domingo, 5 de agosto de 2012

Tepozteco - Como crear un conflicto postelectoral.

Es realmente admirable lo que podríamos llamar como “memoria-selectiva”, que nos permite recordar todo lo malo del PRI (sin considerar lo bueno) a lo largo de nuestra historia, y olvidarnos de los acontecimientos recientes, incluyendo el día de la elección y, posteriormente a ella, aceptar como verdades los reclamos de AMLO, olvidándonos de los correspondientes a la elección del 2006, similares a los de ahora, solamente adaptados a las circunstancias, basados ambos en falsedades que, aunque evidentes e increíbles, algunas de ellas, se asimilan como verdades, anteponiendo las preferencias electorales a la razón.

Desde que EPN manifestó su deseo de competir para ser candidato para la elección presidencial, al término de su gestión como gobernador, fue el blanco preferido de los medios de comunicación, sus errores recibieron muy amplia difusión y se pretendió mostrarlo como una persona no apta para ser Presidente, por varios destacados comunicadores. Sin embargo, se mantuvo como el preferido de la mayoría de la población según todas las encuestas y dicha preferencia no disminuyó durante toda la campaña electoral, a pesar de las descalificaciones de sus dos principales contrincantes, en prácticamente todos sus discursos. Incluso nació el movimiento yosoy132, cuyo objetivo principal fue el impedir que ganara la votación. Su partido compartió las descalificaciones, unas de ellas en los discursos del Presidente, tanto en el país, como en el extranjero y otras en la inmensa cantidad de spots, transmitidos por todos los canales de televisión (incluyendo a Televisa). Varios de los principales columnistas, no perdieron oportunidad para criticarlos. Todos fuimos testigos de lo anterior, sin embargo, aunque parezca increíble, tanto el PRD como el PAN, se quejan de que no hubo equidad en la contienda, en lo cual estaríamos muy de acuerdo, si se refirieran a los continuos ataques en contra del PRI y su candidato.




El día de la elección no existieron sorpresas, ni en quien tuvo mayor cantidad de votos, ni en los lugares ocupados por sus contrincantes. Todos los comentarios, durante todo el día y en la noche eran muy positivos, se comentaban algunas infracciones pero, se minimizaban, al aclarar que no influían en los resultados, lo cual era expresado por TODOS los partidos, organizaciones y público en general. El presidente del PRD, convocó a una conferencia de prensa a las 18:20 horas, hizo un anuncio que, posteriormente no fue secundado por su candidato pero que, escuchamos todos los que seguíamos los detalles de la elección, posiblemente, sus palabras no se recuerden con exactitud pero, al día siguiente, los periódicos del Grupo Reforma las reprodujeron: “ Nos atendremos al resultado de las urnas al conteo rápido y desde luego a lo que será el resultado del Programa de Resultados Preliminares Electorales. Pero estamos muy optimistas en la semi conclusión de esta jornada electoral. Nos atendremos plena y completamente dentro del marco de la ley a los resultados electorales”. Por consiguiente, estando de acuerdo con los resultados los tres partidos principales y no existiendo NINGUNA objeción, por parte de ninguna otra fuente, para todos, el ganador había sido EPN y, la elección, podría considerarse como un hecho consumado, al que tan solo le faltaba oficializarse.


Hasta ese día, nadie suponía la tormenta que se avecinaba, aparentemente, ni AMLO tenía pretextos para objetarla pero, seguramente estuvo cavilando para encontrar una solución, que debía ser contundente pues, de otra manera, tendría que aceptar su derrota. El resultado fue quejarse de una compra masiva de votos, por parte del PRI, con tarjetas de Soriana (posteriormente, también con tarjetas Monex), algo que, si lo meditáramos con calma, es completamente absurdo, por varias razones: todo indicaba una elección normal, en la cual, inclusive, tal y como lo expresó su dirigente, el PRD había obtenido varios triunfos importantes, imaginar y demostrar una compra de esa magnitud (primero 3 millones y, posteriormente,5), rebasa los límites de lo creíble y de lo posible pero, tenía muchos aliados dispuestos a aceptarlo, cerrar los ojos a la razón, y a secundarlo: los más fanáticos de sus simpatizantes, los integrantes del yosoy132, varias agrupaciones radicales y muchos anti priistas, que encontraron una salida apropiada para aliviar a su frustración, el dirigente del PAN, encontrando una justificación a la estrepitosa derrota del PAN, etc. Por consiguiente, lo absurdo cambió a ser considerado como un fraude, con facilidad asombrosa e increíble para quienes no estamos contagiados del deseo ferviente de considerarlo como verdad. Estimulado por su éxito inicial, y al presentársele nuevos problemas, AMLO aumentó sus acusaciones a financiamiento “ilícito”, con el apoyo indirecto de los medios de comunicación, que se encargaron, diariamente, de darle gran difusión a sus quejas, sin calificarlas, creando un ambiente propicio para sus fines.


