La experiencia pública de este exdirector del IFE, exsubsecretario de Gobernación, exdiputado, exsenador, se remonta a 1970. Sin embargo, su desempeño en 2012 y el discurso que ha manejado las primeras 72 horas como gobernador de Tabasco, lo proyectan entre las figuras más vanguardistas de la izquierda y la política mexicana.
Núñez fue un aliado sereno e incondicional de Andrés Manuel López Obrador, pero no dudó, por ejemplo, en acompañar a finales de octubre al grupo de los gobernadores electos de la izquierda a tomarse la foto con Enrique Peña Nieto.
Reunión que ya rindió dividendos. Núñez encontró en ceros las cuentas bancarias del erario tabasqueño. El mismo día de su toma de protesta, la Secretaría de Hacienda les depositó, como anticipo de participaciones fiscales, 700 millones de pesos para sacar los gastos básicos. El lunes tendrán otro anticipo por mil 100 millones.
“Recibo a Tabasco como una zona de desastre”, me dijo ayer. “Lo digo, no para quitar la esperanza a nadie, sino para informar cómo recibo el estado”. Luego asegura que no saldrá a cortar cabelleras, porque no quiere un ajuste de cuentas, una alternancia traumática: “No concibo la alternancia como revancha”.
—En campaña siempre afirmaste que no eras antipriísta.
—Y eso me ayudó mucho, porque muchos priístas también votaron por mí. Y ayudó también para que pudiera juntar, por primera vez en 23 años, a alcaldes electos del PRI y el PRD.
Un joven veterano, modelo 1949.
Leído en http://www.vanguardia.com.mx/unjovende65anosquemarcaelcamino-1452832-columna.html
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