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| Rafael Loret de Mola |
Por principio de cuentas, las redes sociales le han ganado a las encuestas. Las primeras pueden extenderse hasta el domingo y manipular, de mil maneras, la jornada electoral; en cambio, las segundas han cesado ya dejando atrás un tufo penetrante de incertidumbre. Nadie entiende, no cuando menos quienes tienen uso de razón, las variables de algunos sondeos que pueden apuntar un día una ventaja de cuatro puntos y en edición posterior otra, diametralmente distinta, de doce. Esto sólo se puede explicar, cuando no se observa ninguna catástrofe que pudiera determinar movimientos tan extremos entre la sociedad, si consideramos los intereses comerciales de algunos medios y la propensión de los postulantes a tapar agujeros con el mayor simpliso9 y sabedores de que si se exceden en los gastos –lo han hecho ya la mayor parte de los aspirantes-, el IFE decidirá la controversia –esto es la multa millonaria cuando se compruebe el ilícito- en enero próximo, por lo menos, esto es cuando la nueva administración federal esté funcionando ya y los hechos, por tanto, se hayan consumado. Recuérdese que el Código Federal respectivo no prevé ninguna otra sanción como la que contempla la legislación del Distrito Federal que llega al extremo de sancionar la falta –el gasto excesivo e inexplicable- con prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos.
En este sentido, es obvia la protección a quien llegue a la Presidencia, demostrándose así que, pese a los gritos de cambio –sólo semánticos y reiterados- la derecha no ha podido salir del modelo presidencialista en donde decía se concentraba el autoritarismo indeseable. De hecho, lo mismo que en 2006, el mandatario en funciones cobró una relevancia, que no había tenido antes, a lo largo de los meses de campaña. Fue él, sin duda, quien cambió constantemente el clima para favorecer a tal o cual opción con el habilidoso manejo de estadísticas y eslogan de los expertos en marketing político de Cataluña. Cuando ésta región de España se independice –lo que algunos prevén demasiado pronto-, el gobierno mexicano tendrá la obligación de ser el primero en reconocerla como nación para no afectar los intereses económicos y políticos que vienen desde allá... pasando por España.
Otra de las grandes discusiones a resolver es si los movimientos ciudadanos, como “#Yo soy 132”, en apariencia de corte juvenil, surgidos de las redes sociales para compensar y rebasar las inducciones del ya conocido mundo de las encuestas, al grado de convertirse, en cuestión de días y por el resbalón del señor Peña en la Universidad Iberoamericana –se enredó cuando pretendió justificar la represión en Atenco y los muchachos le gritaron, sólo entonces, mentiroso-, en uno de los factores claves en la fase final del proceso político. Los jóvenes emergieron con una fuerza semejante a la de 1968 y se percataron de cuanto pueden lograr, uniéndose, por causas que nos envuelven a todos. Lo malo vino después cuando fue evidente la presencia de uno de los hijos de Andrés Manuel en la marcha del grupo por la ciudad de México porque su novia es parte de la Ibero y entusiasta partidaria del movimiento, estructurado con bloques de vídeos y después con la multitudinaria reacción de los internautas. Fue éste, sin duda, el mejor golpe del lópezobradorismo. Pero no el único.
En otro talante, y con otra imagen –con traje oscuro y un ventanal detrás semejante al que existe en Los Pinos, sentado además en una silla ejecutiva a la que sólo le hace falta el águila-, López Obrador subrayó que Peña “se está cayendo” y que él lo había rebasado ya; por eso volvía la campaña negra contra él, al estilo de la de hace seis años. Sin embargo, no aprovechó espacio alguno para fortalecer sus afirmaciones presentando pruebas o las fuentes de su información sobre el pretendido “rebase”, otra vez igu8al que en 2006 cuando se negó a reconocer las encuestas –acaso con razón- pero jamás pudo ganar credibilidad con base a las ordenadas por él, absolutamente anárquicas y escasas de técnicas elementales, además del pobre prestigio de “sus” compañías contratadas para este fin. Nadie las creyó y acaso tal determinó, en buena medida, la decepción de una parte de los votantes. Ahora sucede otro tanto: no hay quien haya observado una sola encuesta en la que López Obrador esté arriba. Ento9nces, ¿en base a qué puede afirmar que ya lo “rebasó”, fraguando con ello, desde ahora, un severo conflicto poseloectoral de mucho mayor rango al de 2006?
¿Reconocerá los resultados del conteo rápido y las tendencias que aborde el IFE en la noche del domingo? Francamente lo dudamos, a no ser que él, por obra de la magia política, de verdad se ubique en la primera posición y toque, al fin, con sus propias manos, el Palacio Nacional sin necesidad de esperar enfrente ¿otros seis años?. Me temo, igualmente, que la señora Josefina Vázquez Mota, bien adiestrada ya por quienes se consideran capaces –como en 2006- de trocar la voluntad general a pesar de la tremenda desventaja que aparenta ignorar, no acepte los números preliminares del IFE y se siente a esperar el próximo miércoles 4 de julio –día de las celebraciones de la Independencia estadounidense, como efecto simbólico, como lo fue, la jornada victoriosa de Obama en 2008 coincidiendo con la muerte, acaso el asesinato, de Juan Camilo Mouriño, el “delfín” a quien su hacedor Calderón no pudo siquiera honrar con una indagatoria seria; todo quedó en manos del tenebroso Luis Téllez Kuenzler quien pidió desvincular a la Procuraduría General del hecho-, propiciando la rebatiña callejera durante los días que tarden los comités distritales en sumar los escrutinios.