Se podría suponer que las quejas se deben convertir en denuncias, ante las autoridades electorales, presentando las pruebas correspondientes pero, la clave del éxito de AMLO ha sido engañar a la población de que tiene pruebas de todo lo denunciado y a las autoridades presentar solamente suposiciones y exigirles investigar si tienen base. Su lucha y la de quienes lo apoyan ha sido mediática, sabiendo de antemano que, legalmente, no tienen elementos para sustentar sus dichos. Las pruebas de que sus acusaciones no tienen ninguna base las hemos ido conociendo, indirectamente, conforme se difunden los eventos relacionados con sus denuncias ante las autoridades electorales y algunas manifestaciones de varios de sus voceros, reconociendo carecer de pruebas judicialmente válidas para los fines que persiguen, y solicitando hasta a los legisladores de su partido y a la población en general el ayudar a recopilarlas.


El día 18 de julio se publicó un fallo del IFE a las impugnaciones del PRD, http://www.jornada.unam.mx/201... , enviado al Tribunal Electoral, en donde, en resumen, se dictaminaba que no hay fundamento legal para que de ello se desprenda la cancelación del registro de la candidatura (de EPN), ni mucho menos la nulidad de la elección. Por consiguiente, nuevamente AMLO se quedaba sin elementos para inconformarse y fue necesaria una nueva acusación al PRI, suficientemente contundente para obtener la nulidad: modificó una conferencia de prensa, en donde había anunciado presentar un plan de acción, convirtiéndola en una denuncia sobre financiamiento ilícito y probable lavado de dinero de parte de ese partido. Presentó diagramas de relaciones de varias empresas, de las cuales tenía facturas pero, en la sección de preguntas y respuestas (que no vimos los televidentes), cuando le preguntaron a Jaime Cárdenas, ex consejero del IFE y presentador de los diagramas: “¿Dónde están las pruebas que vinculan a esas empresas y sus malos manejos, con la campaña de Peña Nieto y del PRI?” (según lo afirmado por el periodista Ricardo Alemán, presente en esa conferencia), bajó la cabeza, pensó unos segundos y confesó: “¡No hay ninguna prueba!”. Desde luego, para el público en general, ignorando la respuesta anterior, AMLO y allegados, aseguraron tener todas las pruebas correspondientes.

El PRD presentó al Tribunal electoral un escrito de 638 cuartillas en apoyo a sus denuncias, del cual desconozco el contenido, salvo la opinión de dos comunicadores. Uno de ellos, Sergio Aguayo, reconocido como simpatizante de la izquierda, en la parte final de un artículo al respecto, titulado “Los Aficionados”, termina su análisis del mismo, diciendo. “Como votante de izquierda también espero que los partidos de esa corriente sustenten recursos jurídicos con evidencia sólida. Ya basta de improvisaciones y novatadas; es tiempo de que dejen de actuar como aficionados”. Por otro lado, el columnista Jesús Silva-Herzog Márquez, reconocido por su objetividad, en su artículo: “La pereza del conspiratista”, analiza también y critica el escrito presentado por el PRD, del que solo transcribo una parte, suficientemente ilustrativa: “El documento presentado a las instancias judiciales podrá tener 638 páginas, pero sigue siendo un texto apresurado, descuidado, flojo. Difícilmente se puede pedir que se limpie una elección con un escrito tan desaliñado. Aún bajo los códigos de expresión abogadil, es un escrito pésimamente redactado, plagado de faltas de ortografía y descuidos asombrosos, como llamar panista a Enrique Peña Nieto”. En la reunión del Consejo Nacional, máximo órgano de dirección del PRD, al debatir los resultados de la elección del 1º de julio y sus planes a futuro, el secretario de Alianzas y Relaciones Políticas, Armando Contreras, expresó lo siguiente: “Pensar que el Trife va a resolver por la anulación de las elecciones o invalidar la elección es ser ingenuos y conducir al movimiento electoral y social equivocadamente”.

De todo lo anterior, se puede concluir que, legalmente, el PRD no tiene las pruebas necesarias para impugnar la elección presidencial, y por este motivo, se ha dedicado a la campaña mediática, con mucho éxito, en la cual puede decir lo que desee, sin necesidad de probarlo. Gran parte de su éxito lo debe a quienes lo apoyan aparte de sus simpatizantes más polarizados, los del grupo yosoy132, varias organizaciones, parcialmente, el dirigente del PAN y muchos anti priistas, que se manifiestan en la redes sociales y en este foro, suponiendo, erróneamente que colaboran a evitar la designación de EPN como Presidente Electo, siendo sorprendente para mí pues, la información que he descrito anteriormente, está disponible para cualquiera que siga con interés lo relacionado con el conflicto postelectoral. Al PRI solamente se le podría dañar con pruebas efectivas y suficientes para invalidar la elección y, si se recabaran dichas pruebas, quienes lo hemos apoyado, seríamos los primeros en pedir que se castigue conforme a derecho. Pero, mientras eso no suceda, quienes apoyan las falsedades de AMLO, están contribuyendo a su éxito mediático pero no a modificar la decisión de las autoridades electorales y las repercusiones de dicho apoyo no las va a sufrir solamente el PRI, sino todos los mexicanos, incluyendo a los que votaron por AMLO y los anti priistas.

Ya Soriana está empezando a sufrir los efectos de la campaña de AMLO, por lo que ya conocemos el principio, pero no cual va a ser el final. La posición de AMLO y sus allegados es muy cómoda pues, manifiestan públicamente que su inconformidad es pacífica pero, fingen desconocer las amenazas y acciones de los grupos que simpatizan con ellos.

Un cordial saludo a todos los foristas.

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