domingo, 11 de noviembre de 2012

Ricardo Alemán - El día que el PAN "chamaqueo" al PRD

El día qué el PAN "chamaqueó" al PRD

PRD, ´fue por lana (contra peña), y salió trasquilado´

El paro en la ´Pato Universidad´, prueban a Mancera

La historia es increíble, si no es que salida de un cuento infantil. Y es que resulta ridículo, si no es que de risa local, que un puñado de políticos profesionales de la llamada izquierda mexicana --como Jesús Zambrano y Dolores Padierna--, hayan creído el cuento de una alianza con el PAN, "contra la reforma laboral y, de largo aliento contra el PRI".

Y resulta aun peor que el señor Zambrano y la señora Padierna hayan aceptado presentar en conferencia de prensa --con "bombo y platillo"--, la supuesta alianza entre el agua y el aceite, cuando no se requiere más que apelar al sentido común y a la memoria elementales para saber que –en los hechos--, la única alianza posible entre los tres grandes partidos políticos mexicanos es entre el PAN y el PRI.



Pero donde la izquierda mexicana pasó del ridículo a lo grotesco, fue cuando luego de confirmar la pública y vergonzosa "chamaqueada" de los azules, líderes de la misma izquierda --como Jesús Zambrano entre otros--, gritaron también en conferencia de prensa; "¡traición, traición!".

Y es que, como todos saben, al final de cuentas el PAN y el PRI avalaron la reforma laboral en la Cámara de Diputados –una reforma que, a querer o no, es mejor que nada--, y el martes próximo avalarán la misma reforma en la Cámara de Senadores. De esa manera –y horas después--, el Presidente Calderón firmará el decreto para que entre en vigor la nueva ley laboral.

Y claro, la izquierda mexicana --en especial la que representan el PRD y "Los Chuchos"--, habrán hecho el ridículo de nueva cuenta. ¿Y por qué el ridículo? Porque además de la penosa "chamaqueada", esa izquierda cumple 25 años de estar muy lejos de ser un partido serio, moderno, leal a la democracia que dice representar y, en cambio, sigue siendo el viejo partido, poco o nada útil, que más bien debiera ser presentado como "el partido del no". ¿Y por qué?

Porque el PRD --igual que la rancia izquierda que representan el PT y el Movimiento Ciudadano--, prefieren apostar al "todo o nada", antes que a la política, la razón, el diálogo, la negociación y el acuerdo. Con otras palabras, el PRD le ha apostado al fracaso de los gobiernos de la alternancia y la transición –desde 1988 y hasta 2012--, antes que apostarle a la política.

Y esa es precisamente la diferencia con el PAN. Los azules, vale recordarlo, le apostaron a la alianza con el gobierno de Carlos Salinas –luego de la elección presidencial de 1988 y hasta la fecha--, y eso les permitió llegar al poder en el año 2000. En cambio, también desde ese 1988, el PRD le apostó al fracaso del gobierno de Salinas, luego al de Zedillo, al de Fox, al de Calderón y ahora --según todas las señales--, esa misma izquierda le apuesta al fracaso del gobierno de Peña Nieto.

¿Y qué es lo que ha conseguido esa izquierda, en 25 años de ser "el partido del no"? Los logros son sorprendentes, impensables. Primero –y por increíble que parezca--, la izquierda logró el regreso del PRI –por cuya salida en el poder luchó la izquierda históricamente--, y lo más preocupante, también consiguieron el desprestigio y la atomización de las izquierdas. Es decir, lograron el más escandaloso fracaso.


Alianza ´engañabobos´

Y la mejor prueba de ese fracaso es la "chamaqueada" que le aplicaron los azules a los amarillos. Por eso la primera pregunta. ¿Por qué creyeron los líderes del PRD –Zambrano y Padierna--, que el PAN estaría dispuesto a romper su alianza histórica con el PRI?

La respuesta va mucho más allá de la ingenuidad. Sin duda que Zambrano y Padierna, además de sus respectivos grupos políticos se vieron como verdaderos párvulos de la política. Pero también es cierto que los señores del partido amarillo creyeron que podrían convencer a los azules de cobrar venganza contra el partido y el gobierno que los echó del poder. Y es que, en el fondo, el PRD invitó al PAN a convertirse en otro "partido del no", y apostarle al fracaso del PRI y del gobierno de Peña Nieto.

 Pero lo que no entendieron los amarillos es que si el PAN no traicionó al PRI y tampoco rompió su alianza cuando los azules estuvieron en el poder presidencial, tampoco la romperían cuando regresaron a su tradicional papel de opositores leales, que es el mejor papel histórico del PAN.

Lo cierto es que en la más reciente escaramuza, el PRD "fue por lana" y "regresó trasquilado". ¿Qué quiere decir eso? Que los amarillos pensaron que utilizarían al PAN para reventar la reforma laboral que –en los hechos--, dará un impulso impensable al gobierno de Peña Nieto. Pero en la práctica, los amarillos fueron utilizados por el PAN. ¿Por qué y para que los utilizó el PAN?

El PAN requería un ariete para golpear las puertas del nuevo gobierno del PRI, y para con ello elevar el costo de su negociación, justo antes del inicio del gobierno de Enrique Peña Nieto. De esa manera, con la amenaza de no aprobar la reforma laboral, el PAN sentó al PRI y a Peña Nieto, para elevar el costo de su alianza sexenal. Y claro, lo consiguió.

En el fondo, la reforma laboral fue un pretexto, porque detrás de la escaramuza en donde el PRD fue "chamaqueado", el PAN no sólo se convirtió en el verdadero "partido bisagra" del gobierno de Peña Nieto, sino que pactó condiciones de gran beneficio para su causa en otras reformas –como la fiscal, la energética y la educativa--, que pronto empezarán a ser discutidas. Pero al mismo tiempo –y acaso esa sea la mayor ganancia--, el PAN desplazó al PRD del lugar de privilegio que le daba a los amarillos ser el segundo lugar como fuerza política. Y es que hoy el PAN es el partido que cogobierna con el PRI, en tanto que el PRD está sumido en una de sus peores crisis.

De esa manera, en los próximos días habrá reforma laboral, la firmará el Presidente Felipe Calderón como nueva Ley Federal del Trabajo –y con ello se llevará la medalla de "presidente de la reforma laboral"--, en tanto que el gobierno de Peña Nieto "arrancará con un motor nuevo" para la creación de empleos. Ganarán el PAN y el PRI, en tanto que otra vez resulta derrotado el PRD.

Y debido a esa derrota --y a manera de venganza--, el PRD y las izquierdas en general boicotearon las ternas enviadas por el Presidente Calderón al Senado, para renovar dos lugares en la Suprema Corte. Otra vez la cultura de la venganza, la transa, la vendetta, que llevará a la ruina a los amarillos. Y claro, por lo pronto se burlaron de los aspirantes a ministros de la Corte.

En el camino

Y en donde también fracasan las izquierdas es en la "Pato Universidad" –la UACM--, en donde son visibles grupos de porros de distintas universidades públicas, vinculados a guerrilleros, que intentan chantajear al nuevo gobierno de Mancera. ¿Lo doblarán? Al tiempo.

Leído en http://www.noroeste.com.mx/opinion.php?id_seccion=104

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