Por cierto, será muy tardado porque con el sistema actual, habrá que jugar a los quebrados -¡ay, esas matemáticas!-, para conocer porcentajes partidistas de acuerdo a los votos emitidos: esto es si se vota por López Obrador cruzando tres veces su nombre, como aparecerá en las boletas, será necesario dividir ese voto en tres tercios para abono de cada organismo postulante. Una tarea digna para los maestros y no para los ciudadanos insaculados. Con ello, se tiene la certeza de que habrá tiempo de sobra para armar los movimientos de protesta, como en 2006, sólo que ahora desde dos flancos: el de Andrés Manuel y el de Josefina que respingará ante las consignas de Los Pinos con un tremendo intercambio de chantajes mutuos. Por cierto, en los anuncios en donde se exalta, como virtud de las mujeres, la propensión a no darse jamás por vencidas –y ya lo creo que es así-, falta aclarar cómo reaccionan cuando el rencor las corroe por sentirse defraudadas. Será el primer caso en el que tome perspectiva nacional una mujer injustamente utilizada. Y, entonces, veremos cómo pueden hacerse valer las redes sociales.
Debate
Algunos aducen que es una amenaza simulada la insistencia de Andrés Manuel de haber dejado atrás a Peña en la carrera por las sucesión, sin especificar –insisto en el punto-, en cuáles análisis se basa y qué estadísticas lo sostienen. ¿O simplemente debemos creer a pie juntillas cuando dice el abanderado de las izquierdas que sólo explica cuanto le conviene y no responde a las dudas fundamentales de la opinión pública? Es mejor tener incondicionales que simpatizantes pensantes y capaces de decirle que no alguna vez. Lo mismo pasaba durante los regímenes priístas calificados como autoritarios.
Aunque la mona vista de seda... Es obvio que presentarse, con traje y corbata y en un despache que semeja a la oficina central de Los Pinos, es referente obligado por sus propios consejeros con la experiencia acumulada hace seis años cuando, entre otros, el guanajuatense Carlos Navarrete, entonces en fase de convertirse en senador, le dijo cien veces:
--Es necesario que comiences a hablar como presidente para tranquilizar y confirmar a nuestros votantes.
Y ese mismo día, luego de asentir tras el consejo, salió a hablar de la “chachalaca” de Palacio, como ahora Josefina, en la versión política de “Mujeres Desesperadas” vende el “cuchi-cuchi” como sanción electoral contra quienes, varones, no voten por ella. Entonces, ¿se trata de una guerra de géneros revelada en un chiste corriente? Nos dirán que nos falta sentido del humor, pero si no subrayamos el hecho entonces, dentro de muy poco, no faltará una candidata que ofrezca sus servicios sexuales como ya pasó en Bélgica: aquí sólo una joven aspirante perredista bse ha animado a desnudarse. ¿Será ésta una buena manera de encaramarse al poder sobre la debilidad de los hombres a quienes les tiemblan las piernas cuando observan una minifalda? En fin, ¿me estaré haciendo viejo y por eso me sorprenden estos métodos? Quiero pensar que sí para evitar pasarle la factura a las muchas mujeres valiosas de México.
La Anécdota
La estrategia de Calderón para hacer publicidad a su favor, y en pro de su causa -¿el PAN o el PRI?-, consistió en programar visitas estratégicas en plena campaña electoral: el Papa Benedicto XVI quien reunió a los postulantes y evitó retratarse con ellos inteligentemente, el nuevo presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, en plan de colecta y de mercados, y finalmente los más influyentes estadistas del mundo durante la reunión del G-20 en Baja California Sur. ¿Casualidades?
Para nada. Sólo la evidencia de los buenos servicios de consejería del ex presidente Ernesto Zedillo, el más influyente de los mexicanos en el mercado estadounidense. ¿Lo sabían?
E-Mail: loretdemoa.rafael@yahoo.com.mx
SOLAMENTE LAS REDES SOCIALES, COMO ANUNCIAMOS DESDE 2010 -–“2012: LA SUCESIÓN”, OCÉANO--, SE MANTENDRÁN EN ACTIVO A PARTIR DEL ÚLTIMO MINUTO DEL MIÉRCOLES. LA REFLEXIÓN SUPUESTA SERÁ LA QUE SE HAGA A TRAVÉS DE LA MISMA Y A LO LARGO DE CUATRO DÍAS DETERMINANTES. NUESTRA PERFECTIBLE DEMOCRACIA NI SIQUIERA LO TOMÓ EN CUENTA.
Leído en: http://www.vanguardia.com.mx/encuestasoredesamenazadisimuladavisitasacalderon-1313824-columna.html
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