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| Eduardo Ruiz Healy |
En otra ocasión daré a conocer estas nuevas formas de medición que a mi juicio son más realistas que el PIB. Hoy citaré a diversas personas que tampoco han creído en la utilidad del PIB para medir el bienestar real de los habitantes de cualquier país.
El PIB no permite medir la salud de nuestros hijos, la calidad de su educación, o la alegría con que juegan — Robert Kennedy, senador y aspirante a la candidatura presidencial demócrata de los Estados Unidos (discurso pronunciado en 1968).
El PIB no te dice nada acerca de la sostenibilidad — Joseph Stiglitz, economista estadounidense, Premio Nobel 2001.
El Índice de Desarrollo Humano está centrada en las personas... el PIB está centrada en los productos básicos — Amartya Sen, economista indio, Premio Nobel de Economía 1998.
Es tiempo que admitamos que hay más en la vida que el dinero, y es hora que nos centremos no sólo en el PIB sino en el BG “bienestar general” — David Cameron, primer ministro británico.
Mejorar la calidad de nuestras vidas debe ser el objetivo final de las políticas públicas. Pero las políticas públicas sólo pueden ofrecer mejores frutos si se basan en herramientas confiables para medir la mejora que pretenden producir en nuestras vidas — José Ángel Gurría, economista mexicano, ex secretario de Hacienda de México, y secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
La elección adecuada de indicadores es clave para aumentar nuestra comprensión de la complejidad de nuestras sociedades diversas dentro de la Unión Europea, para comunicar esta comprensión y para responder mejor a las nuevas necesidades de la política como, por ejemplo, con el “PIB y más allá”, la iniciativa para incluir la medición del bienestar — José Barroso, presidente de la Comisión Europea y ex primer ministro de Portugal.
Nada es más destructivo que la brecha entre las percepciones que la gente tiene de su propio bienestar económico cotidiano y lo que los políticos y los economistas les están diciendo acerca de la economía — Nicolas Sarkozy, ex presidente de Francia.
Debemos aprender nuevas maneras de definir el concepto de crecimiento para el siglo XXI — Angela Merkel, canciller de Alemania.
Los principales efectos negativos de la globalización, como son el cambio climático, plantean nuevos riesgos no sólo para nuestro ecosistema sino para nuestras economías enteras y eventualmente para nuestras sociedades como un todo. Por esto es por qué se necesitan nuevos indicadores de la riqueza — Hans-Gert Pöttering, político alemán, ex presidente del Parlamento Europeo y presidente de la Fundación Konrad Adenauer.
El progreso medido por una vara de medición única, el PIB, ha contribuido significativamente a exacerbar las desigualdades de la distribución de los ingresos — Robert McNamara, ex presidente del Banco Mundial y de General Motors, en un discurso pronunciado en 1973.
El bienestar de una nación apenas puede inferirse de una medición del ingreso nacional — Simon Kuznets, economista ruso-estadounidense, Premio Nobel de Economía 1971 y creador del PIB, en un discurso sobre PIB y bienestar pronunciado en 1934.
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Leído en: http://www.elimparcial.com/Columnas/VerColumna.aspx?NumNota=982602
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