México estará presente en por lo menos tres importantes conversaciones que están teniendo lugar en Estados Unidos. En primer lugar, es probable que el próximo año se apruebe algún tipo de reforma migratoria y la cooperación con México formará parte de ella.
En segundo lugar, los políticos estadounidenses están buscando formas de fortalecer la recuperación económica de su país. Competitividad regional y la integración de América del Norte estarán presentes en el debate que se dará sobre cómo revitalizar el Tratado de Libre Comercio y alcanzar la autosuficiencia energética.
En tercer lugar estará la conversación acerca de la legalización de algunas formas de drogas ilícitas, misma que se acelerará en 2013 y México será arrastrado a ella.
Volveré a los temas de inmigración y competitividad en artículos posteriores. Con respecto a la conversación sobre las drogas, tengo la impresión de que las cosas están cambiando en contra de aquellos que abogan por la prohibición estricta. El cambio se inició con el informe de la Comisión Global de Políticas de Drogas, de junio de 2011, que defiende la despenalización de los estupefacientes junto con una reglamentación estricta, y se convirtió en tangible cuando los estados de Colorado y Washington votaron el mes pasado para legalizar el consumo de mariguana para uso recreativo. Y el impulso continúa. Les ofrezco dos ejemplos recientes.
Actualmente está disponible en YouTube "Rompiendo el tabú", una película narrada por el ganador del Óscar Morgan Freeman, que aboga por la apertura del debate en los EU sobre la política de drogas. Su punto de vista claramente apoya la legalización, o cuando menos la despenalización. Cuenta con entrevistas con un buen número de ex mandatarios, incluyendo a Bill Clinton y Ernesto Zedillo, quienes sostienen que la guerra contra las drogas ha fracasado, por lo que el debate es necesario. La película retrata a la extrema violencia relacionada con las drogas en Colombia, Brasil y México. El mensaje es que la guerra contra las drogas en México es un fracaso sin paliativos.
El segundo ejemplo es una discusión técnica de los problemas constitucionales que crea la legalización de la mariguana en el sistema federal de Estados Unidos. El Instituto Cato, un think tank conservador, celebró el 12 de diciembre un foro sobre el derecho y la política de la legalización de la mariguana, con el objetivo de examinar las cuestiones legales que surgen cuando dos estados legalizan una droga que está prohibida por la ley federal. Cato está a favor de la legalización y el estudio sostiene que los estados pueden legalmente resistir los intentos del gobierno federal para revocar la ley estatal.
Yo no soy un abogado constitucionalista, pero mi impresión es que el gobierno federal sí puede anular la totalidad o parte de las disposiciones estatales que hacen legal la mariguana.
Más interesante para mí es la política que está detrás. Obama fue capaz de evitar una discusión de la legalización de la mariguana durante la campaña presidencial. Él necesitaba los votos electorales de Washington y Colorado, por lo que no tenía sentido caer en la controversia.
Es sabido que el presidente personalmente se opone a la legalización de la mariguana. Y él ha apoyado la prohibición estricta en las conferencias internacionales. Ahora se enfrenta a la cuestión de cómo anular la legalización.
México figura en esta discusión en el sentido de que una parte de la mariguana que se consume en EU se introduce de contrabando desde México. Algunos argumentan que la legalización en EU reducirá el volumen y caerán las ganancias obtenidas de las drogas de contrabando. La legalización de la mariguana liberaría recursos para interceptar los tipos más peligrosos de las drogas, como la cocaína y las metanfetaminas.
La posibilidad de que sea legalizada muy probablemente se dé en el futuro. Creo, sin embargo, que la implicación más importante a corto plazo es la señal que se envía a la opinión pública mexicana. ¿Por qué el gobierno mexicano habría de invertir recursos y poner vidas en riesgo para interrumpir la producción y el tráfico de mariguana, cuando al mismo tiempo los estadounidenses han despenalizado la posesión personal en varios casos y votó a favor de legalizarla en dos estados de la Unión?
Además, a menos que el presidente Obama se oponga enérgicamente a la legalización en Colorado y Washington, será difícil para él convencer a los presidentes de México, Guatemala y Colombia para que permanezcan firmemente en contra. El "precipicio fiscal" es la principal prioridad de Obama hasta el 31 de diciembre. México haría bien en comenzar su propio debate sobre la legalización de drogas antes de que se introduzca en la conversación de Estados Unidos en 2013.
Leído en http://www.eldiariodecoahuila.com.mx/notas/2012/12/15/nueva-conversacion-sobre-drogas-332125.asp
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