lunes, 11 de febrero de 2013

Red Unidos por los Derechos Humanos - Informe sobre la hidroeléctrica en el río Ajajalpan


INFORME DE LA BRIGADA DE OBSERVACIÓN EN IGNACIO ZARAGOZA
Municipio de Olintla, Pue. 1 al 3 de febrero de 2013

1.     LLAMADO A LA SOLIDARIDAD

Los días 1 al 3 de febrero, respondiendo a los llamados de las organizaciones civiles, seis compañeros de la Red Unidos por los Derechos Humanos, A. C. acudimos a la comunidad totonaca de Ignacio Zaragoza, municipio de Olintla, Puebla, para apoyar con una brigada de observación en el conflicto del proyecto de minería que incluye la construcción de una hidroeléctrica en el río Ajajalpan de dicha comunidad, no sin antes comunicarnos con la comunidad para saber si estaban de acuerdo y atendiendo las precauciones recomendadas por distintas organizaciones civiles que tienen experiencia en la región sobre un posible brote de violencia. Esto, por el conocimiento que se tiene de los perjuicios que tales proyectos han ocasionado alrededor del mundo, lastimando la ecología, así como los derechos humanos, principalmente económicos, ambientales y de los pueblos, “Si no nos dejan pasar, si vemos que están armados, pues eso es lo que vamos a informar, pero hay que ir”, decíamos entre nosotros. “Y si vemos que se puede romper el cerco, lo haremos.”




2.     LLEGADA A LA CABECERA MUNICIPAL DE OLINTLA

Como a las 4 de la tarde del viernes 1 de febrero, la mitad de la brigada llegamos en un auto al centro de la cabecera municipal de Olintla. Lo primero que observamos fue que en el crucero de la carretera que viene de Zacatlán para entrar a Olintla, hay lonas de repudio a quienes se oponen al supuesto “progreso” de este municipio, y que por igual toda la cabecera estaba tapizada de mantas cruzando las calles, así como pequeñas lonas de vinil colgadas en las casas a favor de la hidroléctrica. Más aún, gente colocada en distintos puntos de la ciudad nos observaba y seguía sin disimulo, tomando el número de placas de nuestro vehículo y preguntando que significaba esa calcomanía “Aceptamos Túmin”; eran del Frente Cívico Olinteco, que apoya abiertamente los proyectos mencionados y que tiene una base en la Casa de la Cultura.




3.     NOS INTERCEPTA EL FRENTE CÍVICO

Nos interesaba comunicarnos con nuestros compañeros que venían en camino en otro automóvil, para entrar juntos a la comunidad; y queríamos hablar con el compañero Miguel, del Consejo Tiyat Tlali, opuesto al proyecto, para que nos orientara sobre lo que teníamos que hacer. Sin embargo, no había señal de celular y buscamos una caseta telefónica, donde tampoco logramos comunicarnos. Ahí nos interceptaron 4 personas del Frente Cívico; eran tres jóvenes y otro más adulto que lidereaba, para preguntarnos quiénes éramos y a qué veníamos. Les dijimos que veníamos a conocer el conflicto como observadores de derechos humanos y como prensa popular de la revista Kgosni, mostrándoles una identificación. Les preguntamos si les podíamos entrevistar a ellos, para saber por qué están a favor de la hidroeléctrica. Nos contestaron que sí, pero en la Casa de Cultura… Accedimos.

4.     PRIMERA CHARLA CON EL FRENTE CÍVICO

Ahí dentro, les preguntamos por qué consideraban que la hidroeléctrica sería un progreso para Olintla. “Estos muchachos quieren un empleo”, nos respondieron. ¿Cómo cuántos empleos habrá? “Estamos dispuestos al diálogo, pero no les vamos a dar ninguna información”. ¿Hay alguien que nos pueda dar información?, ¿acaso el presidente municipal? El presidente no tiene nada que ver en esto; y la presidencia del Frente Cívico está en una reunión, lo que después resultó falso y no obstante agregaron que desconfían de la prensa porque no dicen la verdad, “como el reportero de La Jornada, que nos tacha de golpeadores”. ¿Y en Zaragoza están todos contra la hidroeléctrica? No, hay gente que está a favor. Quisiéramos entrevistarlos. La plática se interrumpió porque llamaron a la puerta. Era el encargado de la caseta telefónica, quien al parecer en su mano le mostraba al líder el número de teléfono al que nos queríamos comunicar, el de Miguel, en la comunidad de Zaragoza, haciendo un uso indebido de esa información. Cuando el líder regresó, su actitud cambió con cierto disimulo y añadió que son gente pacífica pero que no nos dejarían llegar a la comunidad de Zaragoza porque ellos, el Frente Cívico, había bloqueado el camino con un retén, colocando grandes piedras. “Así que son pacíficos. Entonces queremos platicar con la gente que está en el retén”. No les van a decir nada, contestaron. Prácticamente no había más que platicar.

