lunes, 1 de octubre de 2012

Rafael Loret de Mola - Zedillo: "rescates"

Rafael Loret de Mola
Sólo les falta salir al balcón central de Palacio Nacional para saludar, abrazando al mandatario en funciones, a la multitud enfebrecida. Así lo hicieron los ex presidentes cuando Manuel Ávila Camacho, el último general que ascendió en la escala jerárquica hasta situar su despacho en tal recinto, los invitó a formalizar una alianza consolidada en la unidad el apego a las instituciones. Y allí volvieron a encontrarse, exilio de por medio, Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas del Río; con ellos, también aparecieron en la foto Abelardo L. Rodríguez, Emilio Portes Gil y hasta el célebre “nopalitos” –por lo “baboso”- Pascual Ortiz Rubio, vencido por el maximato callista. Todo ello al inicio de la década de los cuarenta en el siglo anterior.

Felipe Calderón, benévolo y hasta olvidadizo, podría intentar un experimento parecido dado que sus predecesores deben estarle muy agradecidos. Nadie les molesta ni inoportuna a pesar de que la crecida de la derecha panista se fundamentó, precisamente, en los señalamientos sobre la alta corrupción de los mismos, incluyendo claro una grave prevaricación en contra de los intereses generales. Pero más pronto que tarde se dio vuelta a la hoja para no agitar a los grupos de poder cuya influencia que determinan los pasos y objetivos del vulnerable personaje situado al frente del Ejecutivo federal.




Por lo pronto, Luis Echeverría vive tranquilo su ancianidad y se refugia en el tratado de la decrepitud para solventar cualquier tipo de presión en su contra, aun cuando haya sido calificado como “genocida” por su innegable involucramiento en la matanza de Tlatelolco hace ya cuarenta años. Él, por supuesto, niega las versiones que le comprometen y señala, una y otra vez, a quien era su jefe entonces, Gustavo Díaz Ordaz, quien muerto ya no puede defenderse, como el único responsable del drama que aniquiló el espíritu combativo de los jóvenes de varias generaciones silenciadas. Por cierto, ¿no es éste el mayor signo de que sufrimos, en toda forma, una dictadura de partido cortada en sexenios? El rosario de complicidades completa el círculo.

Desde luego, la ausencia de memoria histórica, como tanto hemos reiterado para enfatizar la perspectiva del continuismo político, propicia la reincidencia de los malos hábitos entre los hombres y mujeres de la vida pública. Me temo que los predadores del presente siguen apostando por la impunidad mientras negocian bajo las mesas y extienden beneficios a sus familias ambiciosas perfectamente camufladas. Por desgracia, la casta panista ha demostrado, con innumerables ejemplos, ser más voraz que no pocos de quienes integraron la hegemonía priísta y todavía permanecen esperando la marcha hacia atrás que esperan irreversible.

Como no se ha procedido judicialmente, y motivos son los que no faltan, contra los ex mandatarios, éstos no sólo han gozado del privilegio de sus fortunas a la sombra del poder sino también consolidan a sus propios grupos de influencia, representan intereses diversos, los más multinacionales, y maniobran e intrigan a la medida de sus propias ambiciones. No les hace falta dinero ni bienes; pero ansían el poder, sentirlo, tocarlo, ejercerlo, como única expresión vital para ellos. No se entienden a ellos mismos sin ese privilegio y sin adoradores tocando a sus puertas para exaltarlos, adularlos y solicitarles el invaluable manto de sus respaldos.

¿Disciplina? No, más bien lacayunería asfixiante que acaba por enfermar a emisores y receptores. Fernando Gutiérrez Barrios, el extinto veracruzano a quien Carlos Salinas llamó “el hombre leyenda”, calificó a éste, a su vez, con una sentencia lapidaria:
--“Salinas, para equilibrarse emocionalmente, requiere el poder. Y cuando no lo tiene es impredecible y peligroso”.

Tal afirmó, en 1995, a la vista del deplorable espectáculo montado por el ex mandatario en una humilde casa de San Bernabé, barriada regiomontana, para “ayunar” con el propósito de salir al rescate de su “honor” escarnecido por rumores e intentos de linchamiento, como él observaba las pesquisas con miras a determinar responsabilidades sobre los crímenes políticos de 1993 y 1994. Fue tal el quebranto de su inestabilidad mental que Salinas llegó al grado de llamar al entonces procurador general, el panista Antonio Lozano Gracia, para clamar por su inocencia:
--¿Vas a venir por mí? –inquiría el ex presidente con el consiguiente arranque histriónico-.

Pero no, desde luego no fueron por él. Se limitaron a tomarle declaración en la comodidad de la embajada de México en Dublín, donde entonces radicaba el personaje, con los consiguientes gastos de traslado de los ministeriales que debimos cubrir los mexicanos fiscalmente cautivos. Hasta este nivel llegan las simulaciones. ¿Por qué, entonces, no intentar el abordaje a la gubernatura de Nuevo León?

La Anécdota
Es fama que Doña Paloma Cordero, esposa de Miguel de la Madrid, imploró ante José López Portillo para que ubicara a su consorte dentro de la administración pública. Y así lo hizo. Dos sexenios adelante, sucedió algo similar: La familia del señor De la Madrid acudió en masa a Los Pinos para clamar ante el sucesor del mismo, Carlos Salinas, una posición digna para que el aludido pudiera superar la crisis, combinación perfecta de nostalgia y humos etílicos. De allí surgió la salida:
--Será Director del Fondo de Cultura Económica –premió Salinas a quien le había hecho candidato y presidente a pesar de los sobresaltos de 1988-.

Y en el cargo permaneció el sujeto por más de una década. Es el ejemplo mayor sobre la impunidad que se impone a los intentos de privilegiar la memoria colectiva. Por eso, insisto, se nos aparecen los reincidentes por aquí y por allá. Sólo falta que Echeverría se convierta en senador vitalicio, como él mismo propuso a su viejo amigo López Portillo en 1976, para cerrar el capítulo más encendido de la gran novela de la simulación.
loretdemola.rafael.yahoo.com

ALGUNA VEZ, ECHEVERRÍA LE PROPUSO A LÓPEZ PORTILLO QUE SE INTEGRARA CON LOS EX MANDATARIOS UNA ESPECIE DE CONSEJO NACIONAL. DE HECHO, EN ESPAÑA FUNCIONA NO SÓLO CON LOS “EX” SINO TAMBIÉN CON OTROS ACTORES IMPORTANTES DE LA VIDA NACIONAL... PERO AQUÍ SERÍA TERRIBLE.

Leído en: http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/zedillo-rescates3

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