El pleito en el PAN no disminuye, escala día con día la cima de la injuria. Las patadas, los escupitajos, las bofetadas, los insultos se han convertido en moneda corriente de los panistas. A Gil no le asusta el zafarrancho, después de 12 años en el poder y una estrepitosa derrota en las presidenciales del 2012, lo menos que podría pasar es lo que vemos que ocurre en las filas del PAN: un pleitazo. La derrota es huérfana y siempre busca un padre.
Corral le dio un caballazo a Zavala; Zavala reaccionó con la cubeta, luego entró Madero y le mandó un navío cargado de mala leche, en fon. ¿Y por qué se pelean en los partidos y en las empresas privadas y en la organización familiar?: por el dinero. Cierto, los dineros públicos le dan otra dimensión al asunto, pero el centro de la bronca persiste: el sucio e interesante dinero. La extinta madre de Gil decía esto: las parejas sólo se pelean seriamente por dos cosas: sexo o dinero. Los políticos, de izquierda o de derecha, añade Gilga, se pelean sólo por dos cosas: poder y dinero, en el caso de que no sean la misma cosa.
Los panistas se arrojan a la cara hasta las notas de la tintorería. No deja de ser un burlesque más o menos bochornoso. Su periódico Reforma ha titulado así la noticia: “Derrochan panistas el erario”. A Ernesto Cordero le han reprochado gastos terribles, como por ejemplo la compra con dinero público de un ron Zacapa 15 años de 600 pesos, “un artículo” de la marca Louis Vuitton de mil 880 pesos y diversas compras en El Palacio de Hierro por casi seis mil pesos que incluyen joyería, una chamarra cazadora y un cinturón. Caracho.
Gil se llevó los dedos índice y pulgar al nacimiento de la nariz y caviló: sí, en efecto, pésimo cargarle al erario cualquier erogación personal, pero rayos, la acusación es por un ron Zacapa de a 600. Gil se siente ofendido y muy molesto, si hubieran sido 10 cajas de Glenfiddich 15, todavía. Ahora mal: ese artículo Louis Vuitton de mil 880 debe ser un Vuitton de Tepito porque Gamés desconoce un precio así en esa marca, ¿sí o no? Joyería de El Palacio de Hierro, más una chamarra y un cinturón, todo por seis mil pesos, ni en la barata nocturna.
¿Defiende Gil a Cordero?, de ningún modo, la Patria es primero, pero diantres, así como un agujero en el erario, en fon. Correcto, si alguien incurrió en responsabilidad jurídica, que pague (¿cómo ven a Gamés de jurisconsulto?), pero así como el desfalco del siglo, ¿no es un poco demasiado?
Lo que sí parece sumamente sospechoso en estos onerosos gastos es la orquídea de mil 800 pesos. ¿A dónde con tanta prisa, Ernesto? Con que orquídeas, esto lo va a saber Diego Fernández de Cevallos y se va a poner hecho un basilisco. A la hora del amor, nada detenía a Diego, él abría carreteras donde antes había matorrales, nomaaás, como diría Clavillazo, ese gran teórico de la política mexicana.
Oigan esto: “Se gastaron más de 7 mil pesos en cremas, cepillos y tres pastas dentales, cuatro botellas de enjuague bucal, jabones y hasta un shampoo Ma Evans acción profunda, para la caída del cabello”. Que le den a Gamés las sales porque pierde el sentido. Por cierto, el shampoo Ma Evans no le ha dado ningún resultado a los senadores panistas, Gil ve que pierden el pelo a pasos agigantados. Véanlos y verán.
De la bolsa de los recursos que el Senado entrega a los coordinadores de los partidos, al PAN le tocan 210 millones. Lo dicho: el sucio e interesante dinero. Más la derrota humillante, o sea el poder perdido.
La máxima de George Bernard Shaw espetó dentro del ático: “El dinero no es nada, pero mucho dinero, eso ya es otra cosa”.
Gil s’en va
gil.games@razon.com.mx
Twitter: @GilGamesX
Leído en http://www.razon.com.mx/spip.php?page=columnista&id_article=178180
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