5. REGRESO A HUEHUETLA Y LLEGADA A ZARAGOZA

Como empezaba a anochecer y los compañeros no llegaban, tuvimos que regresar a la comunidad de Guerrero, a unos 20 minutos de distancia, para poder hablar por teléfono y, en efecto, llegamos de noche. Allá nos dijeron que parados en un determinado escalón, podríamos tener señal. Así fue. Quedamos de vernos en Huehuetla para ponernos de acuerdo y pernoctar allá, no sin antes reunirnos en la Casa Misión de las religiosas carmelitas para que nos orientaran. Ahí hablamos por teléfono con los compañeros de Zaragoza y nos dijeron que vendrían por nosotros hasta Huehuetla al día siguiente. El retén se había quitado como a las 10 de la noche del viernes y a las 7:30 de la mañana que pasamos ya no había nada. Al entrar junto a la máquina bulldozer que se encuentra detenida por la comunidad, se encontraban ahí algunos muchachos que nos vigilaban en la cabecera municipal el día anterior; sorprendidos por nuestra llegada, de inmediato corrieron al interior de la ofiicina que se encuentra frente a la máquina, al parecer por informar por radio de nuestra llegada al plantón de Zaragoza. Después de un rato nos informaron que el Frente Cívico se apresuró a poner nuevamente el retén para que no pasara más gente, que en su mayoría también son de esta comunidad –según nos dijeron–. Efectivamente, observamos que aquí también están divididos, pues había lonas de vinil colgadas en tres o cuatro casas a favor de la hidroeléctirca. Los compañeros de la comunidad no cesaron de atendernos con café, pan y otros alimentos, al tiempo que nosotros les repartíamos nuestra revista Kgosni e instalábamos un aparato de sonido con música de huapango.

6.     LLEGADA A ZARAGOZA DEL FRENTE CÍVICO OLINTECO

Platicábamos informalmente con los compañeros del plantón cuando, alrededor de las 10 de la mañana, se presentaron en la comunidad los dirigentes del Frente Cívico, Héctor Cristóbal Serrano Cholula, el Ing. Alfonso Francisco Bonilla y el maestro Jesús Mora Hernández, entre otros. Llegaron a presentare con la intención de dialogar. El compañero Miguel les increpó que por qué hasta ahora vienen tan amables, que todo este tiempo los han menospreciado. Reiteraron que son pacíficos y que la prensa está informando mentiras. La gente les respondió que todo es verdad, que todo está grabado –grabación que nos fue proporcionada– y que si son pacíficos, que “quiten el retén”. El compañero Miguel intervino de nuevo para decir que ellos apoyaron al presidente en su campaña, por el PAN, pero que con estos bloqueos violaban los acuerdos de la asamblea pasada y ya no confían más ni le darán su apoyo. El ingeniero Héctor Cristóbal afirmó que el presidente y las autoridades están cometiendo muchos errores con el proyecto pues no consultaron a la población ni han hecho los estudios de impacto ambiental, pero que el Frente Cívico quiere enmendar las cosas y dialogar por el bien de todo el pueblo, no sin quejarse que el municipio de Olintla ha quedado muy mal ante la opinión pública. Y decían los ingenieros de sí mismos que son muy respetuosos. Se les respondió que entonces quiten las mantas que ofenden a la gente. “Fuera greñudos”, decía una manta, por ejemplo. Por su parte, las mujeres pedían que se llevaran la máquina. El Frente reclamaba que la presencia de las organizaciones civiles que llegan de fuera han causado los conflicos. “No es así, el conflicto ya estaba”, respondió una compañera.

