martes, 25 de junio de 2013

Rafael Loret de Mola - Sálvese quien pueda

Ningún partido está a salvo en plena guerra de acusaciones, por cierto paralela a la que llevan a cabo las fuerzas públicas, se supone, en contra de las asociaciones delincuenciales, sobre todo los narcotraficantes y terroristas camuflados. A decir verdad, y aunque no lo acepte el Gobierno de la República, los llamados “grupos de autodefensa” o “policías comunitarias” han resultado bastante más efectivas que las comandadas por la Secretaría de Seguridad Pública, la Defensa y la Armada con funciones extraterritoriales jamás aprobadas por el Congreso. ¿Acaso éste nada puede hacer cuando la consigna presidencial va en paralelo con quienes tienen poder de fuego?¿Es ésta la democracia por la que pugnamos todos?

(Por cierto, a este columnista decir estas cosas, sobre los mandos de la Marina, ya le costó un espacio periodístico, el de Novedades de Tabasco, dirigido por un antiguo Almirante para quien todo México es parte del océano como si se tratara de la Atlántida perdida. Discutiendo con él sobre este punto, en Villahermosa, fue imposible ponernos de acuerdo; poco después, cesé en ese diario para beneplácito de mi libertad).




La guerra paralela tiene que ver con el cruzamiento de denuncias variopintas sobre la mala actuación de los “adversarios” convertidos en enemigos de acuerdo a las circunstancias. Ya no son sólo rivales capaces de ponerse de acuerdo en lo fundamental –por ejemplo en lo que atañe a la seguridad del país y la necesidad de una infraestructura para el desarrollo urgente-, sino chantajistas de baja calaña listos a elevar chantajes por posiciones políticas de coyuntura con tal de seguir ganando terreno entre sus pares y frente a un presidente de la República, Enrique Peña Nieto, siete meses incapaz de definir, más allá de los pactos y los discursos rebosantes de galimatías y metidas de pata –en una especie de fusión entre los Fox y calderón, en minúsculas-, el derrotero de su propio gobierno. ¡Y así hay quienes apuestan por reelegirlo en ausencia de resultados claros de su labor!¿Carismático?¿Por qué retrata bien ante las cámaras... de televisión? 

Vayamos a la lista de ex mandatarios y gobernadores en ejercicio, así como delegados en el caso del Distrito Federal, en desgracia:
1.- En el seno del PRI, se observan en caída libre, además del autoexiliado Humberto Moreira Valdés –a quien le asesinaron un hijo a mansalva sin darle oportunidad de defenderse de las acusaciones, sobre todo lo relacionado con el endeudamiento de Coahuila, el “enfermo” Andrés Granier Melo, el esquivo José Murat Casab –cuyo hijo, Alejandro Murat Hinojosa, es uno de los favoritos del presidente Peña y director general de INFONAVIT, un renglón del que conoce bien poco-, el siniestro Mario Marín Torres, protector y cliente de pederastas célebres, especialmente de Jean Succar Kuri y su intocable contacto Kamel Nacif Borge, conocido como el rey de la mezclilla y cuyo hermano quiebra la ley a su gusto en el Distrito Federal –tengo las pruebas en la mano-, la señora Ivonne Ortega Pacheco, sobrina del extinto cacique Víctor Cervera P. Extendida a la secretaría general del PRI sin más apoyo que el capricho superior, y los tamaulipecos Eugenio Hernández Flores y su predecesor Tomás Yarrington Ruvalcaba, bajo sospechas de sus nexos con el narcotráfico mientras no hay nadie capaz de encaminar las indagatorias sobre el asesinato del médico Rodolfo Torre Cantú, hermano de Egidio, quien se quedó con el botín. 

Todos ellos deberían estar respondiendo ante la justicia a cambio de un arraigo, insuficiente para los tabasqueños, contra Granier –acusado con la estrategia de las cajas de cartón, vieja fórmula de López Obrador-, y un amparo a favor de Yarrington realizado casi de puntillas aprovechando los días y semanas en los que los escándalos de toda índole hicieron pequeña la nota respectiva. Para eso tanto ruido, mientras se solazan los líderes sindiciales priístas, como Carlos Romero Deschamps, de los petroleros, y Víctor Flores Morales, de setenta y cuatro años, quien sigue siendo “líder” de los ferrocarrileros en una nación en donde las estaciones de tren se han convertido en museos como en el Parque de las Tres Centurias en Aguascalientes. 

