jueves, 16 de agosto de 2012

Panchatantra - Fábula de Kathanaka, el camello despistado



Kathanaka, el camello despistado

Vivía en cierto lugar del bosque un león llamado Madotkata y erán sirvientes suyos un tigre, un cuervo y un chacal.



Corriendo  de aquí para allá, vieron cómo pasaba delante un camello, de nombre Kathanaka. Entonces, el cuervo le dijo al tigre:

 -¡Míra qué animal más raro! ¡Vamos a ver que cosa es!.

Entonces los tres animales fueron a verle y se lo llevaron al león, pensando que el inocente camello sería una excelente cena para el rey. Pero cuando le revelaron sus intenciones al rey, el les dijo:

Quién mate al que llega a su casa, confiado y sin temor; comete el mismo crimen que si matará cien brahmanes ( es por eso qué no es bueno  comerte a las visitas)

Y así, el camello se salvó de ser servido con guarnición.

Pero un día, el león se enfrentó al elefante, por qué éste le debía dinero; y resultó muy mal herido.

Entonces sus sirvientes comenzaron a buscarle algo de comer, pues solo así se recuperaría el soberano. Al no encontrar nada, desesperados sugirieron al león hacer uso del camello ; pero el león lo volvió a rechazar, y los reprendió enérgicamente, diciéndoles que la única forma de hacerlo sería si este se ofreciera voluntariamente, por lo que los sirvientes idearon un plan.

En presencia de todos  el cuervo se ofreció como alimento y hasta sugirió una receta: cuervo a la campirana; pero el león le dijo que dado su tamaño pequeño sería un sacrificio inútil ya que su poca carne no alcanzaría a saciar su hambre, pero que se podía ir en paz por qué había demostrado serle fiel.

Luego el chacal se ofreció para que lo comiera en forma de brochetas, pero lo rechazó argumentando que no le podía servir de alimento un animal con garras, pero sin embargo se podía ir en paz ya que le había demostrado su fidelidad. 


Finalmente, el tigre se ofreció para qué lo hiciera unas costillas agridulces; pero el felino lo rechazó, en idénticas condiciones.

 Entonces el confiado camello se ofreció al león; pensando en que también correría con la misma suerte, en cuanto termino de hacer su ofrecimiento  los animales se le abalanzaron encima y se lo comieron.

Sobre la tumba del inocente camello, Madoktaka dijo: Algunos sabios pueden obrar mal, como el tigre, el chacal y el cuervo; pero... ¡Preparan una deliciosa carne de camello!.

Moraleja: La comida se disfruta  más acompañado de buenos amigos.



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