7.     LA REUNIÓN SUBE DE TONO

El ingeniero Héctor Cristóbal afirmó que él participa desinteresadamente por el progreso de Olintla, que si al final el proyecto no se lleva a cabo, él personalmente nada pierde pues no tiene necesidad de andar en estos movimientos. Los campesinos le respondieron que si no tiene necesidad es porque Olintla le ha dado lo que no le dio su pueblo natal de donde proviene y ahora viene a quitarles las tierras y a cambiarles el empleo. “Nosotros somos campesinos”. Se les dijo que en este conflicto existen dos partes con intereses contrarios, donde está en juego un modelo de desarrollo que no queremos. En síntesis se les estaba diciendo: su progreso no es nuestro progreso. Y le reprocharon al Ing. Alfonso Francisco Bonilla por haber asesinado a 3 personas en la década de los 90. El ingeniero pidió las pruebas jurídicas. Nos las necesitamos, lo vimos directamente, le contestaron. Él respondió que no se fijen sólo en lo malo, que él también gestionó una escuela donde ahora puede ir a estudiar esta muchacha, dijo, señalándola. Y afirmó que Grupo México no planeaba un proyecto de minería: “¿dónde están las minas, el mineral?” “Conocen el proyecto? Se le dijo que ésa es una empresa minera y que no necesitamos conocer el proyecto para saber lo que va a pasar: si vemos que viene un lobo no esperemos que nos venga a lamer con su lengua, viene a hacer lo que hace un lobo. La charla subía de tono por ambas partes, así que los representantes del Frente Cívico apresuraron su término con la propuesta que traían. Pidieron a la RUDH que fungiera como mediador para que se llegue a un acuerdo, y que la información que llevábamos a la comunidad se comparta con todo el pueblo: nos invitaron a ir a la cabecera municipal a la 1 pm. Les dijimos que la RUDH no se negaba al diálogo y que iríamos, pero al día siguiente si la comunidad estaba de acuerdo. Respondieron que nos llamarían para confirmarlo, pero no lo hicieron. Eso sí, poco tiempo después ya no había más retén, reabriéndose el flujo de transporte.

8.     INTERACCIÓN CON LA COMUNIDAD

Después de la reunión, la gente nos informó que el presidente del Frente Cívico, Héctor Cristóbal, ha sido dos veces candidato a la presidencia de Olintla, por el PRI. Que el ingeniero Alfonso Francisco Bonilla es el dueño de la caseta telefónica. Y que el único hotel de Olintla, donde en algún momento pensamos pernoctar, pertenece al presidente municipal. Nos platicaron que al día siguiente de la asamblea del sábado 26 de enero, el Frente Cívico organizó un marcha en la cabecera municipal, manifestando: “¡Ganamos! ¡Sí se pudo!”, pero los mismos que marchaban no sabían lo que habían ganado. “Estas son pequeñas propiedades. Los que apoyan la hidroeléctrica no tienen terrenos aquí y no se verán afectados.” Nos platicaron que los trabajos de la hidroeléctrica siguen calladamente, haciendo mediciones, marcando el terreno, etc. Y que rentan y construyen casas para ello. Nos platicaron que en la comunidad de Viviano no dejaron entrar a los maestros que apoyaron al presidente en la asamblea pasada, por haber lanzado piedras contra algunos que salían de la comunidad una vez que se quitó el retén. Algunos compañeros recorrimos la comunidad mientras otros fueron a conocer el río de la comunidad que la empresa Grupo México quiere para alimentar la hidroeléctrica dejando sin esa agua a las comunidades río abajo. . Oscar Espino elaboró un formato de bitácora para el seguimiento de esta lucha. El compañero Álvaro López realizó un taller para la construcción de una estufa Lorena, ubicada junto a la cocina que ahora se improvisa en la calle. Javier preparaba un carpa para instalar un pequeño cine donde más tarde se proyectarían algunos documentales. Chela explicaba a un grupo el por qué de su simpatía con la lucha zapatista. Otros explicaban cómo funciona la moneda comunitaria llamada Túmin. Otros explicaban por qué rechazamos a los partidos políticos y la actual política electoral. Intercambiamos música, videos, documentos… y así nos fuimos conociendo. De pronto llega una camioneta. Eran compañeros de la comunidad de Viviano, quienes traían a gente solidaria del Distrito Federal con algunas cajas de despensa, mientras las patrullas de la policía circulaban de vez en cuando.

9.     LLEGAN FUNCIONARIOS DE GOBERNACIÓN

Después de la comida llegaron algunos funcionarios de gobernación, con Omar Camacho Gamboa y José Luis Urbina al frente. Nos dijeron que se presentaban a informar que estarían pendientes para evitar toda confrontación, salvaguardando la integridad de todo el pueblo. Prometieron que el retén no estaría más y, lo que más les interesaba, pidieron los nombres de los participantes en esta brigada de observación. “Llegamos seis: dos de Poza Rica, dos de Papantla y dos de Espinal”, dijimos, y les proporcionamos nuestros nombres sin temor.

