lunes, 26 de agosto de 2013

Leo Zuckermann - Movilización de la CNTE ha costado unos 66 millones de pesos

He calculado los costos de la movilización de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en estos siete días en que han estado marchando por la Ciudad de México, tomando edificios públicos e impidiendo el libre tránsito hacia lugares tan importantes como el aeropuerto. Calculo que el chistecito ha costado unos 65 millones 850 mil pesos hasta el día de hoy.
Los maestros que se oponen a la reforma educativa llegaron el 19 de agosto al DF, es decir, llevan siete días en la capital. Informes de prensa dicen que arribaron unos 20 mil miembros de la CNTE. Otros dicen que menos: ponen la cifra en alrededor de 10 mil. Utilizaré el promedio de esta cifra (15 mil) para calcular los costos.




Comencemos con la comida. Según la prensa, algunos profesores cocinan sus alimentos en el campamento que han establecido en el Zócalo de la ciudad. Otros comen en puestos o en fonditas. Vamos a suponer que por lo menos se gastan 50 pesos diarios en comida. Multiplicado por los 15 mil maestros, esto nos da un total de 750 mil pesos por día que, multiplicados por los siete que llevan acá, nos da un total de comida de cinco millones 250 mil pesos.
Asumamos que erogan otros 20 pesos en gastos misceláneos. Algunos se trasladan en transporte público, otros utilizan baños públicos. Todo eso cuesta. Estamos hablando, entonces, de unos 300 mil pesos diarios que, multiplicados por los siete días, nos dan dos millones 100 mil pesos.
Luego entonces, si los maestros se están gastando unos 70 pesos diarios de comida y otros rubros, pues cada día su protesta tiene un costo de un millón 50 mil pesos. Ya avisaron, por cierto, que se quedarán hasta el 1 de septiembre. Por lo pronto, hasta hoy han erogado un total de siete millones 350 mil pesos. Pregunta: ¿quién los ha pagado?, ¿acaso son ellos los que lo están poniendo de su bolsa?
Sigamos con la cuenta. De acuerdo con la prensa, los maestros llegaron de Michoacán, Guerrero, Chiapas, pero, sobre todo, de Oaxaca. Si arribaron 15 mil, tuvieron que utilizar unos 300 autobuses (bien apretados, caben 50 pasajeros). La renta de un camión para trasladarse desde estos destinos cuesta unos 20 mil pesos por unidad que, multiplicado por 300, nos da un costo para llegar al DF de seis millones de pesos. Esta cifra suena razonable, ya que un boleto de Oaxaca a México por autobús cuesta unos 470 pesos, lo cual, multiplicado por los 15 mil maestros, nos daría siete millones 50 mil pesos.
Pero dejemos el costo de traslado en seis millones con autobuses alquilados. Otra vez pregunto: ¿quién los pagó? ¿Fueron los maestros quienes absorbieron este costo? Agreguémosle los siete millones 350 mil pesos de comida y gastos varios y tenemos un subtotal de 13 millones 350 mil pesos. Estamos hablando de aproximadamente un millón de dólares en una semana.
No obstante, estos costos son los menos porque resulta que el gobierno les sigue pagando sus sueldos a los maestros aunque no estén dando clases. Sí: aunque usted no lo crea, nuestros impuestos están pagando estas movilizaciones. ¿Cuánto nos han costado?
Alguna vez un secretario de Finanzas de Oaxaca me comentó que los maestros de ese estado eran de los mejor pagados. Me mencionó un salario de 20 mil pesos por mes. Vamos a decir que en realidad son 15 mil, es decir, que un maestro de la CNTE gana unos 500 pesos por día. Si llevan siete días en el DF, pues nos ha costado tres mil 500 pesos cada maestro que, multiplicado por los 15 mil que hay, pues nos da una nómina de 52 millones 500 mil pesos. Y aquí sí no hay dudas: esta cantidad la estamos financiando usted y yo con los impuestos que pagamos.
Súmese esta cantidad a los costos de comida, misceláneos y de transportación y nos da un total de 68 millones 850 mil pesos. Este es el cálculo rápido —un amigo diría de “cuentas rancheras”— que he hecho para demostrar que las movilizaciones cuestan, y mucho.
A estos costos habría que agregar los recursos que se han perdido por tener a los maestros en México (lo que han dejado de vender los negocios del centro, las horas laborales perdidas por los tráficos, la movilización de las policías para contenerlos, la renta de los salones para las sesiones de los diputados y senadores, los asientos de avión vacíos por el bloqueo al aeropuerto, etcétera). Y ni qué decir de los costos de imagen para nuestro país. Porque piense usted, por ejemplo, en las ganas que le quedaron a un empresario extranjero de invertir en México cuando el viernes pasado se quedó atrapado en el aeropuerto capitalino por culpa de los maestros de la CNTE.
                Twitter: @leozuckermann


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