lunes, 1 de octubre de 2012

Sergio Sarmiento - Tomates y votos

Sergio Sarmiento
WASHINGTON, D.C.- El Departamento de Comercio del gobierno de Barack Obama recomendó el 26 de septiembre abrogar el acuerdo con México que permite la entrada de tomate mexicano a los Estados Unidos. De aplicarse esta recomendación, el principal producto agrícola que México exporta a la Unión Americana podría perder la ventaja de ingreso sin arancel o los productores mexicanos tendrían que cobrar el producto a un precio mayor. 

Los productores de Florida han sido los principales impulsores de esta medida. No sorprende así que el anuncio se haga en un año electoral. Florida es uno de los estados cruciales en la competencia por la presidencia de la Unión Americana. 




Cada cuatro años, cuando se llevan a cabo campañas presidenciales en Estados Unidos, las decisiones gubernamentales en Washington empiezan a verse marcadas por criterios electorales. No parece haber una razón técnica para la acción contra el tomate mexicano, el cual, dicen los tomateros de Florida, se vende a precio de dumping. Es poco probable que se pueda comprobar alguna práctica indebida. En caso de que se aplique alguna sanción contra el tomate mexicano, cosa que puede tardar varios meses, México puede acudir a los paneles de controversia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Al final, como hemos visto en casos como el del transporte terrestre, es muy probable que se le dé la razón a México.

Lo que le importa a Obama, sin embargo, no es el resultado final de la acción sino mandar el mensaje a los votantes de Florida de que está dispuesto a defender los intereses de sus productores. Después de la elección del 6 de noviembre, ya no será tan importante aplicar la medida. 

Los tomates mexicanos no son el único caso en que el gobierno de Estados Unidos está promoviendo medidas proteccionistas para obtener votos. El presidente Obama ha impulsado también una acción contra las autopartes chinas. Los productores estadounidenses han venido perdiendo terreno desde hace años ante sus rivales chinos. En este caso serían los fabricantes de Ohio y Michigan los favorecidos. 

Confrontar públicamente a China o a México es un deporte común en épocas electorales en la Unión Americana. Y es fácil hacerlo debido a los prejuicios que la mayoría de los estadounidenses tienen hacia chinos y mexicanos. 

En parte por estas medidas, pero también por los problemas y errores del candidato republicano Mitt Romney, el presidente Obama ha venido ganando terreno en una campaña que se esperaba fuera más cerrada. En la encuesta de Reuters/Ipsos de este 26 de septiembre Obama alcanzó una intención de voto de 49 por ciento contra 42 de Romney. La percepción de que Romney es demasiado rico, y el error de afirmar que el 47 por ciento de la población estadounidense “que no paga impuestos” (en realidad, que no presenta declaración anual) vive de los subsidios del gobierno, le han hecho daño. Las encuestas no sólo muestran que el candidato demócrata tiene ya una cómoda ventaja en el voto nacional sino que sugieren un avance de Obama en estados cruciales para el resultado final como –¡sorpresa!--Ohio y Florida. 

Falta más de un mes para que concluya la batalla. El último mes de campaña es crucial y la ventaja de Obama no es excesiva. Los estadounidenses saben, sin embargo, que es muy difícil derrotar en las urnas a un presidente que busca la reelección. Pero además Obama está haciendo esfuerzos excepcionales por atraer el voto de los indecisos. Si en el camino salen lastimados los productores mexicanos de tomate, qué lástima. 

MENTIRAS
La Unión Nacional de Trabajadores (UNETE) desplegó una campaña en medios en contra de la reforma laboral en la que afirmaba que ésta llevaría al pago de sueldos de 7 pesos por hora. La verdad es que la reforma mantiene el sueldo mínimo diario aunque se trabaje una sola hora en la jornada.
Twitter: @sergiosarmient4

Leído en: http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/tomates-y-votos

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