En octubre de 1962 Estados Unidos y la Unión Soviética se encontraban en un peligroso enfrentamiento por la presencia de misiles nucleares en Cuba. Cien millones de estadounidenses y cien millones de rusos pudieron haber muerto. Cincuenta años más tarde, el proceso de negociación entre el presidente de los EU John F. Kennedy y el premier soviético Nikita Khrushchev, que evitó un holocausto nuclear, continúa arrojando lecciones importantes para cualquier gobernante que requiere tomar decisiones en donde el uso de la fuerza es un factor fundamental en la resolución de conflictos.
Lecciones útiles para el siguiente gobierno, especialmente a la luz de brotes de violencia como los que se están viviendo en Michoacán en este momento.
El uso de la fuerza siempre deberá considerarse el último recurso de un estado democrático para enfrentar y resolver un conflicto. Pero en su artículo el profesor Graham también subraya la importancia de que cuando se hace una amenaza debe de hacerse respaldado con un lenguaje y acciones contundentes que no pongan en duda la decisión del gobierno de hacer uso de la fuerza si es necesario.
En el caso de la crisis de los misiles, Kennedy ordenó un bloqueo de la isla e incrementó el estado de alerta de las fuerzas armadas. Señala Graham que “Kennedy pensó que era necesario incrementar a corto plazo los riesgos de una guerra para poder disminuirlos a largo plazo.”
Esto es una lección clave para la gobernabilidad a largo plazo en México, porque en general se percibe que el Estado tiene poca disposición de hacer uso de la fuerza, aun cuando esté respaldado por el estado de Derecho y la ley. Por eso es fundamental la decisión que tomó el gobierno federal de intervenir en Oaxaca hace exactamente seis años, en octubre del 2006, cuando estaba sitiada la ciudad por fuerzas sociales. Por eso, también es importante observar cómo será la resolución de la crisis social que se vive en Michoacán donde confluyen fuerzas del crimen organizado, organizaciones sociales, movimientos estudiantiles, grupos armados y un ambiente político encrispado.
La lección aprendida de la crisis de los misiles es que el Estado está dispuesto hacer uso de la fuerza, buscando antes diferentes alternativas para una resolución. Si la contraparte no percibe que el Estado esta tambaleante y que no hará uso de la fuerza, no estarán dispuestos a negociar.
Y si se percibe que el Estado tambalea y duda usar la fuerza, esto abrirá la posibilidad de más conflictos sociales no sólo en Michoacán, sino con posibilidad de contagiar a otros estados.
Hay que recordar que la decisión de intervenir en Oaxaca fue implementada por el entonces secretario de Gobernación Carlos Abascal. Lo sorprendente de la actual crisis en Michoacán es que el gobierno federal no ha hecho presencia ni comentarios. ¿Dónde está el secretario Alejandro Poiré? De nuevo hay que recalcar la importancia de quienes son los funcionarios que tienen la responsabilidad de implementar la estrategia de seguridad de un país.
www.anamariasalazar.com
Experta en temas de seguridad nacional
Leído en: http://www.educacioncontracorriente.org/index.php?option=com_content&view=article&id=63144:lecciones-de-fuerza-y-poder-ana-maria-salazar&catid=14:maestros
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.