martes, 17 de abril de 2012

María de las Heras - JVM y AMLO están empatados en segundo lugar.


Prácticamente todas las encuestas que se han publicado hasta ahora sobre las preferencias electorales para Presidente de la República, elecciones que se llevarán a cabo el primer domingo de julio, apuntan a que el candidato de la coalición PRI-PVEM, Enrique Peña Nieto, lleva una ventaja de dos dígitos frente a Josefina Vázquez Mota, la candidata del PAN, a quien las encuestas ubican en el segundo lugar, dejando a Andrés Manuel López Obrador, el candidato de las izquierdas, en un tercer lugar no muy lejano a la candidata panista. Considero que los encuestadores están cometiendo el mismo error de cálculo que cometieron en 2010 cuando auguraban un amplísimo margen de ventaja del PRI en prácticamente todas las elecciones de gobernador que se llevaron a cabo en aquel año, ventaja que al final resultó mucho menor a la esperada y en algunos estados terminó por convertirse en derrota.

Según la encuesta nacional en viviendas realizada por Demotecnia y patrocinada por UNOTV, la cual se puede consultar a detalle en www.unotv.com, Peña Nieto es quien va ganado en las preferencias, pero su ventaja frente a sus dos más cercanos contrincantes, Vázquez Mota y López Obrador, es de ocho puntos porcentuales, que no son pocos, pero de ninguna manera llegan a ser la aplanadora que auguran otros encuestadores.

De acuerdo al escenario más probable en este momento, Peña podría obtener 16 millones de votos, Vázquez Mota 12 millones 600 mil y López Obrador 12 millones. El candidato de Nueva Alianza, Gabriel Quadri de la Torre, apenas obtendría 550 mil.

Con este número de votos, si la elección fuera el día de hoy acudiría a votar 53% de los electores y la elección para Presidente la ganaría Peña Nieto con 39% de los votos, el PAN obtendría 31%, López Obrador 29% y Quadri apenas alcanzaría 1%. ¿Por qué la diferencia con las otras encuestas publicadas? Trataré de explicarlo.

En la encuesta de Demotecnia, al igual que en todas las otras encuestas publicadas, las respuestas directas a la pregunta “si tuviera que decidir ahorita ¿por qué partido o candidato votaría para Presidente de la República?” fueron 23% por JVM, 37% por EPN, 23% por AMLO y 1% por GQ. El resto respondió que no votaría por ninguno, que no sabía por quién votaría o de plano dijo que su voto era secreto.

Si realmente fueran a votar todos los que nos dijeron el nombre de un candidato, tendríamos una participación de 84%, lo cual, dada la historia electoral, es una cifra muy poco probable de alcanzar, sobre todo si consideramos que sólo 61% estaban conscientes de que habría elecciones en julio, es decir, que de entrada hay 23% de electores que nos dijeron por cuál candidato votaría, pero no sabían cuándo.

Mis colegas, a partir de estas cifras, lo que hacen es simplemente recalcular a 100% los porcentajes de los encuestados que mencionaron algún nombre y recalcular la porción de votación efectiva que le tocaría a cada uno, con lo que llegan a la ventaja de dos dígitos que mencionaba antes. Al hacer esto, lo que están suponiendo es que, sea cual sea la participación, la proporción entre los candidatos se mantiene, o dicho de otra manera, que tiene la misma probabilidad de acudir a las urnas alguien que dice que votaría por Quadri, que alguien que dice que votaría por Peña, supuesto con el que estoy profundamente en desacuerdo. Alguien que dijo que votaría por el candidato del Panal -prácticamente desconocido para todos, excepto para aquellos muy cercanos a él o a su partido- es mucho más probable que lo haga, que alguien que dice que votaría por el priísta, candidato que de entrada 55% de los entrevistados ya dan como el virtual ganador.

Para poder calcular la probabilidad de que efectivamente los que nos dijeron que votarían por uno u otro candidato lo hagan, utilizamos otras ocho preguntas de la encuesta como identificación partidista, voto de castigo y quién les conviene que gobierne, entre otras.

También consideramos las respuestas de los entrevistados a una serie de preguntas sobre la personalidad de los contendientes y también sobre su capacidad para resolver problemas básicos como el de seguridad, el empleo, etc.

Tomando en cuenta todo lo anterior fue que pudimos determinar que efectivamente Peña Nieto en este momento ganaría la elección de Presidente de la República con una ventaja de un dígito. Lo que no podemos determinar es quién va en segundo lugar, si Josefina o López Obrador porque la distancia entre ellos en el escenario más probable no llega a rebasar el error estadístico de la encuesta. Habrá que esperar a que se desarrollen las campañas.

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