sábado, 24 de noviembre de 2012

Raymundo Riva Palacio - Gabinetazo


 PRIMER TIEMPO: Ya se acerca el final de la temporada. Como sucede cada seis años, en vísperas de la toma de posesión del nuevo Presidente abundan las listas de los probables miembros del gabinete. A menos de una semana de que Enrique Peña Nietoanuncie personalmente quiénes lo acompañarán en su administración, la fiebre se ha intensificado. “Peña Nieto los sorprenderá”, dijo uno de sus más cercanos colaboradores. “Habrá sorpresas”. ¿Cuáles son esas sorpresas? Que Peña Nieto escogerá no a sus amigos, sino a quienes considere que son los mejores para el cargo. El procedimiento para la selección de su equipo tuvo un método. Primero definió el perfil de lo que quería para cada cargo, en función de las necesidades y los objetivos que tiene en mente. Una vez hecho eso, el equipo al cual responsabilizó de buscar a las personas idóneas, le proporcionó una lista de cinco personas. La segunda depuración produjo entre dos y tres aspirantes, con los cuales, en los últimos días, Peña Nieto ha estado hablando para decidir, directamente, con quién trabajará. La primera parte del proceso quedó terminada la semana pasada, cuando el fin de semana anterior, en el Distrito Federal y en Pastejé, en forma colectiva con varios de sus cercanos, entre ellos sus pilares Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray, realizaron la depuración. 




Este jueves, personas del equipo de transición filtraron a la prensa una primera lista, en el más puro estilo anglosajón de lostrial baloons, que son globos de prueba que sueltan para medir la opinión pública y tomar la decisión final con la seguridad que hay un consenso prefabricado. Ya lo hizo el equipo hace varios días, cuando al recibirse de buena gana la integración de la Secretaría de Seguridad Pública a la Secretaría de Gobernación, Peña Nieto y Osorio Chong confirmaron la versión. Ya lo hicieron cuando dejaron saber que el productor Pedro Torres dirigiría Canal 11, que al recibir mala prensa, salieron a decir que no era cierto. Son nuevas formas de hacer política y construir consensos, destellos de la segunda alternancia en México, de la mano del PRI.

 SEGUNDO TIEMPO: El trabajo de aquél con nombre raro. Cuando fue nombrado coordinador de Planeación Estratégica del equipo de transición, bajo la rama que coordinaLuis Videgaray, el nombre de Andrés Antonius González causó intriga en muchos porque no lo conocían. Como Videgaray, aunque mayor que él, salió de la generación de itamitas que fue a estudiar un doctorado a Estados Unidos, y que era bastante conocido en la generación de tecnócratas que tomó el poder en México desde mediados de los 80. Antonius González fue asesor en el Congreso y el sector público, y saltó al equipo de transición de la consultora que fundó, Plan B, después de haber trabajado en Kroll. Su biografía pública en estos días ha omitido un episodio que da algunas pinceladas a su pasado y su fuente de poder, revelado por el ex presidente Carlos Salinas en 2003, cuando en un artículo que publicó en el diario madrileño El País revela cómo, por petición de él, recomendado por su hijo, que estudiaba en Harvard, intervino con el comandanteFidel Castro para recuperar a los hijos de una clienta de Antonius González, que en un pleito con su esposo, le había secuestrado a sus dos hijos, Henry Victoria, y se los había llevado a Cuba. Por razones que Salinas no terminó de explicar, viajó de inmediato a La Habana y le pidió a Castro la ayuda. El comandante ordenó a sus servicios de seguridad interna que rescataran a los niños, en una operación limpia y exitosa. ¿Qué tanto hay entre Salinas y Castro para que eso sucediera prácticamente en automático? No se sabe, como tampoco cuál fue la razón por la que Salinas tomó la petición de Antonius González como si fuera una instrucción. Antonius González había estado casado con la hija del ex secretario de Hacienda salinista, Pedro Aspe, mentor de Videgaray, y en segundas nupcias, se casó con la hija de Fernando Clavijo, uno de los principales asesores de Salinas cuando fue Presidente. Hoy, Antonius González jugó un papel clave para Peña Nieto, al ser asignado de realizar la primera lista de candidatos a secretarios de Estado y a determinar sus fortalezas y debilidades. Nada pequeño ese trabajo, donde el próximo gabinete, se podrá decir, pasó por sus manos primero.

 TERCER TIEMPO: En el Partenón, sólo cuatro. Nada es seguro hasta que todo esté seguro. Esa es la máxima con la que deberán tratarse todos los nombres del próximo gabinete de Enrique Peña Nieto. El presidente electo es un político que piensa con la cabeza muy fría cuando de equipos de trabajo se trata, por lo que, si hoy está alguien seguro en un cargo, puede caérsele por algún error que pudiera cometer. Peña Nieto ya habló con quienes serán sus primeros acompañantes y sus nombres se mantienen en una caja de seguridad. Pero hay cuatro personas que estarán con él, Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray, sus leales de la última década, y Luis Miranda y David López, su amigo y la persona que fue la primera en creer los tamaños de Peña Nieto. Los primeros, salvo sorpresas últimas, despacharán en Gobernación y Hacienda. Miranda, el político más cercano al Presidente electo, se perfila para la poderosísima Subsecretaría del Interior. López, no hay duda: toda la comunicación social, que será vertical y totalmente coordinada. Para los demás, este jueves, se abrirá el telón.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx
Twitter:
 @rivapa

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.