lunes, 26 de agosto de 2013

Raymundo Riva Palacio - La marcha de la locura

La gobernabilidad en la ciudad de México sufrió la semana pasada y estuvo a punto de romperse con hechos de sangre el viernes. Lo impidieron unos 15 maestros del ala moderada de la CNTE que se colocaron frente los maestros radicales que querían tomar el Aeropuerto Internacional, y tras aguantar que los golpearan, les dijeron que si querían tomarlo, tendrían que matarlos. Pero les advirtieron que si los mataban, recordó una persona que supo del diálogo, los siguientes serían ellos porque la policía no lo permitiría. Su determinación los contuvo.

Ese día fue el cenit de la marcha de la locura, como titula Bárbara Tuchman su libro sobre cómo los errores en la toma de decisiones pueden ser desastrosos, como lo vivió la ciudad de México la semana pasada, donde el caos resultó de una cadena de decisiones fallidas en los 10 días previos. Se incubó en la oficina del secretario de Educación, Emilio Chuayffet, que se reunió con líderes del PRI, PAN y PRD para afinar cómo sería el periodo extraordinario del miércoles pasado donde se iba a votar la ley secundaria de la Reforma Educativa. 





Personas que conocen detalles de lo que sucedió, dijeron que pasaron por alto las opiniones y propuestas de la CNTE en la ley secundaria, que había sido acordado con el Consejo Rector del Pacto por México a mediados de mayo. Al incumplirse ese acuerdo, la CNTE anunció su movilización –su estrategia siempre empieza con esa fase, movilizar para negociar-, pero la SEP, Gobernación y los partidos no reaccionaron. En vísperas de la votación de la ley secundaria, buscaron entrar violentamente en San Lázaro, lo que hizo ver al PRD el error que colectivamente habían cometido. 

El  líder del partido, Jesús Zambrano, pidió una reunión de emergencia del Pacto por México, y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, los recibió a medianoche. En la madrugada pidieron a la Cámara de Diputados que sacara de la agenda el tema de la Ley del Servicio Profesional Docente, motivo del conflicto. Fallas en la comunicación de Gobernación con el coordinador del PRI en el Congreso, Manlio Fabio Beltrones, originaron otra fallida declaración, que la ley sería votada en dos o tres semanas. Para la CNTE, que hasta ese momento no habían tenido comunicación política con nadie, fue una nueva provocación y extendió sus bloqueos. 

El PRD logró que los diputados hablaran con ellos el miércoles pero no llegaron a nada. Gobernación se mantenía distante, mientras la SEP dejó de ser interlocutor. Dentro de la CNTE estaba la lucha entre moderados, que suman casi un 70% de los maestros, y los radicales, que tienen vínculos con grupos armados y cuya lógica es provocar la ruptura. La paralización política permitió a los radicales apoderarse de la protesta, ante lo cual el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, rechazó las presiones de usar la fuerza contra los maestros por haber gente armada dispuesta a sacrificar una vida para desatar la ingobernabilidad. 

Hasta que Mancera ofreció intermediar entre la CNTE y el gobierno, la comunicación era básicamente con las áreas de seguridad. El viernes, en el punto máximo de la segunda parte de la estrategia, con los moderados frenando la toma del aeropuerto,  finalmente empezó una negociación con la Secretaría de Gobernación. Se ofreció a los maestros una reunión de trabajo con los diputados este lunes, y se replegaron táctica pero no permanentemente.

Si esto hubiera sucedido hace dos semanas, los días de crisis institucional y anomia, no hubieran sucedido. Diálogo no significa solución al conflicto, pero es un avance. La fase dos de acción está suspendida, pero no cancelada. Este deberá ser el punto de inflexión si se impone la política. Pero si vuelve a haber un engaño o una omisión, vendrán los choques y quizás la sangre. La CNTE no se impondrá al Estado, pero entrará en la fase tres de su accionar, la resistencia, cuyo objetivo será el presidente Enrique Peña Nieto, a quien buscarán por todos los medios que no gobierne, y harán imposible la vida pública en Oaxaca y Guerrero, además de probablemente Michoacán, Chiapas y Tabasco. No se podrán decir engañados en el gobierno federal, pero tampoco puede seguir actuando con perversidad o ingenuidad. Menos soberbia y más cuidado es lo recomendable, ante la gran llamada de atención que se le dio.


rrivapalacio@ejecentral.com.mx
twitter: @rivapa


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