y AMLO hagan causa común contra Peña Nieto, sea mediante guerra sucia, sea a través de un gobierno de coalición de facto, sea mediante un proyecto de gobierno compartido. ¿Sería posible y pensable esa alianza? Lo cierto es que en una situación extrema, no sería descartable.

Es decir, que ante la hipótesis de que a finales del mes de mayo, ni la señora Josefina, y menos AMLO, hayan logrado repuntar y reducir la distancia que los separa de Peña Nieto, no sólo estarán muertos electoralmente, sino que no les quedará mucho margen de movilidad. En otras palabras, que tendrían que recurrir al extremo de la alianza de facto entre la derecha y la izquierda, contra Peña Nieto.

PRI Y PAN, más de lo mismo

El problema de ese escenario, sin embargo, es que AMLO ya se embarcó en la chabacanería de que el PRI y PAN son lo mismo. Más aún, hoy las huestes de AMLO se han embarcado en la torpeza de estorbar la candidatura de la señora Vázquez Mota, con la intención de bajarla de las encuestas. Sin embargo, no

entienden que la convertirán en víctima. Por lo pronto, si el PAN y el PRI son los mismos, pues serán los mismos que derroten a AMLO.

Pero hay más. Si al final de cuentas la izquierda y la derecha son incapaces de detener el potencial regreso del PRI, estaremos asistiendo al fracaso cultural de las dos corrientes ideológicas que nacieron para echar al PRI del poder, en el último medio siglo. ¿Y qué nos van a decir ante ese fracaso cultural..?. ¡Que los ciudadanos, en tanto potenciales electores, son idiotas..!.

EN EL CAMINO

Sin duda que se fue un grande. ¡Querido Jorge, donde estés, no dejarás de iluminar con tu sabiduría

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.