Va por Isaac Saba, Santiago Creel, Alejandro Junco, y por el periódico en sí. Va por Javier Corral, Jenaro Villamil, Carmen Aristegui, Simón Charaf, Paula Cussi, Lizette Farah, y por las centenas y miles de personas que han sido o son víctimas de la muerte en pantalla, extorsión y el linchamiento mediático, que los sicarios -mal llamados ejecutivos del Grupo Televisa- utilizan como modus operandi para dar escarmiento a quienes osan no acatar órdenes, se atreven a atentar en contra de los intereses de la empresa o, simplemente, se cruzan en su camino.
Pero no se piense que sus métodos se limitan al abuso de sus concesiones para transmisiones en la pantalla chica. Son mucho más sofisticados: crean cámaras y asociaciones que controlan a voluntad, mismas que utilizan como voceros para generar la impresión de que el mensaje viene de terceros independientes y "neutrales". Buenos ejemplos son la CIRT, la Canieti y el IDET, y eso por no mencionar partidos políticos cuya franquicia se mantiene de la propaganda que la televisora les paga, a cambio de curules en el Congreso.
Pero desde la navidad pasada, la piñata en turno es el único consejero de la Cofetel que se niega a darse por vencido en el esfuerzo de crearle competencia a la televisora.
Desde su nombramiento en 2010, Mony de Swaan no ha dejado de ser atacado: en su haber cuenta con seis denuncias penales de legisladores del PRI y del PRD, y empresas del Grupo Salinas; siete denuncias ante el órgano interno de control, por diputados; además de incontables ataques de "plumas compradas" que se dedican a reproducir los boletines que son preparados desde las oficinas de la televisora -basta comparar escritos para preguntarse si se trata de plagio o es mera casualidad.
Casualmente, el día después del anuncio hecho por De Swaan de la publicación de las bases de la licitación de la tercera cadena de televisión abierta, una colega diputada cayó en la trampa tendida por los oficios de los sicarios de la televisora, y presentó una denuncia en contra del comisionado por supuestos contratos ilícitos entre la Universidad Autónoma del Estado de México y Cofetel, basada en documentación que le fue "hecha llegar por un tercero".
Pero quién podría ser ese "tercero" y ¿a instancias de quién? Pues bien, para aclarar más el caso de la reciente denuncia, me permito traducir un correo cuyo original está en inglés y obra en mi poder:
De: patrick.rucker@thomsonreuters.com
Enviado el: miércoles, 14 de noviembre de 2012 02:30 p.m.
Para: erick_mulhia@hotmail.com; vcastillo@fondict.org; edgar.garcia@cft.gob.mx
CC: gsoria@lvhs.com.mx
Asunto: reporter help...
Buenas tardes, señores.
Ya son varios meses desde que tuvimos contacto.
Espero que estén bien.
Ahora estoy trabajando como reportero en Washington DC pero fui contactado por Gerardo Soria en relación con mi reportaje previo sobre contratos entre la universidad y Cofetel.
Como ustedes saben, no pudimos terminar ese reportaje pero Gerardo parece estar muy ansioso ("quite eager") y tiene buena comprensión de los aspectos principales.
Sin objeciones, yo iba a expresar algunos hechos...Cosas que discutimos a comienzos del verano.
Como sé que todos estamos a favor de los principios de la libertad de expresión y transparencia, no anticipo que ustedes vayan a tener alguna objeción. De cualquier forma, si tienen cualquier preocupación, siéntanse con la libertad de expresármela en privado.
Atentamente,
Patrick Rucker
Reuters News, Energy Reporter
Desk: 202 354 5858
Cell: 202 415 4074
Es menester destacar que el autor, Patrick Rucker, es uno de los reporteros de Reuters que a fines del año pasado publicaron un artículo contra De Swaan, acusándolo de contrataciones y complicidades con cabilderos. La nota no pasó del escándalo porque nada se comprobó.
Pero lo que resulta claro del correo transcrito es que el instigador de todo este linchamiento es Gerardo Soria. Pero ¿y quién es Gerardo Soria? No es relevante su trayectoria, pero baste decir que es presidente del IDET, en cuyo consejo directivo está acompañado por una pléyade representantes de las televisoras, incluyendo a Javier Tejado Dondé, directivo de Televisa; Francisco Borrego Hinojosa, consejero de Azteca; Eduardo Ruiz Vega, director de Grupo Salinas; y, si faltaba alguno, Federico González Luna, actual presidente de la Comisión de Radio y TV en la Cámara de Diputados y asesor de la CIRT hasta febrero pasado.
Ustedes dirán por qué tanta ansiedad de Gerardo Soria, especialmente ahora que se anuncian las bases para la tercera cadena de televisión.
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