Él articulo que les invito a leer hace referencia a un caso ocurrido hace más de dos décadas (EN ÉPOCAS DEL PRI) en épocas donde la información se ocultaba a la opinión publica, en épocas donde se ocultaba la crisis de seguridad que se vivía en el momento, cuando el gobierno en turno nos ocultaba la cantidad de muertos, de desplazados, de grupos de narcos altamente armados, de desaparecidos, etc; hoy día, cuando el PRI vuelve al poder amenaza con volver a practicas obsoletas y contrarias a la libertad de información.
Por: Pedro Galindo/El Siglo De Durango/ Durango, Dgo.
HACE DOS DÉCADAS EJECUTARON A SIETE SOLDADOS EN LA SIERRA DE DURANGO.
Tal y como lo informó El Siglo de Durango en su edición de ayer, en el poblado Mesa de Escobar, en la zona limítrofe de Tepehuanes y Guanaceví, asesinaron el martes pasado a dos tenientes del Ejército Mexicano después de haberlos torturado y con ello se recordó aquella emboscada en contra de siete efectivos de la Décima Zona Militar en octubre de 1989 en el poblado Mesa de la Tortuga, también en la Sierra de Durango.
Aunque durante estos últimos 20 años se ha tenido conocimiento de diversos ataques a las fuerzas castrenses en enfrentamientos, el embate del martes pasado se asemeja al que ocurrió en 1989 por haber sido perpetrado por un grupo delictivo organizado que descaradamente lanzó una afrenta contra las autoridades.
Respondieron con todoTodo ocurrió el 27 de octubre de 1989, cuando integrantes del autollamado Grupo Control asesinó a siete elementos del 71 Batallón de Infantería de la Décima Zona Militar en el poblado Mesa de la Tortuga, perteneciente al municipio de Otáez, en la Sierra de Durango.
Los occisos fueron identificados como el oficial Aurelio Salvador Estrada, así como los soldados Víctor García González, Rubén Hernández Torres, Eleazar Gómez González, Pedro Florencio Luna Martínez, Jesús Arturo Cabrales Medina y Miguel Ángel Valdez Lara.
Desde ese momento se desplegó un importante operativo federal en la zona tanto por tierra como por aire en busca de los asesinos a quienes ya habían identificado como el Grupo Control.
Sin embargo, la respuesta de los soldados y agentes de la Policía Judicial Federal (PJF) en la búsqueda de los asesinos cometió un importante número de abusos en contra de inocentes, a tal grado que la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió una recomendación a la Procuraduría General de la República pero nada se hizo contra los responsables.
Tenían el mandoEl Grupo Control durante años controló el norte del país en el tráfico de drogas procedentes de Colombia, dado que gozaban de protección tanto de funcionarios federales y estatales como de jefes militares y policíacos.
En las investigaciones realizadas por Inteligencia Militar quedó establecido que la ejecución de los soldados no fueron las únicas que perpetró el Grupo Control, ya que durante los cerca de cinco años que operó esta banda criminal dejó una auténtica estela de sangre por esa zona norteña del país, al sacrificar no sólo a militares o policías que intentaban oponérseles, sino a compañeros suyos que los traicionaban o cometían un error, así como a integrantes de bandas rivales que pretendían quitarles el control del área.
Antecedente criminalDe acuerdo con información oficial y publicada por Milenio Diario hace dos años, el Grupo Control surgió alrededor de 1984, pero fue hasta principios de 1987 cuando se obtuvieron datos fidedignos sobre su existencia y manera de operar.
Esta banda era encabezada por Amado Levario Quiroz, quien también se hacía llamar Carlos Gandarilla Ibarra, “El Chaclín” o “El Patotas”, quien murió el 8 de noviembre de 1989 en un enfrentamiento a balazos con elementos de la PJF en Camargo, Chihuahua.
Operativo militar exitosoLa captura y desmembramiento de este grupo delictivo, de acuerdo con información de la Sedena, comenzó a principios de febrero de 1988, cuando en la región Mesa de San Pedro, municipio de Pueblo Nuevo, Durango, elementos de la Décima Zona Militar capturaron a cuatro civiles, entre los que destacaba Francisco Obregón Sosa, identificado como uno de los principales líderes de la organización.
A estos sujetos les fueron asegurados 189 fusiles AK-47, 230 bayonetas, tres máscaras antigás, 860 cargadores, 81 mil 700 cartuchos de diferentes calibres, tres cofres para ametralladoras Browning, así como cuatro vehículos y uniformes del Ejército Mexicano camuflajeados.
Años después, el 27 de octubre de 1989, cinco integrantes de esta banda fueron capturados con un arsenal en el puesto de revisión establecido por la PJF en el kilómetro 55 de la carretera Durango-Parral, quienes transportaban armas de Sinaloa rumbo al estado de Durango.
DetallesFueron en vano las detenciones.
- Entre los detenidos del Grupo Control destacaban los tenientes coroneles Juan Fernando Martínez Chavira y Mario Alberto de Jesús Santos Mendoza, adscritos al 71 Batallón de la Décima Zona Militar, así como del ex delegado de la PGR en Tabasco, Yucatán y Campeche y ex líder del PRI en Durango, Luis Ángel Tejada Espino; el agente del Ministerio Público Federal, José Trinidad Ramos Vargas, y Roberto Alderete Verduzco, señalado como el jefe del grupo delictivo.
