Si Felipe Calderón tuvo un “gabinete de cuates” y Marcelo Ebrard trabajó con un “gabinete de cuotas”, los sucesores de ambos han sorprendido en estos días con dos gabinetes de experiencia. Tanto el equipo de Enrique Peña Nieto como el de Miguel Ángel Mancera tienen un denominador común: la trayectoria y experiencia de sus integrantes, que generan una primera percepción de que no habrá improvisación en las labores de gobierno.
Primero el del presidente Peña Nieto, que rescató políticos experimentados de vieja guardia para combinarlos con tecnócratas de segunda generación y algunos jóvenes con buena preparación; y ayer el gabinete de Miguel Ángel Mancera, que sorprendió con algunas designaciones como la del joven ex funcionario calderonista Salomón Chertorivski, y la suma de Cuauhtémoc Cárdenas, en otra clara combinación de juventud y experiencia que dan la imagen de un gobierno que inicia con solidez.
Pero la mayor sorpresa que dio ayer Mancera es que, sin dejar de lado a los grupos y corrientes del PRD -que lo presionaron hasta el último momento por “cuotas en el gabinete, al igual que su ex jefe Marcelo Ebrard- logró un equipo equilibrado en el que, si bien hay bejaranistas como Hegel Cortés en la Secretaría de Desarrollo Rural, o Chuchos como Carlos Navarrete en la Secretaría del Trabajo, ebrardistas como Armando Ahued y Héctor Serrano que repitieron en sus cargos, o incluso lopezobradoristas como Miguel Torruco o Rosa Icela Rodríguez, al final predominan los manceristas y él mantiene sin duda el control de su gabinete sin volverlo un equipo de cuotas ni de tribus.
Ese es un primer mensaje de fuerza del nuevo jefe de Gobierno: contra las presiones de los grupos perredistas, que le exigían espacios o las peticiones de Ebrard, que le pedía mantener más posiciones del antiguo gabinete, Mancera supo imponerse y logró, al menos por ahora, acotar al perredismo, para privilegiar un grupo de colaboradores que proyecta una imagen más profesional y de perfiles interesantes que mantienen las altas expectativas que ha generado el arranque del nuevo gobierno capitalino.
Algo similar ocurre en el gabinete federal, donde el primer mensaje de entreveramiento generacional se confirma con las designaciones de subsecretarios hechas ayer por Miguel Ángel Osorio en la Secretaría de Gobernación: Felipe Solís Acero, político cercano a Manlio Fabio Beltrones pero que durante la campaña se volvió también de la confianza de Peña Nieto, a la Subsecretaría de Enlace Legislativo y Acuerdos Políticos, nada menos que la encargada de dar seguimiento al Pacto por México; Roberto Campa, subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana, que será responsable del Programa Nacional de Prevención del delito, anunciado por Peña; y la incorporación de Paloma Guillén y Lía Limón, subsecretarias de Población y Asuntos Migratorios, y de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos.
En 12 años de gobiernos federales panistas y en 15 años de gobiernos perredistas en el DF, los gabinetes fueron siempre un “talón de Aquiles” de los gobernantes, ya por la improvisación de cazatalentos, por los cuates o por las cuotas, pero en los dos casos se trataba de equipos de trabajo que más que confianza generaban dudas. Hoy, en el arranque de administraciones, tanto en el país como en la ciudad, se presentan colaboradores que de entrada generan buenas expectativas; que de eso resulten buenos gabinetes y resultados de gobierno, se verá con los hechos.
NOTAS INDISCRETAS… Que Carlos Slim, según la revista Forbes, sea el hombre que aparezca con más poder en México y en América Latina, incluso por encima del presidente Peña Nieto, no es nada casual. La misma revista enumera la gran cantidad de campos en los que el multimillonario ingeniero tiene influencia, lo que lo coloca por encima de varios mandatarios del mundo. Claro que no en todos los países ocurre lo mismo porque en Estados Unidos, por ejemplo, ni Warren Buffet ni Bill Clinton aparecen con más poder que Barack Obama, quien encabeza esta lista mundial. Para que luego digan que en México no hay “poderes fácticos”…Que Ricardo García Cervantes haya sido nombrado subprocurador de Derechos Humanos de la PGR lleva muchos mensajes, sobre todo si se toma en cuenta que el panista fue de los más duros críticos de la guerra de Felipe Calderón contra las drogas… Los dados se reponen. Escalera doble.
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