10.  REUNIÓN CON TODA LA COMUNIDAD

Al atardecer se programó una reunión con toda la comunidad en resistencia, incluyendo algunas mujeres que llegaron caminando desde Olintla. Ahí nos presentamos formalmente a todos: quienes somos, cómo pensamos, cómo nos sentimos, qué queremos y por qué estábamos ahí. Les dijimos que venimos con un corazón solidario y sin ningún interés personal, que no escondemos nada, que no somos candidatos de ningún partido político, que pueden confiar en nosotros. Les dijimos que no están solos, que ésta es una lucha nacional. Que existen muchas comunidades afectadas por represas y minería en todo México y en diversos países de América Latina. Y que muchas organizaciones campesinas, de derechos humanos, ambientalistas y académicos están en esta lucha contra los proyectos hidroeléctricos y mineros.  Además, existen (todavía) varias leyes a nuestro favor. Se les mencionaron algunas leyes ambientales; el artículo 11 constitucional que garantiza el libre tránsito; el artículo 2º constitucional en materia de derechos indígenas; el Convenio 169 de la OIT; entre otras. Por su parte, ellos nos expresaron su agradecimiento a nuestra visita y nos pidieron que volvamos, que no los dejemos solos. “Ahora nuestros contrarios están viendo que somos muchos y que somos más fuertes”, nos decían con regocijo, “y que así como ustedes también otros nos visiten”. Les dijimos que regresaremos en la primera oportunidad, que tal vez no vengamos todos juntos otra vez, pero que trataremos de involucrarnos con las demás organizaciones presentes en esta lucha.

11.  LOS DOCUMENTALES

Una vez terminada la reunión, siendo ya de noche, invitamos a los niños a presenciar algunas caricaturas sobre educación ambiental. Posteriormente, se expusieron algunos documentales sobre minería, enfatizando que a los daños de la hidroeléctrica habrán de sumarse los que ocasiona la minería que le acompaña: “Esa hidroeléctrica que les quieren poner, no es pensando en el progreso de Zaragoza ni de Olintla, no es para ustedes, es para abastecer la explotación minera. Y una vez que agoten el mineral los abandonarán enfermos, contaminados, desempleados y sin tierra, como ha sucedido en todo el mundo. Además, “no importa qué empresa lo haga, si es Grupo México, una empresa canadiense, alemana o la que sea, el procedimiento y los resultados serán los mismos: la devastación ecológica y la ruina social. Pero no se está inventando nada, los hechos están ahí, a la vista de todos. Si los promotores de la hidroeléctrica no los ven es porque no los quieren ver, pues sólo están viendo sus intereses personales.” En efecto, los videos mostraron diversas experiencias en México y en otros países, con explicaciones científicas, con imágenes y testimonios reales de lo que está pasando.

12.  LA DESPEDIDA

Nos despedimos temprano al día siguiente, el domingo 3 de febrero, después de que nos ofrecieron café, pan y galletas. Salimos sin ningún problema de la comunidad, y en el trayecto observamos cómo habían sido retiradas grandes piedras a la orilla del camino que pretendían bloquear el acceso en distintos puntos. Al menos eso, podemos decir, es un avance en respeto y voluntad política para resolver este conflicto, sin embargo, sabemos que romper el cerco un día no garantiza nada en el futuro y que no podemos confiarnos. Es que, al llegar a Huehuetla, pasamos a la Casa Misión para agradecer el apoyo de las religiosas carmelitas; ahí nos dijeron que el Ing. Alfonso Francisco Bonilla fue quien colocó las cadenas en la casa de Olintla para que ellas no pudieran salir, todo lo cual sienta precedentes de que se trata de mucho más que simples golpeadores. Asimismo, nos comentaron que con este conflicto se ha reactivado un proceso organizativo de la comunidad, empezando por recuperar sus prácticas de “mano vuelta” para la ayuda mutua y donde la mujer es respetada y participa por igual.

Con esto sólo hemos querido poner nuestro granito de arena en apoyo a la lucha que otras organizaciones hermanas vienen haciendo desde hace muchos años, las cuales nos animaron, orientaron y advirtieron de las precauciones que debíamos tomar. La resistencia seguramente seguirá creciendo hasta que se imponga el buen juicio y la voluntad popular. No obstante, los compañeros y compañeras de la comunidad, en especial los líderes y las autoridades, manifestaron que han sido vigilados; que cuando salen del pueblo los siguen y que algunas ocasiones los han agredido verbalmente; se sienten amenazados, pues les han dicho que en cualquier momento les puede pasar algo. Se mantienen firmes en la lucha pero nos piden que solicitemos su protección y seguridad, con medidas precatorias por parte de las distintas organizaciones de derechos humanos. ê

“Sembremos justicia y el fruto será la paz”
Red Unidos por los Derechos Humanos, A. C. (RUDH)
3 de febrero de 2013. Huasteca-Totonacapan, México.
Integrantes de la brigada: Graciela García Trejo, Ana Karina Castillo Ramírez, Oscar Espino Vázquez, Álvaro López Lobato, Javier Islas Cruz, Juan Castro Soto.

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