- Compañeros y familiares de las víctimas declararon que éstos, los supuestos 30 detenidos, “nunca llegaron a la cárcel y desconocemos cuál fue su destino final”.
Publicación Milenio Diario 2007-09-17
Leído en http://www.elsiglodedurango.com.mx/noticia/207441.a-20-anos-matan-a-mas-militares.html
Aunque durante estos últimos 20 años se ha tenido conocimiento de diversos ataques a las fuerzas castrenses en enfrentamientos, el embate del martes pasado se asemeja al que ocurrió en 1989 por haber sido perpetrado por un grupo delictivo organizado que descaradamente lanzó una afrenta contra las autoridades.
Respondieron con todoTodo ocurrió el 27 de octubre de 1989, cuando integrantes del autollamado Grupo Control asesinó a siete elementos del 71 Batallón de Infantería de la Décima Zona Militar en el poblado Mesa de la Tortuga, perteneciente al municipio de Otáez, en la Sierra de Durango.
Los occisos fueron identificados como el oficial Aurelio Salvador Estrada, así como los soldados Víctor García González, Rubén Hernández Torres, Eleazar Gómez González, Pedro Florencio Luna Martínez, Jesús Arturo Cabrales Medina y Miguel Ángel Valdez Lara.
Desde ese momento se desplegó un importante operativo federal en la zona tanto por tierra como por aire en busca de los asesinos a quienes ya habían identificado como el Grupo Control.
Sin embargo, la respuesta de los soldados y agentes de la Policía Judicial Federal (PJF) en la búsqueda de los asesinos cometió un importante número de abusos en contra de inocentes, a tal grado que la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió una recomendación a la Procuraduría General de la República pero nada se hizo contra los responsables.
Tenían el mandoEl Grupo Control durante años controló el norte del país en el tráfico de drogas procedentes de Colombia, dado que gozaban de protección tanto de funcionarios federales y estatales como de jefes militares y policíacos.
En las investigaciones realizadas por Inteligencia Militar quedó establecido que la ejecución de los soldados no fueron las únicas que perpetró el Grupo Control, ya que durante los cerca de cinco años que operó esta banda criminal dejó una auténtica estela de sangre por esa zona norteña del país, al sacrificar no sólo a militares o policías que intentaban oponérseles, sino a compañeros suyos que los traicionaban o cometían un error, así como a integrantes de bandas rivales que pretendían quitarles el control del área.
Antecedente criminalDe acuerdo con información oficial y publicada por Milenio Diario hace dos años, el Grupo Control surgió alrededor de 1984, pero fue hasta principios de 1987 cuando se obtuvieron datos fidedignos sobre su existencia y manera de operar.
Esta banda era encabezada por Amado Levario Quiroz, quien también se hacía llamar Carlos Gandarilla Ibarra, “El Chaclín” o “El Patotas”, quien murió el 8 de noviembre de 1989 en un enfrentamiento a balazos con elementos de la PJF en Camargo, Chihuahua.
Operativo militar exitosoLa captura y desmembramiento de este grupo delictivo, de acuerdo con información de la Sedena, comenzó a principios de febrero de 1988, cuando en la región Mesa de San Pedro, municipio de Pueblo Nuevo, Durango, elementos de la Décima Zona Militar capturaron a cuatro civiles, entre los que destacaba Francisco Obregón Sosa, identificado como uno de los principales líderes de la organización.
A estos sujetos les fueron asegurados 189 fusiles AK-47, 230 bayonetas, tres máscaras antigás, 860 cargadores, 81 mil 700 cartuchos de diferentes calibres, tres cofres para ametralladoras Browning, así como cuatro vehículos y uniformes del Ejército Mexicano camuflajeados.
Años después, el 27 de octubre de 1989, cinco integrantes de esta banda fueron capturados con un arsenal en el puesto de revisión establecido por la PJF en el kilómetro 55 de la carretera Durango-Parral, quienes transportaban armas de Sinaloa rumbo al estado de Durango.
DetallesFueron en vano las detenciones.
- Entre los detenidos del Grupo Control destacaban los tenientes coroneles Juan Fernando Martínez Chavira y Mario Alberto de Jesús Santos Mendoza, adscritos al 71 Batallón de la Décima Zona Militar, así como del ex delegado de la PGR en Tabasco, Yucatán y Campeche y ex líder del PRI en Durango, Luis Ángel Tejada Espino; el agente del Ministerio Público Federal, José Trinidad Ramos Vargas, y Roberto Alderete Verduzco, señalado como el jefe del grupo delictivo.
- Compañeros y familiares de las víctimas declararon que éstos, los supuestos 30 detenidos, “nunca llegaron a la cárcel y desconocemos cuál fue su destino final”.
Publicación Milenio Diario 2007-09-17
Leído en http://www.elsiglodedurango.com.mx/noticia/207441.a-20-anos-matan-a-mas-militares.html
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