domingo, 21 de octubre de 2012

Ricardo Alemán - Elba, "sirvienta" sin patrón

!Aclaman maestros a Elba, que tendrá su propio sexenio!

Listo proyecto alternativo de código de procedimientos penales

La noticia es que la profesora, Elba Esther Gordillo, tendrá su propio sexenio al frente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación SNTE, a pesar de que ya no es la líder vitalicia del gremio magisterial.

Pero el mensaje de fondo –del Congreso del SNTE-, es que en tanto lideresa sexenal del magisterio, la señora Gordillo no será ni amiga, ni aliada y menos secretaria de Estado –y por tanto no será sirvienta-, del Gobierno de Enrique Peñas Nieto.

Sin embargo, hay mucho más de fondo. ¿Por qué razón, y de manera repentina, la señora Gordillo decidió dejar a un lado la comodidad de su liderazgo vitalicio del SNTE, para organizar un Congreso en el que los más de tres mil delegados la aclamaron como jefa del Consejo Superior, mediante el voto libre y secreto? 



La respuesta se localiza en el reclamo generalizado para que se produzcan la democracia y la transparencia sindicales -en organizaciones como el SNTE-, además de que son poco claros los intríngulis del Gobierno de Enrique Peña Nieto, quien ha dicho que la democracia mexicana reclama transparencia y democracia sindical, además de que en su Gobierno no habrá lugar para los liderazgos que no cuenten con el aval de las bases.

En el primer caso, la señora Gordillo –que es la lideresa más desprestigiada del País-, pretendió callar la boca de críticos y malquerientes, al organizar un Congreso extraordinario en el que fue aclamada por más de tres mil 200 delegados, que votaron mediante sufragio libre y directo, a favor de que continuara al frente del SNTE.

Y el segundo caso, es que a 40 días de que llegue Peña Nieto al poder presidencial, la señora Gordillo está lista para "la guerra" que podría lanzar el Gobierno de Peña con los liderazgos sindicatos; incluido, claro, el magisterial. Eso sin contar con las eventuales reformas a la ley laboral, a favor de la transparencia y la democracia sindicales, que se podrían producir en el Congreso de la Unión.

Y si había dudas de la legitimidad y del poder político que tiene la señora Gordillo al interior de su gremio, vale la pena echar una mirada a las "pinceladas democráticas" del Congreso en el que fue electa por un sexenio más como lideresa del magisterio. Primero eliminó de la contienda a sus adversarios, al cambiar la sede del Congreso. Luego se presentó como cabeza de la única planilla a votación. Al final, como era normal en esa "chabacana democracia" magisterial, la señora Gordillo se llevó la aclamación.

¿Peña podrá quitarla..?

Lo curioso del asunto es que a 24 años de que la señora Gordillo fue impuesta como lideresa del SNTE, de manera vertical y autoritaria por el Gobierno de Carlos Salinas –en ese momento Salinas le cobró a Carlos Jonguitud Barrios la traición de votar a favor de Cárdenas-, hoy cuenta con la legitimidad que no tuvo durante los primeros años de su gestión, lo que dificultará aún más todo intento de una potencial remoción. ¿Por qué?

Porque la señora Gordillo es la dirigente del SNTE, gracias al voto libre y secreto del 99.9 por ciento del total de los delegados al VI Congreso Nacional Extraordinario. En efecto, nadie le podrá impugnar que en ese sindicato no existe democracia, a pesar de que sea "democracia chabacana".

Pero el tema tiene mucho más de fondo. Para tratar de entender a cabalidad la importancia de la maniobra que diseñó la señora Gordillo para mantenerse al frente del SNTE, primeo se debe recordar que en los meses previos a la elección presidencial de julio pasado, el SNTE y la señora Gordillo pasaron por una alianza con el PRI y, posteriormente, por una ruptura de esa alianza.

Resulta que cuando Peña Nieto ya se perfilaba como seguro candidato presidencial del PRI, decidió romper la alianza con la profesora Gordillo. La razón de esa ruptura todos la conocen; era más costoso para el PRI acudir a la elección presidencial del brazo de "la profesora" Gordillo que, como ocurrió, viajar solo. En otras palabras, que Peña Nieto consideró a la señora Gordillo algo así como "un lastre". ¿Y por qué un lastre? 

Porque el nombre de la profesora, su liderazgo y el gremio magisterial están el el fondo de la tabla de percepción positiva. En el conjunto de la burocracia nacional, el liderazgo de la señora Gordillo es el más repudiado y el SNTE, de los sindicatos menos respetados.

De esa manera –al viajar por caminos distintos rumbo a la elección presidencial-, el PRI de Peña Nieto no debe nada a la señora Gordillo. Más aún, y por extraño que resulte, el SNTE y el magisterio están más desprotegidos en la vuelta del PRI, que cuando el PRI no tenía el poder presidencial.

Por eso, frente al riesgo de ser víctima de un manotazo autoritario del Gobierno de Peña Nieto, la señora Gordillo se jugó su resto y, con pinceladas de democracia y transparencia sindical, logró su reelección por todo el sexenio de Peña Nieto, a cuyo Gobierno tratará no como un aliado, y menos como un amigo. No, la relación de la señora Gordillo y el Presidente Peña será tirante, sino es que de guerra.

Y por lo pronto, a la inauguración de la Asamblea de la señora Gordillo, acudió el líder petrolero, Carlos Romero Deschamps quien, frente a su propio gremio, también fue electo por otros seis años. ¿Y dónde quedaron la democracia y la transparencia sindicales? Les vale madre.

En el camino

En días pasados, el Doctor en derecho, Moisés Moreno Hernández dio a conocer el Proyecto Alternativo de Código Federal de Procedimientos Penales -elaborado bajo su coordinación-, y que es la más ambiciosa propuesta hacia la armonización o la unificación de la legislación procesal penal.

Dice el proyecto, en su exposición de motivos, que debido al incremento de la violencia, la inseguridad y la incidencia delictiva –y con el consecuente incremento de la impunidad, "todo el sistema de justicia penal y de seguridad está en crisis".

Reconoce que frente a esa emergencia, los gobiernos recientes han propuesto muchas y muy variadas reformas, con la finalidad de acabar con las desviaciones y lograr una mayor eficacia en la impartición de justicia. Sin embargo, de poco han servido todos esos cambios. ¿Por qué?

Porque ante la nueva realidad policía, socioeconómica y criminal que vivimos los mexicanos, es urgente un cambio de fondo en todo el ordenamiento jurídico y el sistema penal. En otras palabras, que la impartición de justicias continuará siendo un lastre, si no se cambia de fondo todo el sistema procesal penal. Y por eso la pregunta: ¿cuál de los tres poderes; Ejecutivo, Legislativo y Judicial, tomará en cuenta el trabajo del doctor Moreno Hernández? Al tiempo.

Leído en: http://www.noroeste.com.mx/opinion.php?id_seccion=104

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