2.- ¡Ay, los panistas! Como diría El Quijote: “Con la Iglesia hemos topado, Sancho...” El caso más sobresaliente es el de Luis Armando Reynoso Femat, de Aguascalientes, quien convirtió la antes saludable ciudad de los toros y los gallos –los de pelea y los hombres valerosos-, en un centro de primer orden para el narcotráfico además de ser represor de periodistas y de líderes sociales-. Y le siguen, Emilio González Márquez, de Jalisco, el alcohólico denunciado por peculado y traficante de inmuebles desde 2008, esto es cuatro amos antes del ominoso término de su mandato y sobre quien, curiosamente, no se ha iniciado una persecución judicial en forma. 

En similar línea colocamos a Ernesto Ruffo Appel, primer gobernador de oposición en la República, de Baja California en donde se sostiene el PAN desde 1989, señalado por brindar protección al poderoso “Cártel de Tijuana”, el de los hermanos Arellano Félix –algunos de los cuales ya forman parte del que he dado en llamar “el Cártel del Paraíso”-, sin siquiera una averiguación en forma en este sentido; y lo mismo sucede con el ex mandatario de Guanajuato, Juan Manuel Oliva Ramírez, quien creó su propio cacicazgo y se mantiene como mandamás en la entidad de donde surgió el “fenómeno Fox”. Todos contentos, todos felices.

Por cierto, no puede soslayarse la inutilidad del gobernador actual de Sonora, Guillermo Padrés Elías, cuya victoria se engendró en la tragedia de la Guardería ABC, de Hermosillo, el 5 de junio de 2009, por la negligencia de otro panista notable, Juan Horcasitas Molinar, responsable como director del IMSS –aunque hubiera dejado el cargo semanas antes-, por otorgar concesiones sin más sustento que los favoritismos. Una de las dueñas del inmueble, más bien una bodega como este columnista ya constató personalmente, era Marcia Gómez del Campo Tonela, pariente cercana de Margarita Zavala Gómez del Campo, esposa de felipe calderón y quien mantiene sus ilusiones de ser “presidenciable”. También compartían la sociedad algunos funcionarios del nefasto ex gobernador, priísta, Eduardo Bours Castelo. El saldo: Cuarenta y nueve bebés muertos cuyas fotografías estremecen en el cuadrángulo de la muerte, y setenta y seis heridos. Hasta la fecha no hay justicia para ellos. 

3.- Y en materia de latrocinios, es difícil igualar a los de Zeferino Torreblanca Galindo, a quien no se ha seguido igualmente causa judicial alguna, acaso porque supo encuadrarse y ayudar a quien resultaría su sucesor, Ángel Aguirre Rivero, ex priísta metido a aliancista por no aceptar la candidatura de su primo, Miguel Añorve Baños, y desairado a pesar del apoyo... de Enrique Peña Nieto quien quince días de la nominación acudió a una comida campera en donde alzó la mano a Aguirre para no volverse a parar por allí hasta el fin de la campaña de Añorve. Los dos sujetos, no sabemos cuál es el peor, han sido señalados, una y otra vez, pos sus coterráneos por lo que a peculado se refiere o por su negligencia absoluta ante las conflictivas planteadas. Añorve prefiere fotografiarse con el cantante Luis Miguel a ocuparse de sus funciones amenazando incluso al gobierno de Peña con ponerse “a matar” opositores para “arreglar las cosas”. Tal es su temple.

No olvidemos, desde luego, a Ricardo Monreal Ávila, de infelices recuerdos en Zacatecas donde fue gobernador luego de separarse del PRI, quien fue víctima de un atentado, junto a su hermano Saúl, cacique de Fresnillo, convertido ahora en el leguleyo de López Obrador, el mejor pagado del mundo, quien se queja de los estipendios... ajenos, jamás de los propios, en una versión moderna del refranero popular: “miras en el ojo ajeno sin observar la viga en el propio”. 

Y cierra el círculo nefasto, Narciso Agúndez Montaño, ex gobernador de Baja California Sur, quien ya se pasó algunos meses a la sombra, nada más, acusado de disponer de fondos públicos y sin que se dictara sentencia; bastó la salida del Amparo y la negociación para “pacificar” a la entidad, de escasos electores quienes se conocen entre sí, en donde los ranchos crecen y las disponibilidades del erario bajan.

loretdemola.rafael@yahoo.com.mx

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