miércoles, 5 de junio de 2013

EPN y la impunidad en la Guardería ABC - Salvador Camarena

Un amigo extranjero me preguntó el lunes que por qué si no le costaba nada, y podría ganar mucho, el presidente Enrique Peña Nieto no hacía justicia a las familias de los 49 niños muertos, y a las de los más de 70 que sufrieron quemaduras graves, de la Guardería ABC de Hermosillo, tragedia de la que hoy se cumplen 4 años.

“Porque si comienza a hacer justicia en ese caso, quizá luego tenga que hacer lo mismo en otros”, contesté sin mucha fe. “¿Y quién te garantiza que por tratar de castigar a los dueños de una remota guardería, y a los funcionarios directamente involucrados, no terminas por destapar una cloaca que alcanza a parientes de políticos de nivel nacional, a influyentes empresarios y hasta a gente que te apoyó en tu campaña?”, agregué. A mi amigo no le bastó la respuesta. A mí tampoco. Intentaré aquí otra.



Para empezar, EPN no va a reabrir un caso que puede meter en problemas a un senador de su partido, el impune ex alcalde de Hermosillo Ernesto Gándara, cuya carrera no sufrió abolladura alguna. ¿Por qué el tricolor machucaría a uno de los suyos? EPN no va a someter al IMSS al estrés de un escrutinio, lo que menos quiere es que nadie pregunte cómo están las condiciones de las guarderías del instituto, manejadas algunas por familiares y conocidos de importantes políticos. A EPN no se le perdió nada en la ABC, no fue su tema, no le cuestan los reclamos, es cosa del anterior sexenio. Y si al investigar este gobierno encontrara algo nuevo, guardaría esos hallazgos para utilizarlos cuando más convenga —temporada electoral, por ejemplo—. Para ser justos hay que decir que casi cualquier otro gobierno haría lo mismo.

No lo haría porque EPN tiene como socio en el Pacto por México a Juan Molinar Horcasitas, quien nunca entendió que si hubiera renunciado a Comunicaciones y Transportes, donde estaba luego de haber dirigido el IMSS, habría tenido oportunidad de decir que, responsable o no, era insoportable seguir su normalidad mientras un centenar de familias vieron interrumpida para siempre su vida por probables fallas de funcionarios nombrados por él, como Carla Rochín, encargada de guarderías. Vale más llevar la fiesta en paz con el PAN por Molinar que los niños de la ABC. No lo haría porque el ex director Daniel Karam es cercano al actual gobierno: sin tacto por la eminencia del aniversario de la tragedia le develaron hace unos días su retrato en el IMSS. Porque el cálculo político aconsejaría que el caso es materia juzgada, con todas las de perder ante la maraña de tribunales y abogados en donde ya triunfaron los dueños de la guardería y la gran mayoría de ex funcionarios locales y federales.

Porque la valerosa y dignísima batalla que han dado las familias de los niños de la ABC no es causa de partido alguno, ni del PRI, de la indolente izquierda, y mucho menos del PAN, que prefiere hacerse el tonto cada año a emprender el más mínimo intento por lavarse la cara: la clase política no va a reclamar justicia a EPN. Quizá la pregunta de mi amigo está mal planteada. EPN tendría todas las de perder si reabre un caso que, salvo a las familias que demandan justicia, duele a muy pocos cuando no es, como hoy, 5 de junio.

salvador.camarena@razon.mx

Fuente: La Razón 5 junio 13

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